Tendinitis del biceps

Tendinitis del biceps
Información sobre la plantilla
Bicepss.jpg
Corresponde a una inflamación de la porción larga del bíceps la cual generalmente se presenta en asociación a otras patologías del hombro

Tendinitis del biceps: Corresponde a una inflamación de la porción larga del bíceps la cual generalmente se presenta en asociación a otras patologías del hombro, siendo la más frecuente la lesión del manguito rotador (conjunto de músculos y tendones que cubren la cabeza humeral dando estabilidad al hombro y permitiendo elevar y rotar el brazo).

Definición

El músculo bíceps braquial se encuentra en la región anterior del brazo. Se compone de dos tendones proximales (porción larga y porción corta) que unen el músculo al hueso a nivel del hombro y un tendón distal que lo une al codo.

El bíceps braquial participa en la flexión de codo, en la rotación del antebrazo que permite dejar las palmas de las manos mirando hacia arriba (supinación) y ayuda a estabilizar la articulación del hombro.

La patología del bíceps abarca un espectro de lesiones que se presentan desde su origen en el hombro hasta su inserción en el codo.

Causas

Debida a una compresión del tendón de la porción larga del bíceps. En otras ocasiones puede ser secundaria a un pinzamiento, o sea una compresión del tendón entre la cabeza del húmero y el arco acromial, fenómeno que con frecuencia se ve en grandes roturas del manguito de los rotadores. Finalmente también puede estar desencadenada por un traumatismo.

Estas pueden ser divididas en:

Tendinitis bicipital: Corresponde a una inflamación de la porción larga del bíceps la cual generalmente se presenta en asociación a otras patologías del hombro, siendo la más frecuente la lesión del manguito rotador (conjunto de músculos y tendones que cubren la cabeza humeral dando estabilidad al hombro y permitiendo elevar y rotar el brazo).

Habitualmente el daño del tendón del bíceps se produciría por actividades repetitivas sobre el nivel del hombro, ya sea en el trabajo o en deportes como la natación, voleibol, golf y tenis. A medida que pasan los años, el tendón va sufriendo y debilitándose pudiendo llegar incluso hasta la rotura.

Inestabilidad de la porción larga del bíceps: Se produce cuando el tendón tiende a salirse (parcial o totalmente) de su surco óseo (corredera bicipital) a nivel del hombro. Puede ocurrir por sobreuso (actividades repetitivas) o traumatismo (menos frecuente), y por lo general se asocia a lesiones del manguito rotador, especialmente a roturas del tendón del subescapular.

Rotura del tendón bicipital:

Proximal: La rotura puede ser parcial o completa. A menudo, el proceso se inicia en un tendón previamente dañado, deshilachado, el cual puede progresar a la rotura luego de levantar un objeto pesado.

La porción larga del bíceps es la que se daña con más frecuencia. La lesión de la porción corta es mucho más rara, por lo que muchos pacientes con rotura completa de la porción larga pueden seguir usando este músculo.

El mecanismo de la lesión puede ser traumático, como ocurre en una caída con el brazo extendido o al levantar un objeto pesado, o puede ser por sobreuso, lo cual aumentaría el estrés del tendón predisponiendo a la rotura.

El riesgo de rotura aumenta a mayor edad, con actividades pesadas y deportes sobre el nivel del hombro (tenis, natación y levantamiento de pesas), tabaquismo y uso de corticoides.

Distal: Es menos frecuente que la anterior y generalmente se produce un arrancamiento completo de la inserción del tendón en el radio (a nivel del codo). Habitualmente se produce cuando el codo flectado es forzado a extenderse contra resistencia, por ejemplo, al levantar una caja pesada.

Es más frecuente en hombres mayores de 30 años. Otros factores de riesgo son el tabaquismo y el uso de corticoides.

Síntomas

Los pacientes con tendinitis o inestabilidad bicipital presentan dolor en la región anterior del hombro (corredera bicipital) el cual puede irradiarse hacia el brazo y tiende a empeorar con actividades sobre el nivel del hombro. Los pacientes con inestabilidad bicipital en ocasiones refieren un chasquido audible o palpable al mover el hombro.

En la rotura del tendón bicipital a nivel del hombro los pacientes presentan dolor súbito e intenso en la región proximal del brazo, a veces refieren un audible chasquido, equimosis (moretón) desde la región proximal del brazo hasta el codo, dolor, debilidad de hombro y codo y dificultad para rotar el antebrazo (supinación). Por retracción del músculo al perder su inserción proximal se produce una protuberancia sobre el codo o signo de Popeye.

Cuando ocurre una rotura del tendón bicipital a nivel del codo, los pacientes presentan un dolor súbito e intenso asociado a inflamación en la región anterior del codo, equimosis en el codo y antebrazo y debilidad para flectar el codo y rotar el antebrazo. Por retracción del músculo al perder su inserción distal se produce una protuberancia en la región proximal del brazo.

Diagnóstico

La exploración física y las pruebas de imagen permitirán establecer el diagnóstico. Los pacientes no suelen presentar déficit de la movilidad del hombro salvo que tengan un problema asociado del manguito rotador, sinovitis o inestabilidad. Suelen presentar dolor a la palpación en la corredera bicipital, en la cara anterior del hombro.

La flexión del brazo (sacar bíceps) contra resistencia provoca el dolor y la separación del brazo puede provocar dolor en los casos asociados a compromiso subacromial. La elevación, contra resistencia, del brazo extendido con las palmas hacia arriba provoca dolor.

La supinación (girar la palma hacia arriba) con el codo a 90º y pegado al cuerpo o la flexión contra resistencia del codo desde esta posición a la vez que separamos el brazo hacia fuera puede provocar dolor o, en ocasiones, la subluxación o luxación del tendón de la corredera bicipital (test de Yergasson).

La exploración clínica, las radiografías, la ecografía en manos expertas y la RMN, con o sin contraste, permitirán identificar: lesiones del labrum superior o anterior, fracturas del troquín o troquiter, lesiones de los tendones del manguito rotador, inflamación y sinovitis, capsulitis (hombro congelado) u otras más raras.

La ecografía de alta resolución puede permitirnos distinguir entre cuadros de tendinopatía o sinovitis hipo o hipervascular (aquellos con una reacción marcada de proliferación de vasos que es muy dolorosa y requiere otro tipo de terapias: proloterapia). Esta es nuestra práctica común y aconsejada, por la ventaja de ver los vasos, porque es una técnica barata, no invasiva, rápida, que permite comparar con el lado sano y permite el seguimiento consulta a consulta.

Tratamiento

El tratamiento inicial será el reposo (evitar movimientos de flexión y elevación del hombro y brazo), frío local (2-3 veces al día) y antiinflamatorios (1-4 semanas).

No se aconseja la inmovilización, sólo evitar las maniobras dolorosas, no insistir en ellas. Si no hay una respuesta favorable se aconseja el tratamiento fisioterápico, como los estiramientos suaves en los casos mas leves, termoterapia, TENS, fonoforesis y la iontoforesis (sistemas utilizados para penetrar los esteroides en tejido inflamado sin una inyección).

Las técnicas avanzadas incluyen terapias mínimamente invasivas como las infiltraciones, guíadas mediante ecografía de alta resolución, con plasma rico en factores de crecimiento o con corticoides (en este caso mejor en la vaina que no en el tendón, para no dañarlo).

En las tendinosis crónicas o en las lesiones hipervasculares puede estar indicada la proloterapia (infiltración que destruye la reacción hipervascular aberrante que causa mas dolor) y la EPI (electrolisis percutánea intratisular), procedimientos que limpian o destruyen el tejido aberrante (colágeno o vascular) y ayudan, junto con las terapias biológicas, como el plasma rico en factores de crecimiento, a una mejor recuperación de la estructura original del tendón y reparación del colágeno dañado. Ocasionalmente, si existen calcificaciones, puede ser necesario utilizar ondas de choque extracorpóreas.

Superada la fase aguda, regenerado el tendón de sus alteraciones crónicas, y en ausencia de otras lesiones asociadas, que pudiesen obligar a una reparación quirúrgica, los pacientes han de entrar en un programa de rehabilitación y readaptación al esfuerzo, a la vida diaria o al deporte.

En el caso de los atletas esta fase es particularmente delicada para evitar nuevas lesiones, por lo que aconsejamos un seguimiento personalizado de su evolución para ir aumentando su actividad, combinando con otros ejercicios o deportes menos traumáticos y evitando los episodios de dolor excesivo.

El tratamiento quirúrgico se reserva para aquellos casos que no han respondido después de un periodo de, al menos, medio año de tratamientos no invasivos. Dependiendo del problema de fondo se repara este, se realizará una descompresión subacromial o una tenodesis, según el cuadro y edad del paciente.

Prevención

En términos generales las medidas que ayudan a prevenir las lesiones del bíceps incluyen un adecuado calentamiento previo a una actividad repetitiva, realizar ejercicios de elongación antes y después de la actividad, realizar ejercicios de fortalecimiento y evitar las actividades que provoquen dolor.

Estas medidas son de vital importancia para trabajadores manuales y deportistas que levantan peso excesivo o que realizan actividades repetitivas sobre el nivel del hombro. A su vez, estos últimos deben ser monitoreados para evitar la aparición de lesiones bicipitales por sobreuso.

Fuentes