Robert Christian Hansen

Robert Christian Hansen
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Ciudadano estadounidense que fue un asesino en serie conocido como el depredador de Alaska, buscaba mujeres bellas que se dedicaban al baile exótico y a la prostitución para dejarlas correr por el bosque y luego matarlas.
NombreRobert Christian Hansen
Nacimiento15 de febrero de 1939
Estherville, Iowa
Fallecimiento21 de agosto de 2014
Centro correccional Spring Creek
Causa de la muerteEnfermedad
ResidenciaAnchorage, Alaska
NacionalidadNorteamericano
Otros nombresEl depredador de Alaska, El panadero carnicero
CiudadaníaNorteamericano
OcupaciónPanadero, propietario de una panadería, cazador
Conocido porAsesino en serie

Robert Hansen, asesino de prostitutas, conocido también como el depredador de Alaska, buscaba mujeres bellas que se dedicaban al baile exótico y a la prostitución para dejarlas correr por el bosque y asesinarlas.

Infancia de Robert

Robert Christian Hansen nació el 15 de febrero de 1939 en Estherville, Iowa. Hijo de un cocinero de origen Danés, paso una infancia muy difícil al lado de su padre que lo obligaba a trabajar largas horas en el negocio de la familia. Al llegar a la adolescencia el severo acné que padeció se sumó al marcado tartamudeo que tenía. Era el perfecto objeto de las burlas y los abusadores de siempre en la escuela. Quienes se acuerdan de él, lo veían como un sujeto solitario que jamás socializaba con nadie. A pesar de haber nacido zurdo, sus padres lo obligaron siempre a usar la mano derecha, imposición que incrementaba la presión y el estrés en que vivía.

Vida

A pesar de todo lo anterior, en 1960 se casó con una muchacha pero su matrimonio no duró mucho. El 7 de diciembre del mismo año con el objetivo de vengarse por rencillas contra los pobladores de Pocahontas, fueran estas reales o imaginarios, Hansen obligó a un empleado del negocio de la familia a que lo ayudara a incendiar un garaje del autobús de la escuela. Este joven de 16 años tuvo la entereza suficiente de delatarlo. Fue sentenciado a una pena de 3 años en prisión, a los 6 meses su esposa tramitó el divorcio. Luego le fue otorgada la libertad condicional cumplidos 20 meses.

No pasaron muchos meses para que Robert Hansen se casara otra vez. De acuerdo a los estudios psicológicos que le fueron practicados, Hansen era de personalidad infantil y obsesiva. Y después de lo del incendio ahora había adquirido la afición por robar. Carecía de necesidades, así que lo hacía por la emoción momentánea del hurto. A pesar de que fue descubierto en sus pillerías, nadie hizo olas y no se levantaron cargos.

En 1967 los Hansen decidieron comenzar una nueva vida y se movieron a Alaska, a la ciudad de Anchorage. Ahí de nuevo continuaron los problemas de Robert, esta vez fue acusado de robar una sierra eléctrica. Fue sentenciado a 5 años de prisión y nuevamenten fue estudiado por doctores, quienes diagnosticaron que Hansen padecía de trastorno bipolar, y que requería terapia a base de litio para controlar sus violentos cambios de humor.

Una vez fuera de la cárcel, prosiguió su vida matrimonial. Ya era padre de dos hijos cuando ideó una curiosa manera de hacerse con más dinero. Simuló el robo de una serie de objetos de valor de su casa, los cuales escondió en un área apartada y secreta de la misma. El seguro le reembolsó $13,000 dólares con los cuales instaló un negocio de comida. Entre los objetos reportados como robados se encontraban varios trofeos de cacería. Actividad en la que Hansen era una celebridad de la localidad. Poseía un numeroso arsenal de rifles y era muy comentada la hazaña en la cual con un arco y flecha dio caza a una cabra salvaje, habitante usual de los parajes boscosos de Alaska. La cacería le daba un alto status dentro de la sociedad que antaño cuando adolescente careció completamente. De hecho la gente consideraba a Robert Hansen como uno de los pilares de su comunidad. Era apreciado y respetado.

La gente ignoraba o negaba admitir que este singular hombre bajito y fervoroso padre de familia era en realidad un peligroso sociópata. Criminal consumado que había robado, incendiado y defraudado una aseguradora. Y peor aún, era un asesino de bailarinas y prostitutas, pero ese delito permanecería oculto por algún tiempo.

Sus crímenes

A consecuencia del boom petrolero de Anchorage, muchachas jóvenes y guapas pronto fueron seducidas con la posibilidad de hacer grandes ganancias bailando y prostituyendose en el área. Alrededor de estos lugares aparecieron puestos de revistas con toda la pornografía imaginable en aquella época. Esos y otros negocios de dudosa procedencia. Los robos, fraudes y riñas proliferaron notablemente y fue en este sórdido ambiente donde Robert Hansen acechaba a sus víctimas. Las nefastas actividades de Robert Hansen aparecieron a la luz poco a poco. El primer incidente ocurrió el 12 de Septiembre de 1982 cuando un par de oficiales cazaban en el valle del río Knik, lugar apartado y fuente inagotable de esparcimiento para cazadores profesionales. Ya fueran venados, ciervos, osos y cabras salvajes, de todo había sin embargo para John Daily y Audi Holloway no había sido un día de suerte así que antes que les cayera la noche encima decidieron regresar y tomaron un inusual atajo por la rivera del río. De pronto, de un banco de arena vieron una bota semienterrada en el suelo. Picados por la curiosidad se acercaron para descubrir una extremidad en descomposición. Les tomó unos instantes darse cuenta de la situación y se apartaron rápidamente para no alterar la escena de un probable crimen. Tomaron nota del sitio del hallazgo y pronto detectives y forenses analizaban minuciosamente el sitio. El sargento Rollie Port, experimentado veterano analizó meticulosamente la escena del crimen hasta que descubrió un cartucho percutido calibre .223 de uso común en rifles de alto poder como el M16, la AR15 y el Mini-14, armas que en muchas naciones son de uso exclusivo de las fuerzas del estado. El cadáver fue analizado en Anchorage y se determinó que había muerto por las heridas de 3 disparos del calibre ya citado. Después de algún tiempo se determinó que en vida la mujer se llama Sherry Morrow de 24 años, bailarina exótica y que había fallecido hacía 6 meses. El 17 de Noviembre de 1981 fue vista por última vez por amigos del Wild Cherry Bar a quienes comentó que un hombre le había ofrecido $300 dólares por posar para algunas fotos.

Ya se habían reportado varias mujeres desaparecidas, la mayoría prostitutas a las cuales no se había prestado mucha atención debido a su desplazamiento continuo de un lugar a otro. Pero viendo un mismo patrón de asesinatos, se piensa en un asesino en serie, y no se informa sobre la relación de los homicidios para no alertar al homicida. Pasó cierto tiempo hasta que una mujer que logró salvarse, gracias a que salió corriendo y paró a un camionero, llegó a la estación de Policía. La mujer traía sus manos atadas con unas esposas y su ropa rasgada; relató que un hombre pelirrojo le había ofrecido 200 dólares por hacerle sexo oral y luego la había amenazado con una pistola, la llevó a su casa, la violó y le introdujo el mango de un martillo por la vagina, luego la iba a introducir en su avioneta para llevarla al bosque, pero allí ella logró escapar, la persiguió pero cuando vio al camionero que la auxiliaba, escapó.

La policía determinó que la avioneta pertenecía a Hansen (avioneta que había heredado de sus padres junto a la cabaña en el bosque), cuando este es confrontado, se muestra muy molesto, afirmando que no conocía a la joven y que todo el día había estado con sus amigos (amigos lo afirmaron), su esposa y dos hijos estaban de viaje por Europa, “además, no se puede violar a una prostituta, o sí? ”; ante lo cual la coartada le funcionó. La investigación volvió a cobrar valor cuando aparece luego otro cadáver de una mujer de 17 años dedicada a la prostitución y baile exótico enterrado al lado de un rio, quien había desaparecido hacía 5 meses, había muerto por disparos de calibre .223. Ya viendo la cantidad de cadáveres, se solicita la intervención de perfiladores del FBI (en este caso, el profiler John E., Douglas), quien comenzó a investigar a Hansen, sospechoso número 1. Douglas establece que el asesino elegía prostitutas y bailarinas exóticas, ya que su desaparición no despertaría sospecha debido a su vida solitaria y a su desplazamiento continuo de ciudad en ciudad.

De la misma forma, establece características proclives de Hansen dirigidas a problemas serios con su autoestima: baja estatura, cantidad de cicatrices en su cara producto del acné y el tartamudeo. Lo que haría pensar que pudo haber sido objeto de burlas y abusos en su juventud, además de que posiblemente había sido rechazado varias veces por mujeres. De la misma forma, se determina que el acto de atacar prostitutas era una manera de cobrar venganza por sus humillaciones vividas; también, existía la posibilidad que hubiese decidido pasar de la satisfacción que le producía la caza de animales a la caza de personas.

Existía la posibilidad, como en la mayoría de asesinos seriales, que este coleccionara algunos objetos de sus víctimas, por lo cual se pide una orden cateo, y se investiga su casa. Se encontraron numerosas armas que no tenían que ver con los homicidios, pero en el ático, en un escondite secreto, se encontró un mapa de navegación aéreo marcado en diferentes sitios, otras armas, incluyendo el rifle Mini -14 calibre .223 con el cual había asesinado las mujeres una vez las hacía correr en el bosque como venados. Por otro lado, se forzó a sus amigos a decir la verdad, quienes testificaron la falsedad de su coartada y confesaron otros crímenes de Hansen como el fraude a la aseguradora. Hansen es interrogado y niega toda conexión con sus crímenes, inicialmente es arrestado por cargos de fraude, asalto agravado, secuestro, portación ilegal de armas y robo en segundo grado; luego se le demostraron los homicidios tras el análisis balístico de su rifle.

Hansen negocia con la fiscalía, y da una confesión detallada y completa de sus crímenes a cambio de ser culpado solo por 4 homicidios conocidos hasta el momento y pagar su sentencia de cadena perpetua en un recinto federal, en vez de una prisión de máxima seguridad. Explicó su modus operandi: contrataba a una prostituta, una vez en el acto sexual las sometía amenazándolas con un arma de fuego, mientras les exclamaba algunas frases “sabes bien que existen riesgos en lo que haces”, “lo que hacemos no te excita en nada”, “que esto te sirva de experiencia”, “la próxima vez elije bien a quien te ofreces”; “Si haces todo lo que te ordeno, no saldrás lastimada”. Hansen reportó disfrutar ver a sus víctimas indefensas, con miedo y sometidas a su voluntad, luego las llevaba a su avioneta, viajaba a su cabaña en el bosque, las violaba allí, y estando desnudas y heridas, a veces con los ojos vendados las soltaba dejando minutos de ventaja, para que corrieran y poder dispararles con su rifle tal como hacía con los venados.

Hansen mostró un mapa de la región con los sitios donde había asesinado a sus víctimas, señaló 12 sitios, pero solo fueron recuperados en total 7 cuerpos. Recibió una sentencia de 461 años de cárcel sin derecho a libertad condicional. Inicialmente fue enviado a una penitenciaria en Pennsylvania, pero en 1988 regresó a Alaska al centro correccional Spring Creek.

Fuentes