Cintio Vitier Testimonios
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Testimonios 1953-1968. En el presente libro de poesía, el autor refleja varias poesías incluyendo Canto llano, Palabras de Nicodemo, El apócrifo, No me pidas, Los peregrinos de Meaux. Entre ellos se destaca la poesía ‘’’Faltabas tú, poeta. La injusticia... ’’’ dedicado a Antonio Guerrero, escrito el 28 de diciembre de 2001 y la poesía dedicada a su esposa ‘’’Ahora que empieza a caer, del cielo...’’’, entre otras.
Datos del autor
Poeta, ensayista, narrador y crítico cubano nacido en Cayo Hueso, Florida, en 1921. Doctorado en Leyes, ha ocupado importantes cátedras en la Escuela Normal para Maestros de La Habana y en la Universidad Central de Las Villas. Es Doctor Honoris Causa de la Universidad de La Habana, de la Universidad Central de Las Villas y de la Universidad Soka de Japón.
Su poesía descrita por él mismo como "el testimonio de un silencio que ha querido expresarse", constituye un valioso aporte a las letras hispanas. «La voz arrasadora», «Examen del maniqueo» «Compromiso» y «Torre de marfil, son algunas de sus mejores piezas poéticas. Obtuvo numerosas distinciones entre las que sobresalen: el Premio Nacional de Literatura en 1988, el Premio Juan Rulfo en el año 2002, el título de Oficial de Artes y Letras de Francia y la medalla de la Academia de Ciencias de Cuba. Falleció el 1° de octubre de 2009.
Poesías que contiene
- Ahora que empieza a caer, del cielo...
- Algo le falta a la tarde...
- Calendario
- Canción
- Donde la brisa...
- El aire
- El desposeído
- Estamos
- Examen del maniqueo
- Faltabas tú, poeta. La injusticia...
- La hoja
- La luz del cayo
- La obra...
- La voz arrasadora
- Lejos
- Los límites futuros
- Más rápido que el tiburón lejano
- Nada serán mis palabras...
- Noche de Rosario
- Palabras a la aridez
- Palabras de Nicodemo
- Pienso en la santidad de los lugares...
- Preludios
- Respuesta al examen del maniqueo
- Sedienta cita
- Trabajo
- Último epitalamio
- Un extraño honor
- Un golpe de recuerdos te modela...
Poesías
Faltabas tú, poeta. La injusticia...
Para Antonio Guerrero
Faltabas tú, poeta. La injusticia
no podía omitirte en su venganza:
ella sabe con lúcida impudicia
lo que el amor a la belleza alcanza.
Mas no le importa. Su misión inicia
creyendo que encadena la esperanza,
que prostituye el verbo a la avaricia,
que entrega a mercaderes la balanza.
Tú en cambio tienes la risa de tu hijo,
la fuerza de tu madre, la palabra
del que por siempre a los cubanos dijo:
Solo será posible lo imposible.
Salud, Antonio. Tu alegato labra
la estrofa de los cinco, ya invencible.
28 de diciembre del 2001