Tenora (instrumento musical de viento)
Tenora  | ||
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mitad del siglo XIX | ||
La tenora es un instrumento aerófono de doble caña de la familia de las chirimías. Su nombre proviene de la economización de la expresión chirimía tenor, constituyendo uno de los instrumentos más característicos de la cobla y la sardana.
Historia
El perfeccionamiento de dicho instrumento y su introducción en la cobla fueron llevadas a cabo por José Ventura hacia la segunda mitad del siglo XIX. Por encargo del mismo Ventura, Andreu Toron la introduciría en Perpiñán y, tiempo después, Aureli Vila la llevaría consigo a México, a mediados del siglo XX.
En 1933 Josep Coll escribió el llamado Método de tenora y tible, obra base para el correcto manejo del instrumento, mientras que Julio Garreta escribiría lo siguiente sobre la tenora:
Se tocó en toda Europa desde la Edad Media hasta el siglo XVII. Desde entonces, ha sufrido una evolución aislada en Cataluña, donde se ha convertido en uno de los instrumentos más representativos de la música autóctona y verdadera protagonista en las sardanas. Parece que debe el nombre al instrumento a partir del cual evolucionó, la chirimía tenor.
Constitución
Tiene unos 85 centímetros de longitud y está formada por tres cuerpos: la pieza superior, la central y la campana, hecha de metal.
Suena gracias a la vibración de una lengüeta doble, de caña, fijada a un soporte. Posee también trece llaves tomadas del oboe para que el músico pueda interpretar diferentes notas. Como muchos otros instrumentos de madera de la cobla, está hecha con azufaifo, un arbusto autóctono del mar Mediterráneo bastante escaso, a excepción de la campana y las llaves, compuestas de metal.
Dentro de la formación de la cobla hay dos tenoras y se sitúan en la primera fila con el resto de los instrumentos de viento-madera. Vibra gracias a una doble caña. Se afina en si bemol y permite interpretar piezas desde el fa2 al sol5. Como es el instrumento más grave de su familia, las dos tenoras se colocan en el lado derecho.
La versión que conocemos hoy fue inventada a mediados del siglo XIX por el músico y constructor de instrumentos rosellonés Andreu Turon. Como era intérprete de oboe, aprovechó las mejoras introducidas poco antes en clarinetes y oboes para aplicarlas a la tenora. De esta manera se hizo más larga, se le añadió el sistema de llaves y la característica campana de metal.
Fue presentada públicamente en 1849 en Perpiñán. No se sabe a ciencia cierta si las mejoras del instrumento fueron un encargo de Pep Ventura, pero sí que tuvo un papel muy destacado en la reforma de la cobla durante aquellos años. Eso hizo que el uso de la tenora se extendiera por el resto del Principado al mismo ritmo que se introdujo en la nueva cobla. Además, el hecho de que Ventura fuera un gran intérprete de tenora podría explicar el papel de solista que se le reservó dentro de la formación.
Intérpretes
- Albert Martí.
- Aureli Vila.
- Enric Ortí i Martín.
- José Ventura.
- Jaume Vilà.
- Jordi Figaró.
- Jordi Molina.
- Josep Coll i Ligora.
- Josep Coll i Ferrando.
Actualización
El tiempo parece haberse detenido en la construcción de la tenora. Generación tras generación se mantiene en un ámbito artesanal poco propicio a los avances en diseño, mecánica y fabricación que han permitido el progresivo perfeccionamiento de instrumentos como la trompa, el oboe o la flauta. Mejorar y modernizar la tenora, sin traicionar su identidad sonora, es el reto que se ha marcado el equipo dirigido por Agulló, que aplica tecnología acústica y modelos matemáticos para crear el nuevo instrumento.
Corrección de fallas
No es fácil producir un buen sonido de tenora, un instrumento largo, de 85 centímetros, que se toca horizontalmente, complicado de sostener y con dificultades añadidas para articular las notas. El principal problema es que los agujeros del instrumento no están donde tendrían que estar desde el punto de vista acústico, y eso afecta la afinación y el timbre. Se puede corregir limando o reduciendo un poco los agujeros, pero como el cambio influye en todas las notas el método tradicional de retocarlos uno tras otro resulta muy lento.
Los modelos matemáticos permiten prever todos los cambios a la vez. Los defectos serán corregidos a través de los últimos conocimientos en acústica, mediante pruebas precisas que midan su identidad acústica y aplicando un modelo matemático que indique cómo ha de ser la columna del aire de su interior y la distribución y medida de los agujeros para obtener el sonido característico de la tenora, pero sin dificultades innecesarias.
