Arturo Montori y Céspedes

Arturo
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Doctor en Pedagogía.
NombreArturo Montori y Céspedes
Nacimiento28 de abril de 1878
La Habana, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento12 de junio de 1932
La Habana, Bandera de Cuba Cuba

Arturo Montori y Céspedes. Destacada personalidad del magisterio cubano. Doctor en Pedagogía y crítico literario. Director e investigador en el campo de la educación. Precursor de la llamada "Escuela Nueva" e impulsor de la enseñanza laica

Síntesis biográfica

Nace el 28 de abril de 1878 en La Habana, Cuba.

Desarrollo profesional

Profesor Auxiliar en la Escuela de Pedagogía. Pedagogo y crítico literario, fue profesor por oposición de la cátedra de Gramática, Composición, Literatura Española y Cubana de la Escuela Normal para Maestros de La Habana, donde llegó a ocupar su dirección. Fue precursor de la llamada "Escuela Nueva" e impulsor de la enseñanza laica.

Al regresar de España, obtuvo una plaza de maestro en un aula rural de Batabanó y llegó a ser inspector del distrito de Bejucal.

Impartió conferencias en las escuelas de verano en diferentes asignaturas y sedes del país. Formador de profesores.

Ejerció la enseñanza primaria y secundaria.

Combatió las escuelas privadas y de segregación racial.

Investigaciones científicas

Entre los años 1905 a 1913 escribe una serie de artículos sobre la enseñanza del dibujo que lo sitúan sobre la corriente spenceriana y paidológica.

Define el dibujo como la combinación del adiestramiento de la mano y la educación de la imaginación y el buen gusto.

De su artículo publicado en la Revista Cuba Pedagógica el 30 de diciembre de 1911, refiere sobre la enseñanza del Dibujo :

"...su gran alcance educador y sus innumerables aplicaciones prácticas son cada vez mejor apreciadas y en la actualidad, no hay exageración en decir que se encuentra colocada entre las que deben merecer una preferente atención por parte del maestro".

En la enseñanza primaria se le presta en ese entonces una especial importancia al Dibujo que llama la atención por el nivel de profundidad.

La orientación científica de la enseñanza cobraba conciencia en los hacedores de una pedagogía que comenzaba a perfilarse en las nuevas circunstancias históricas. La psicología educacional, unida a las teorías del aprendizaje y a las medicinas mentales aportaba al proceso educativo un instrumental, cuyas ventajas para la psiquis del niño y el adolescente no habían existido hasta entonces. A partir de este conocimiento podía proyectarse la formación del hombre y la identidad cultural desde la interioridad de su ser, previendo y modificando conductas. La concepción mecánica que primaba en este sentido, con el conductismo, proporcionaba bases endebles todavía -aunque históricamente representara un avance- para la penetración de la psiquis humana y de la psicología social de la nación.

Montori diseñaría la ficha individual por año que le permitía elaborar el historial psicológico completo del escolar. Propuso dos fichas:

  • La primera registraba los datos más elementales del escolar.
  • La segunda reflejaba las observaciones de carácter pedagógico y psicológico.

Estas fichas eran acompañadas de ocho trabajos realizados por el alumno, cuatro al principio y cuatro al final de las asignaturas de Lenguaje, Escritura, Aritmética y Dibujo, los cuales serían comparados para detectar progresos o retrocesos en el desarrollo intelectual.

Sobre los textos escolares, la historia y las ideas socialistas

Los libros de lecturas confeccionados por Arturo Montori encierran una sabiduría, que no resulta difícil imaginar cuán preparado podría salir el estudiante de aquellas aulas. Las lecturas de Montori combinaban a autores nacionales y de otros países, por tanto, los temas eran disímiles, desde la poesía de Gabriela Mistral hasta una anécdota sobre la vida del Padre Varela en Nueva York.

Al mismo tiempo, de acuerdo a las nuevas orientaciones de la educación, se rechazaba la avalancha de información que atropellaba el orden mental de los educandos. La racionalidad en las materias impartidas era observada por los pedagogos, cuyos estudios les hacían percibir las consecuencias funestas de la fatiga intelectual. Montori dedicaría, precisamente a este tema, su doctorado en Pedagogía.

En su ponencia, Reglamentación de las escuelas privadas (1917), presentada en la Fundación Luz y Caballero, proclamaba la urgencia de la enseñanza de la historia de Cuba en el fomento de los valores cívicos y la actitud intransigente frente a las posiciones antinacionales en la pedagogía.

Debe destacarse su recepción de las ideas socialistas que estremecían a sociedades como la rusa, la francesa, la italiana, entre otras. Sobre la difusión de las ideas socialistas entre los maestros de estos países, establecía:

"...Y se comprende que sea así: los maestros no son al fin y al cabo, más que una especie de proletarios, pues en verdad constituyen una de las clases más abatidas y humilladas de la sociedad (…) La buena nueva encuentra por dondequiera adalides y apóstoles, y como se ve, no son los maestros los últimos entre los que van a ocupar su lugar en las filas del ejército que se apresta a la lucha generosa por implantar en el mundo el reinado de la igualdad, de la paz y la justicia"

En su texto Modificaciones populares del idioma castellano en Cuba (1916), trataría el fenómeno de la marginalidad, los vicios y la vagancia persistente en el país; no es casual que cifrara esperanzas en un proyecto liberador como ese.

Muerte

Fallece el 12 de junio de 1932 en La Habana, Cuba.

Publicaciones

  • Escribió libros de texto, algunos en colaboración con Ramiro Guerra, como el Libro Cuarto y el Libro Quinto de Lectura.
  • También figuró entre los redactores del Libro de Cuba.
  • Director con Ramiro Guerra de la Revista Cuba Pedagógica.
  • Colaboró además en Letras, Nuestro Siglo, Revista Bimestre Cubana y Carteles.

Fuentes

  • Multimedia “Inolvidables Maestros del siglo XX en Cuba”, Asociación de Pedagogos de Cuba, 2005. Consultada el: 27 de abril de 2011
  • La fatiga intelectual, Habana, Imprenta de Cuba pedagógica, 1913.
  • Medición de la fatiga, Cuba Pedagógica, 15 de mayo de 1913.
  • El patriotismo y la escuela, Cuba Pedagógica, 1 de julio de 1913.
  • Ideales de los niños cubanos, Imprenta de Cuba pedagógica, La Habana, 1914.
  • Influencias de las ideas filosóficas en la educación, La Habana, Cuba Pedagógica, 1920.
  • Informe rendido acerca del funcionamiento de las hige schools o escuela de la enseñanza secundaria, Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes, La Habana, 1926.
  • Tipos de apercepción en un grupo de niñas cubanas, Moderna Poesía, La Habana, 1915.
  • Modificaciones populares del idioma castellano en Cuba, La Habana, Imprenta de Cuba pedagógica, 1916.
  • Reglamento de las escuelas privadas, 1917.
  • El problema de la educación nacional, Cuba Pedagógica, La Habana, 1920.
  • La enseñanza secundaria en Cuba: reformas que necesita, Moderna Poesía, La Habana, 1921.
  • Modificaciones populares del idioma castellano en Cuba, Cuba Pedagógica, La Habana, 1916.
  • El feminismo contemporáneo, Moderna Poesía, La Habana, 1922.
  • Libro Segundo de Lectura, La Moderna Poesía, La Habana, 1924.
  • Libro Tercera de Lectura, La Moderna Poesía, La Habana, 1924.
  • ……………y Guerra Ramiro: Libro Cuarto de Lectura, Cuba Pedagógica, La Habana, 1921.
  • Libro Quinto de Lectura, Cuba Pedagógica, La Habana, 1923.
  • ………………………y Guerra Ramiro, Libro Cuarto de Lectura, La Moderna Poesía, La Habana, 1925.
  • El tormento de vivir, La propagandista, La Habana, 1923.
  • Libro primero de lenguaje, Segunda edición cultural, La Habana, 1927.
  • Libro primero de lenguaje, La Moderna Poesía, La Habana, 1925.
  • Libro segundo de leguaje, La Moderna Poesía, La Habana, 1925