Dispraxia


Dispraxia
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Discapacidad que afecta a los movimientos corporales y a la coordinación.
Región de origen:Neuronas cerebrales

Dispraxia. Es conocida también como el Síndrome del niño torpe, porque quienes la padecen suelen tener cierta torpeza y lentitud al ejecutar movimientos coordinados tales como hablar, recortar con tijeras, escribir, abotonarse, atarse los cordones de los zapatos, etc.

También se le conoce con otros nombres como disfunción motriz, desorden de la coordinación del desarrollo o dificultades moto-perceptuales.

Causas

No hay causas totalmente establecidas. Puede deberse a una inmadurez en el desarrollo de las neuronas o ser ocasionada por traumatismos, enfermedades o una lesión cerebral, por lo que puede aparecer en cualquier etapa de la vida.

Síntomas

Debilidad motriz generalizada que impide terminar movimientos que exigen cierta coordinación.

Existen diferentes formas de dispraxia: verbal (trastornos del habla), hiperactividad, trastornos del aprendizaje, trastornos motores o visuales, trastornos afectivos o de comportamiento

Diagnóstico y tratamiento

Generalmente la dispraxia se detecta en nivel preescolar y el diagnóstico se realiza dentro del campo neurológico y motor.

Cuando se identifica tempranamente el problema se logran minimizar los síntomas.

Un psiquiatra podría prescribir medicación con antidepresivos o ansiolíticos y el neurólogo o pediatra pueden ordenar una tomografía computada u otros análisis.

Los tratamientos de la dispraxia están encaminados a mejorar las limitaciones que presenta el niño, con el fin de integrarlo en las actividades grupales. Dicha tarea requiere de la ayuda de padres, maestros, fonoaudiólogos, terapeutas ocupacionales, pediatras, etc.

No poder realizar ciertas actividades, pueden provocar frustración en el niño, por ello conviene aplicar técnicas de mejora de la autoestima y enseñarles a manejar y encauzar emociones.

Aprender a tocar un instrumento, subir y bajar escaleras, jugar con plastilina, cortar con tijeras, escribir y pintar son ejemplos de actividades que pueden ayudar al niño con problemas de la coordinación y equilibrio.

En el caso de la dispraxia verbal, se recomienda realizar una serie de ejercicios con la lengua.

Existen materiales educativos que pueden ser empleados en la recuperación de praxias, especialmente en el ámbito escolar.

Posibles complicaciones

La dispraxia puede combinarse a veces con dislexia (trastorno del aprendizaje) o dislalia (problema del habla).

El problema se agrava cuando padres, familiares y educadores privan a los niños de estímulos que podrían ayudarles a mejorar. Es por ello que estas personas deben adquirir la formación necesaria para comprender y ayudar al niño, estimularle y enseñarle habilidades.

Fuentes