Parálisis cerebral infantil

Parálisis Cerebral
Información sobre la plantilla
Niña.JPG
Clasificación:Niña con Parálisis Cerebral, afectando la vía motora con una hemiparecia izquierda.

Parálisis cerebral infantil es un trastorno no progresivo del movimiento de la postura debido a la lesión y daño cerebral. Afecta un gran número de infantes y produce un significativo efecto psicológico en los padres. Los niños con PC típicamente pueden necesitar varios tipos de terapia, incluyendo: Terapia Física y Rehabilitación la cual ayuda al niño a desarrollar músculos más fuertes en todo el cuerpo.

Resumen

Durante el período madurativo del sistema nervioso central pueden presentarse determinadas influencias que provoquen daños en el mismo, ya sea en las etapas en que el niño se está formando en el vientre de su madre, en el momento de nacer o después. Cuando esto ocurre específicamente en el cerebro, pueden aparecer trastornos motores, psíquicos, conductuales, auditivos, ópticos o del lenguaje, pudiendo llegar a constituirse en un grupo de síndromes que originan retardo en el desarrollo psicomotor entre los que se encuentra la Parálisis Cerebral.

La parálisis cerebral es la primera causa de invalidez en la infancia.

Durante los años 1860, el cirujano inglés de nombre William Little escribió las primeras descripciones médicas de un trastorno enigmático que afligía a los niños en los primeros años de vida, causando rigidez y espásticidad de los músculos de las piernas y en menor grado de los brazos. Estos niños tenían dificultades agarrando objetos, gateando y caminando. A medida que crecían su condición no mejoraba o empeoraba. Esta condición, se nombró por muchos años como la enfermedad de Little.

Debido a que muchos de estos niños nacieron después de un parto complicado, Little sugirió que su condición resultó por la falta de oxígeno durante el parto. Ejemplo: niños prematuros, nacidos en presentación pelviana, partos prolongados, niños con llantos demorados. Él propuso que la falta de oxígeno causa daño a tejidos susceptibles en el cerebro que controlan el movimiento. Pero en 1897, el famoso médico Sigmund Freud no estuvo de acuerdo. Al notar que los niños con parálisis cerebral a menudo tenían otros problemas como retraso mental, disturbios visuales y convulsiones, Freud sugirió, que a veces el trastorno puede tener sus raíces más temprano en la vida, durante el desarrollo del cerebro en el vientre.

A pesar de las observaciones de Freud, la creencia de que las complicaciones del parto causan la mayoría de los casos de parálisis cerebral fue muy difundida entre los médicos, las familias y aun los investigadores médicos hasta recientemente.

Sin embargo, en los años 1980, los científicos analizaron los datos extensos de un estudio gubernamental de más de 35,000 partos y se sorprendieron al descubrir que tales complicaciones expliquen sólo una fracción de los casos, probablemente menos del 10 por ciento. En la mayoría de los casos de parálisis cerebral no se encontró causa alguna.

Parálisis Cerebral

La parálisis cerebral es un término abarcador usado para describir a un grupo de trastornos crónicos que aparecen durante los primeros años de vida los cuales disminuyen el control de movimiento, y que por lo general, no empeoran con el tiempo.

La Parálisis Cerebral es la incapacidad física más frecuente en la infancia y puede ser muy severa. La identificación de los bebés con esta afección bien temprano en la vida, les da a éstos la mejor oportunidad de desarrollarse al máximo de sus capacidades. La literatura revisada plantea que tiene una prevalencia de 1 a 2 por mil nacidos vivos según estadísticas mundiales. Pero el impacto emocional, financiero y de discapacidad física que involucra al afectado como a todas las personas que lo rodean y cuidan es enorme.

La parálisis cerebral no se puede curar, pero a menudo el tratamiento puede mejorar las capacidades del niño. De hecho, el progreso debido a la investigación médica señala que muchos pacientes pueden gozar de vidas casi normales si sus problemas neurológicos están adecuadamente controlados. No hay ninguna terapia estándar que funcione bien para todos los pacientes. Por eso, el médico debe primero trabajar con un equipo de profesionales en la identificación de las necesidades únicas del niño y sus dificultades, para entonces crear un plan de tratamiento individual que las atienda.

Algunos métodos que pueden incluirse en el plan de tratamiento son el uso de fármacos para controlar convulsiones y espasmos musculares, aparatos especiales para compensar la falta de equilibrio muscular, cirugía, ayuda mecánica para la incapacidad, consejería al paciente para aliviar problemas psicológicos y emocionales, y terapia física, ocupacional, del habla y de conducta. Por lo general, mientras más temprano se empieza el tratamiento, mayor es la posibilidad de que el niño supere las incapacidades de desarrollo o de que aprenda formas nuevas de completar tareas difíciles.

La terapia Física y Rehabilitación como eslabón fundamental en el tratamiento de la PC

En 1862, William J. Little, un ortopédico de Londres descubrió 47 casos de niños a los que llamó como rigidez espástica y no hay dudas que esos niños son los que les llamamos PC. Little está convencido y convenció a muchos médicos, que el origen de los afectados motores que el observó y que caracterizan a los PC, se debían a circunstancias generalmente del nacimiento.

Desde esa época y con pocas variaciones su hipótesis fue aceptada hasta hace pocos años por todos los investigadores y médicos. Los estudios realizados durante el Proyecto Nacional Colaborativo Perinatal en EUA, demostraron que las anormalidades señaladas por Little solo explicaban una minoría de casos de PC, y que más bien esas anormalidades eran la consecuencia de una real etiología prenatal, que ya había sido emitida por Frend en 1897, pero que nadie le hizo caso.

La terapia física usualmente comienza en los primeros años de vida, inmediatamente después del diagnóstico. Los programas de terapia física utilizan combinaciones específicas de ejercicios para lograr dos metas importantes: prevenir el deterioro o debilidad de los músculos como resultado de la falta de uso (llamado atrofia por falta de uso) y evitar la contractura, en la cual los músculos se inmovilizan en una postura rígida y anormal.

La contractura es una de las complicaciones más comunes y graves de la parálisis cerebral. Pues limita el movimiento de las articulaciones y puede interrumpir el balance y causar la pérdida de habilidades motores previas.
La terapia física sola o combinada con aparatos especiales (a veces llamados aparatos ortopédicos), logra prevenir esta complicación a base de estirar los músculos espásticos.

La tercera meta de algunos programas de terapia física es mejorar el desarrollo motor del niño. Un programa de uso común en la terapia física que logra esta meta es la técnica Bobath, llamada en honor a una pareja pionera de este método en Inglaterra.

Este programa se basa en la idea de que los reflejos primitivos retenidos por muchos niños con parálisis cerebral presentan dificultades mayores para aprender el control voluntario. El terapeuta que utiliza la técnica de Bobath procura contrarrestar estos reflejos poniendo al niño en un movimiento opuesto. Así, por ejemplo, si un niño acostumbra tener su brazo en flexión el terapeuta lo extiende repetidamente.

El segundo método de terapia física es el de hacer "patrones" el cual se basa en el principio de que las destrezas motores deben enseñarse en la misma secuencia que se desarrollan normalmente. En este método el terapeuta guía al niño con problemas motores a lo largo del camino de desarrollo motor normal. Por ejemplo, sin considerar la edad del niño, primero se le enseña movimientos elementales como impulsarse para ponerse de pie y gatear antes de enseñarle a caminar. Algunos expertos y organizaciones, incluyendo la Academia Americana de Pediatría, han expresado reservas hacia el método de "patrones" porque no hay estudios que documenten su utilidad.

Usualmente, la terapia física es sólo uno de los elementos de un programa de desarrollo infantil que incluye también esfuerzos para proveer un ambiente estimulante y variado. Al igual que todos los niños, el niño con parálisis cerebral necesita de nuevas experiencias e interacción con el mundo a su alrededor para poder aprender.
Programas de estímulo pueden llevar esta experiencia de sumo valor al niño que no puede físicamente explorar por si mismo. Cuando el niño con parálisis cerebral alcanza la edad escolar, el énfasis de la terapia se distancia del desarrollo motor temprano. Entonces, los esfuerzos se concentran en la preparación del niño para el aula, ayudando así al niño a dominar las actividades de la vida diaria y aumentar al máximo su capacidad de comunicación.

En terapia ocupacional, el terapeuta trabaja con el niño para desarrollar destrezas tales como comer, vestirse o usar el baño. Esto puede reducir las exigencias a los encargados de cuidarlos y aumentar la confianza de los niños en sí mismos y su autoestima. Para los niños con dificultades al comunicarse, la terapia del habla identifica las dificultades específicas y trabaja para superarlas a través de un programa de ejercicios. La terapia del habla puede también ser usada para ayudar al niño a usar aparatos especiales de comunicación tal como una computadora con sintetizador de voz.
La terapia ya sea para el movimiento, el habla o tareas prácticas es la piedra angular del tratamiento para la parálisis cerebral.

Objetivos Generales de la PC

Aumentar los arcos articulares y disminuir la espásticidad creando en el paciente las condiciones favorables para integrarlo a la sociedad, con el mínimo de deficiencia posible.

Objetivos Específicos de la PC

Crear habilidades y funciones que le permita al paciente lograr la bipedestación y la ambulación.

Etiología

Es necesario insistir en las causas de la PC, ya que hace relativamente pocos años han persistido grandes errores. Hoy nadie duda que la hipoxia sea un factor etiológico, pero la mayoría de los PC no se deben a los factores o hechos relacionados con el nacimiento o anoxia, sino más bien a factores prenatales. Se aclara también que la hipoxia o la anoxia con isquemia, debe ser severa de 2do grado según la clasificación de Sarnats.

Otras etiologías han sido invocadas, el pretérmino con hemorragia intraventricular, el íctero nuclear por incompatibilidad materno-infantil, las infecciones prenatales y pos-natales del SNC, los traumas, en realidad la 7ma parte de los PC permanecen sin una causa evidente.

La esperanza final de superar la parálisis cerebral está en la prevención.

Clasificación de la PC

Se ha intentado clasificar los PC desde el punto de vista clínico de acuerdo con la localización de la lesión en el SNC.

Primero: Cuando se afecta la corteza motora o las vías corticospenales, se produce una PC espástica.

Segundo: Cuando la lesión se produce en los ganglios basales o en las vías extrapiramidales, se produce la PC discinética o extrapiramidal.

Tercero: Cuando se origina en el cerebro, produce la PC atáxica, que es discutida.

La parálisis espástica puede a su vez según su topografía clasificarse en:

1. Monoplejica (un solo miembro afectado).
2. Hemiplejica (afectando brazo y pierna del mismo lado).
3. Triplejia (afecta 3 miembros).
4. Cuadriplejia (afecta los 4 miembros).
5. Diplejia (afecta los 4 miembros).
6. Paraplejia( afecta los 4 miembros, más los inferiores que los superiores).

La PC discinética se caracteriza en los siguientes:
Atetósica Distónica
Coreica Coreoatetósica

Manifestaciones Clínicas

Signo Neurológico:

1. La PC espástica sea cual sea su localización topográfica presenta en su conjunto los signos: Espasticidad (hipertonía), hirreflexia, clones, Babinski, o sea, signos de lesión de neurona motora superior.

2. La PC cuadriplejia es la más severamente afectada y se asocia al retraso mental de moderado a profundo, retardo del desarrollo motor, microcefalia, ataques epilépticos y signos bulbares.

La parálisis diplejica es menos severa y se caracteriza con una afectación de los 4 miembros que están menos afectados, a veces existe una hiperreflexia sin pérdida de la función, con menos frecuencia esta PC se acompaña de ataques epilépticos y retraso mental severo o profundo.

3. La PC discinética se caracteriza por signos extrapiramidales, movimientos involuntarios, sobre todo del tipo coreoatetósico o distónico con rigidez hipertónica en forma de ruedas dentadas. Los reflejos tendinosos, los clones y el babinski pueden estar ausentes, pero con frecuencia la PC presenta lesiones de corteza motora y pueden mostrar signos de neurona motora superior.

Tratamiento

Los afectados de PC pueden ser reducidos mediante tratamiento temprano y continuo.

Muchos niños aprenden como hacer que sus cuerpos funcionen de otra manera. Por ejemplo: un bebé que no puede gatear por causa de una PC podría aprender a moverse por medio de rolar, arrastrarse de un lugar a otro, etc.

Los niños menores de 3 años pueden beneficiarse grandemente al recibir servicios de intervención temprana, es un sistema de servicios de apoyo para bebés y niños pequeños con discapacidades y para su familia. Los niños con PC típicamente pueden necesitar varios tipos de terapia, incluyendo: Terapia Física y Rehabilitación la cual ayuda al niño a desarrollar músculos más fuertes en todo el cuerpo.

El niño adquiere en un gran porciento una habilidad, destreza y equilibrio que logra rolar, sentarse y hasta caminar. Se puede destacar que la mecanoterapia como una de las técnicas empleadas en la Rehabilitación, nos ayuda a cumplimentar todo lo anteriormente expuesto con la escalera, bicicleta, agilidad en barra, bipedestador, desarrollo del equilibrio en el colchón, etc.

La patología del habla, el lenguaje incorpora en el niño destreza para la comunicación; el niño puede trabajar en particular en el habla, la cual podría ser difícil debido a problemas con el tono muscular de la lengua y garganta. El niño podría encontrar útil una variedad de equipos especiales, ejemplo: los zapatos ortopédicos pueden ser usados para mantener el pie en el lugar correcto, cuando está de pie o camina; tablillas hechas a la orden pueden proporcionar apoyo para ayudar al niño al usar las manos. Además hay disponible una variedad de equipos y juguetes adaptados para jugar y divertirse mientras hacen trabajar sus cuerpos.
Actividades tales como nadar o equitación pueden ayudar a fortalecer los músculos más débiles y relajar aquellos que están más rígidos. Siempre se están desarrollando nuevos tratamientos médicos. A veces cirugías, inyecciones de Botox y otros medicamentos para ayudar a disminuir los efectos de la PC, aunque no hay cura.

Consejos para padres

Conocer sobre la enfermedad, mientras más conoce, más puede ayudarse usted y a su hijo.

Sea creativo: Pregúntese como puede motivar al niño a un aprendizaje activo y práctico. Busque expertos dentro y fuera de la escuela que le puedan ayudar también, recuerde que los padres también son expertos, ellos pueden decir mucho sobre las necesidades especiales y habilidades del niño. En este caso a los padres se le orienta cuando van a la consulta de neurodesarrollo, que al niño se le debe hablar mucho, relatarle cuentos, llamarlo por su nombre, pasearlo, ver la TV, aunque parezca que no la escucha es una falsa idea que usted se hace.

Recuerde que la autoestima del niño depende de lo que usted pueda proporcionarle, enseñarle, colaborando para que su bebé pueda integrarse lo mejor posible al entorno que le rodea. Y tener presente que siempre que sea posible integrarlo a la vida en la sociedad
Y no olvide que el amor todo lo puede, todo lo alcanza, todo lo soporta, porque este nunca deja de ser

Trabajo en equipos. Beneficios

El trabajo en equipos es esencial para el niño, el equipo debe combinar el conocimiento en cuanto a planificar, implementar y coordinar los servicios. Es importante que todos compartan información y hagan preguntas. El padre, los maestros, especialista de oftalmología, logofoniatría, fisiatra, psicólogo, fisioterapeuta, terapia ocupacional y otros según la necesidad del niño. Se hace necesario que tengan toda la información vital para formular el programa de actividades para el niño.

Fuentes