Desertificación

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Concepto:A los efectos de la Convención Internacional de Lucha contra la Desertificación, se califica por "desertificación" la degradación de las tierras de zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas resultante de factores tales como las variaciones climáticas y las actividades humanas.

Desertificación. A los efectos de la Convención, se califica por "desertificación" la degradación de las tierras de zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas resultante de factores tales como las variaciones climáticas y las actividades humanas.

Desertificación

A los efectos de la Convención, se califica por "desertificación" la degradación de las tierras de zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas resultante de factores tales como las variaciones climáticas y las actividades humanas. Se entiende por "lucha contra la desertificación", las actividades que forman parte de un aprovechamiento integrado de la tierra de las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas para el desarrollo sostenible y que tiene por objeto la prevención o la reducción de la degradación de las tierras; la rehabilitación de tierras parcialmente degradadas y la recuperación de tierras desertificadas. Define por "zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas", aquellas zonas en la cuales la proporción entre la precipitación anual y la evapotranspiración potencial está comprendida entre 0,05 y 0,65, excluidas las regiones polares y subpolares; por "zonas afectadas" se entiende las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas afectadas o amenazas por la desertificación; por "países afectados" se entiende los países cuya superficie incluye, total o parcialmente, zonas afectadas. La desertificación se convirtió en noticia antes que tuviera una definición y los métodos que supuestamente la controlaban, fueron descritos mucho antes que se la entendiera como un proceso susceptible a respuesta práctica humana. En consecuencia, la literatura popular está llena de informaciones erradas, mitos, exageraciones y, frecuentemente, las "curas" sugeridas intensifican el fenómeno, no lo mitigan. Aún más, puede ser un proceso bien natural, bien causado por el hombre y, por lo tanto, es uno de los peligros naturales más susceptibles de ser mitigados por quienes planifican, implementan o manejan los esfuerzos de desarrollo regional. La definición de desertificación ha sido un problema permanente. De acuerdo con la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desertificación (UNCOD, 1977), se trata de "la reducción o destrucción del potencial biológico del terreno que puede crear condiciones análogas a un desierto natural". En diferentes áreas y en diferentes poblaciones, puede significar (1) la degradación de tierras de pastoreo, (2) la destrucción de cubierta vegetativa, (3) la erosión de vientos y traslado de dunas de arena, (4) la conversión de tierras productivas en terreno "eriazo", y (5) la degradación de la vegetación y de los suelos (Dregne, 1983). Mabbutt (1977) se refiere a la extensión de condiciones de desierto más allá de los linderos del desierto mismo y la intensificación de condiciones del desierto dentro de la demarcación del desierto. La definición usada por Gredne mismo (1983) comprende el empobrecimiento de los ecosistemas terrestres bajo el impacto del hombre, el deterioro del ecosistema medido por el menor volumen de las cosechas, alteraciones indeseables de la biomasa y de la diversidad de fauna y flora, y mayores peligros para la habitabilidad humana. Así, se siente que la desertificación es un proceso de "degradación de recursos" aunque sus causas percibidas puedan cubrir una amplia variedad de actividades incluyendo construcción de caminos, construcciones industriales, estudios geológicos, minería, construcciones de asentamientos, irrigación, transporte motorizado, sobrepastoreo, deforestación, expansión de extensos cultivos comerciales, mal manejo de pozos de agua, y asentamiento en terrenos de poblaciones que anteriormente fueron nómadas.

Factores principales que influyen sobre el peligro de desertificación

  1. Precipitación y la ocurrencia de sequías
  2. La evapotranspiración potencial (PET)
  3. Vientos
  4. Textura de suelos
  5. Forma del terreno
  6. Usos de la tierra
  7. Manejo de la tierra

Día Mundial de la lucha contra la desertificación

El 19 de diciembre de 1994 la Asamblea General proclamó el 17 de junio Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía (resolución 49/115) para sensibilizar a la opinión publica respecto a la necesidad de la cooperación internacional en la lucha contra la desertificación y los efectos de la sequía, y a la aplicación de las disposiciones de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (UNCCD).

Ese mismo año, en ese día se había aprobado la Convención de las Naciones Unidas de lucha contra la desertificación en los países afectados por sequía grave o desertificación, en particular en África. Se invitó a los Estados a que dedicaran el Día Mundial a sensibilizar la opinión pública respecto de la necesidad de cooperación internacional para luchar contra la desertificación y los efectos de la sequía y respecto de la aplicación de la Convención de las Naciones Unidas de lucha contra la desertificación.

Desde diciembre de 1996, cuando la UNCCD entró legalmente en vigor, 165 países ratificaron la Convención, comprometiéndose así legalmente con los enfoques innovadores para el desarrollo de tierras secas que promueve la Convención. El objetivo de la Convención es: "luchar contra la desertificación y mitigar los efectos de la sequía…, mediante la adopción de medidas eficaces en todos los niveles, apoyadas por acuerdos de Cooperación y Asociaciones Internacionales, en el marco de un enfoque integrado acorde con el Agenda 21, para contribuir al logro del desarrollo sostenible en las zonas afectadas".

El elemento esencial de la Convención es la preparación por los gobiernos y los países de programas de acción nacional, subregionales y regionales en colaboración con los donantes, la población local y los ONG'S. El objetivo de un enfoque innovador de "abajo a arriba" mediante la participación de las comunidades afectadas por la sequía, con enfoque de género en la adopción de decisiones es facilitar la eficaz aplicación de la Convención en los territorios afectados.

Mitigación de este proceso

La creación de una cultura de la prevención

La cultura de la prevención requiere un cambio en las actitudes de los gobiernos y de la población a través de mejores incentivos. La población joven puede desempeñar un papel clave en este proceso. La evidencia de una cantidad cada vez mayor de estudios de caso demuestra que las poblaciones de las tierras secas, actuando sobre la base de una larga experiencia y de una activa innovación, pueden adelantarse a la desertificación mediante la mejora de las prácticas agrícolas e un incremento de la movilidad del pastoreo de una manera sostenible.

El manejo integrado de la tierra y del agua son métodos clave de prevención.

Todas las medidas que protegen los suelos contra la erosión, la salinización y otras formas de degradación del suelo de hecho previenen la desertificación. La sobreexplotación de las plantas, apisonamiento de suelos y prácticas no sostenibles de la irrigación que exacerben la vulnerabilidad de las tierras secas. El mantenimiento de las prácticas de manejo para el almacenamiento de agua durante los episodios de precipitaciones intensivas también ayuda a prevenir la escorrentía que arrastra la fina y fértil capa superficial del suelo que es la que retiene la humedad. La mejora de la recarga del agua subterránea a través de la conservación del suelo y el agua, la revegetación en las cabeceras y ampliando la superficie ocupada por las inundaciones puede crear reservas de agua para el uso durante los períodos de sequía

La protección de la cubierta vegetal puede ser un instrumento importante para prevenir la desertificación.

El mantenimiento de la cubierta vegetal para proteger el suelo contra la erosión del viento y del agua es una medida preventiva clave. La cubierta vegetal correctamente mantenida también previene la pérdida de servicios de los ecosistemas durante los episodios de sequía. Puede ocasionarse una merma de la precipitación si se pierde la cubierta vegetal debido al exceso de cultivo, de pastoreo, de recolección de plantas medicinales, de la tala de árboles, o a actividades de minería. A esto se agrega generalmente el efecto de la escasa evapotranspiración de superficie y de sombra.

La desertificación puede también evitarse creando oportunidades económicas en centros urbanos en las tierras secas y en áreas fuera de ellas.

Los cambios en el conjunto de los arreglos económicos e institucionales que crean nuevas oportunidades para que las personas se ganen su sustento podrían ayudar a aliviar las presiones actuales subyacentes en los procesos de desertificación. El crecimiento urbano, cuando se lleva a cabo con el adecuado planeamiento y suministro de servicios, infraestructura e instalaciones puede ser un factor fundamental para aliviar las presiones que causan la desertificación de las tierras secas. Esta visión es pertinente al considerar el crecimiento proyectado de la fracción urbana en las tierras secas, la cual aumentará alrededor de un 52% para 2010 y al 60% para 2030

Desertificación en Cuba

En Cuba sus principales causas están relacionadas con el inadecuado uso del agua para el riego, las tecnologías no sostenibles de laboreo agrícola, el mal manejo de la ganadería y la deforestación.

Estudios realizados por el Instituto de Suelos, indican que un 46 y 30 por cientos de los suelos agrícolas de la Isla se clasifican en muy poco y poco productivos, respectivamente. De modo, que constituye un serio factor limitante para la seguridad alimentaria del país, por cuanto esas áreas no permiten expresar el potencial productivo de las especies cultivables en más de un 60 por ciento.

Cuba cuenta con una Estrategia y un Programa Nacional de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, que se basan en la integración de los Organismos de la Administración Central del Estado y con una fuerte participación de entidades académicas y organizaciones de la sociedad civil. Su propósito es la implementación de actividades y acciones encaminadas a prevenir, mitigar, detener y enfrentar la desertificación y la sequía, y recuperar el rendimiento de las áreas degradadas.

Véase también

Enlace externo

Fuentes