Virus de la inmunodeficiencia humana

Virus de la inmunodeficiencia humana
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Enfermedad muy importante y peligrosa entre los gatos que viven en libertad.
Taxonomía
FamiliaRetroviridae
GéneroGammaretrovirus
Patogenia
Enfermedades en animalesGatos

La inmunodeficiencia felina: Es un lentivirus, del tipo de los que causan la neumonía progresiva de las ovejas, la anemia infecciosa de los caballos, la artritis y encefalitis en las cabras y el SIDA en humanos. VLFe y VIF con frecuencia causan un tipo de enfermedad muy parecida, pero en sí mismos ambos virus difieren en muchos sentidos, por ejemplo en cuanto a su forma y aspecto: el VIF es un virus de forma alargada, mientras el VLFe es de forma circular.

Vías de transmisión

  • La mordida. Debido a que la saliva de un gato infectado de FIV contiene una gran cantidad de virus y con tan sólo una mordida se puede contagiar la infección.
  • El contacto social cercano. Ya que el virus se transmite mediante la saliva sin necesidad de que haya agresiones entre los miembros del grupo o de la colonia, mediante el acicalamiento o por el simple hecho de compartir el comedero y el cuenco del agua.
  • Los cachorros de gato pueden infectarse durante la gestación, o durante la lactancia, si la madre está infectada con el virus de la inmunodeficiencia felina, el problema aquí reside en que en los cachorros la infección no es tan fácil de confirmar porque tienen en su organismo anticuerpos maternos durante unos 4 meses. A diferencia del VIH parece que la transmisión por vía sexual no es relevante.

Síntomas

  • Fiebre.
  • Pérdida de apetito.
  • Manto (pelaje) empobrecido, sin brillo.
  • Infecciones e inflamación de encías (gingivitis).
  • Estomatitis.
  • Infecciones crónicas o recurrentes de la piel, del tracto urinario y del sistema respiratorio.
  • Diarrea persistente.
  • Inflamación del tejido conjuntivo (en algunos casos, no siempre aparece).
  • Pérdida de peso lenta pero progresiva que acaba en un grave enflaquecimiento a medida que avanza la enfermedad.
  • Incremento del riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, como linfomas (aunque ese riesgo siempre es mayor en el caso de gatos infectados de Leucemia).
  • Aborto y problemas reproductivos en gatas fértiles infectadas.
  • En algunos casos, aun no siendo tan frecuente: convulsiones, deterioro mental y otros desórdenes neurológicos.

Afectaciones en el gato

Una vez que el virus penetra en el cuerpo, después de la infección inicial, llega a los nódulos linfáticos donde puede reproducirse en los glóbulos blancos llamados linfocitos-T. En consecuencia, se produce un engrosamiento generalizado de los nódulos linfáticos, aunque este estado de la enfermedad generalmente pasa desapercibido para el propietario del animal, a no ser que dicho engrosamiento sea muy visible y evidente. Tiempo después quizá días, pero por lo general semanas o meses- el gato muestra síntomas como fiebre y un considerable descenso de leucocitos. Esta leucopenia se debe, fundamentalmente, a la falta de neutrófilos, los glóbulos blancos que protegen al gato contra las infecciones bacterianas, y también a la pérdida de esos linfocitos-T o células de ayuda que juegan un importante papel en la protección inmunológica. La anemia (bajo recuento de glóbulos rojos) también puede manifestarse, especialmente cuando la enfermedad ya está muy avanzada. Los gatos infectados pueden parecer normales durante años. Pero de pronto, cuando comience a mostrar signos de inmunodeficiencia, la capacidad del gato para autoprotegerse contra las infecciones se verá comprometida. La misma bacteria, virus, hongo o protozoo que los gatos normalmente encuentran cada día en el ambiente y que por lo general no afecta a su salud, puede causar una enfermedad muy grave en los gatos cuyo sistema inmunológico ha sido dañado por el VIF. Estas infecciones secundarias son responsables de la mayoría de signos clínicos asociados al VIF, y la principal causa de muerte en gatos VIF positivos.

Fuente