Diablo

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Diablo
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Concepto:Según las interpretaciones que hacen los cristianos de la Biblia, el diablo es una entidad angelical que fue desterrada del Tercer cielo conjuntamente con la tercera parte de los seres celestiales por rebelarse contra Dios.

Diablo. En la religión cristiana, el diablo (palabra procedente del latín Diabolus y​ ésta a su vez fue tomada del griego diábolos, "calumniador") es uno de los nombres del principal enemigo de Cristo y de la humanidad. Originalmente se cree que fue el primer ángel creado por Dios cuyo nombre original era Luzbel o Lucifer (que significa el Lucero de la aurora).

Esta criatura angelical en sus orígenes era uno de los querubines que más tareas recibía de parte del Creador pero se llenó de orgullo y mintiendo logró sumar a su rebelión a la tercera parte de los ángeles desatando una guerra celestial donde los ángeles fieles desterraron a los rebeldes del Tercer Cielo y en esa caída (hacia la tierra) se convirtieron en demonios o espíritus inmundos.

Algunas corrientes de brujería moderna consideran que la figura del Diablo se ha tomado de la figura del dios pagano de los brujos, asimilada a Satán en los primeros siglos del cristianismo.

Orígenes del diablo según la Biblia

Antiguo Testamento

El texto de Isaías parece hacer referencia a su historia.

¡Cómo caíste del cielo, lucero del amanecer! Fuiste derribado por el suelo, tú que vencías a las naciones. Pensabas para tus adentros: “Voy a subir hasta el cielo; voy a poner mi trono sobre las estrellas de Dios; voy a sentarme allá lejos en el norte, en el monte donde los dioses se reúnen. Subiré más allá de las nubes más altas; seré como el Altísimo.¡Pero en realidad has bajado al reino de la muerte, a lo más hondo del abismo!(Isaías 14:12-15)

El último versículo de este texto muestra que este relato se aplica a un hombre (proverbios contra el rey de Babilonia), aunque indirectamente está dirigido a Satanás. El relato habla de su ambición por llegar más allá de las estrellas de Dios y ser semejante a él.

Otro texto habla sobre este tema, y se encuentra en Ezequiel 28:12-19,

Tú, hombre, entona un canto fúnebre al rey de Tiro, y dile: Esto dice el Señor: Tú eras modelo de perfección, lleno de sabiduría y de perfecta belleza. Estabas en Edén, el jardín de Dios, adornado de toda clase de piedras preciosas: rubí, crisólito, jade, topacio, cornalina, jaspe, zafiro, granate y esmeralda; tus joyas y aretes eran de oro, preparados desde el día en que fuiste creado. Te dejé al cuidado de un ser alado,

estabas en el monte santo de Dios y caminabas entre las estrellas. Tu conducta fue perfecta desde el día en que fuiste creado hasta que apareció en ti la maldad. Con la abundancia de tu comercio te llenaste de violencia y de pecado. Entonces te eché de mi presencia; te expulsé del monte de Dios, y el ser alado que te protegía te sacó de entre las estrellas. Tu belleza te llenó de orgullo; tu esplendor echó a perder tu sabiduría. Yo te arrojé al suelo, te expuse al ridículo en presencia de los reyes. Tantos pecados cometiste

y tanto te corrompiste con tu comercio, que llegaste a profanar tus templos. Entonces hice brotar en medio de ti un fuego que te devorara. Todos pueden verte ahora en el suelo, convertido en cenizas. Todas las naciones que te conocen se espantan al verte. Te has convertido en algo terrible; ¡para siempre has dejado de existir!

Aunque aquí se profesa una advertencia sobre el rey de Tiro se describe muy bien el origen del Diablo o "Lucifer" (portador de la luz). También habla que en un momento determinado de la historia, "para siempre dejará de ser", dando a entender la victoria de Yahvé sobre él. [1]​ Un tercer mensaje con características similares encontramos en Ezequiel[2]. Allí se dirige un mensaje para el rey de Egipto (nuevamente con un mensaje doble: para el monarca humano y al mismo tiempo para Satanás).​

Nuevo Testamento

En el Nuevo Testamento se explica el origen del Diablo como uno de los ángeles que se hizo malvado [3]). Se infiere que es una criatura espiritual de la familia angélica de Dios.

El apóstol Pedro indicó que el Diablo que es como un león rugiente que trata de devorar a quienes están en ignorancia.[4] El libro del Apocalipsis también describe al diablo como un ser colérico que conoce que le queda un corto espacio de tiempo, y que fue arrojado abajo a la tierra, según Apocalipsis 12.[5] Según mitos no canónicos era el ángel que guardaba el trono de Dios, pero por su orgullo de querer convertirse en otro dios fue arrojado del cielo conjuntamente con una tercera parte de los ángeles que le siguieron en su rebelión.

Sus nombres y representaciones

Los nombres más comunes o conocidos con que se nombra al diablo son:

  • Lucifer
  • Satanás
  • Ha satán
  • Belial
  • Samael
  • Damian
  • Antigua serpiente
  • Gran dragón
  • Jaldabaoth
  • El dios negro
  • El acusador
  • El dios de este siglo» y «el padre de la mentira».

Ha sido representado de varias formas, la más común es una bestia (con cola, cuernos y patas de cabra) con un tridente en su mano. Otros lo han reproducido como un macho cabrío, el dragón, la serpiente aunque tergiversadas. Se lo ha asociado con distintos animales, como el carnero, el cerdo, el cuervo, el sapo, el lobo, los gatos, la rata, etc. casi siempre usándolos completamente negros, aquellos que le rinden culto; todas estas imágenes han sido deformadas por las diferentes supersticiones en base a comparaciones.

La presencia del diablo en el judaísmo

En el Judaísmo no hay un concepto claro acerca de la personificación de éste personaje a diferencia de religiones como el Cristianismo o el Islam. En hebreo, la palabra bíblica ha-satan significa el adversario o el obstáculo, o también "el perseguidor" (reconociendo que Dios es visto como el Juez Último).

En el Libro de Job (Iyov), ha-satán es un título, no un nombre propio, de un ángel gobernado por Dios; él es el jefe perseguidor de la corte divina. En el Judaísmo ha-satán no hace mal, le indica a Dios las malas inclinaciones y acciones de la humanidad. En esencia, ha-satán no tiene poder hasta que los humanos no hagan cosas malas. Después de que Dios señala la piedad de Job, ha-satán le pide autorización para probar la piedad de Job. El hombre justo es afligido con la pérdida de su familia, propiedades, y más tarde, de su salud, mas él sigue siendo fiel a Dios. Como conclusión de éste libro, Dios aparece como un torbellino, explicándoles a los presentes que la justicia divina es inescrutable. En el epílogo, las posesiones de Job son restauradas y el obtiene una segunda familia para "reemplazar" la primera que murió.

En la Torá, Satanás o ha-satan es mencionado varias veces. Un momento importante se presenta en el incidente del becerro de oro. Satanás es el responsable por la inclinación al mal, o yetser harah, de todos los hombres. En la Torá, él es el responsable de que los Hebreos construyeran el ídolo (becerro de oro) mientras Moisés estaba arriba en el Monte Sinaí recibiendo la Torá de parte de Dios. En el Libro de las Crónicas, Satanás incita a David a hacer un censo ilegítimo. De hecho, los Libros de Isaías, Job, Eclesiastés y Deuteronomio, tienen pasajes en los que Dios es mostrado como el creador del bien y del mal en éste mundo.

Diferencias entre judaísmo, cristianismo e islamismo, sobre la creencia de Lucifer, Satan o Iblís.

La visión que tienen las tres religiones monoteístas de Lucifer varía tremendamente.

  • Judíos:

Para los judíos Lucifer, Satán y Belcebú son tres entidades diferentes. Satanás es un miembro de la Corte Celestial que ejerce como Procurador o Fiscal del Cielo, que asesora a Dios como una especie de acusador y Belcebú es un horrible demonio.

  • Cristianos:

Los cristianos ven en Lucifer, Belcebú y Satán a la misma entidad; un ser demoníaco, malvado, el Ángel Rebelde que inició una revolución contra Dios en aras de derrotarlo y no someterse a su voluntad; solo que con diferentes nombres, pero una misma entidad. Para los cristianos, el Diablo es la personificación de toda la maldad del Universo, el origen de todo mal.

  • Mahometanos:

En el Islam, el Diablo (Iblís) es sencillamente un djinn o genio malévolo, un espíritu de fuego, pero no un ángel pues los ángeles son incapaces de rebelarse según el Corán. Incluso el nieto de Iblís se convirtió al Islam según un hadice.

Seres similares en otras religiones y culturas

En otras culturas y creencias religiosas, también tienen ciertos conceptos de un ser maligno o de varios seres malignos, a diferencia del cristianismo, el judaísmo y el islam de que el Diablo es conocido como un ángel caído o un demonio, en otras culturas era conocido como dioses del mal y expulsados del cielo. Según las leyendas de otras culturas, que estos dioses del mal se revelaron contra un Dios o Diosa de la creación o de varios dioses creadores. Caso coincidente como sucede en los relatos bíblicos.

Budismo

  • Mara

En el budismo se le conoce como Mara, quien intentó evitar que el Buda Siddharta Gautama alcanzara la iluminación y destruyera el Ego.

Zoroastrismo

  • Angra Mainyu

En el zoroastrismo, se le conoce como Angra Mainyu, siendo la representación del mal, y no necesariamente un dios o un ente propiamente tal.

Hinduismo

  • Iama o Yama

En occidente se le suele asociar a la figura de Iama o Yama, el dios de la muerte, el señor de los espíritus de los muertos y guardián del inframundo; sin embargo Iama no es una entidad demoníaca, siendo más bien el "equivalente" de los demonios hindúes de los Asuras.

Incas

  • Supay

En la cultura incaica, el Supay es una figura ambivalente, definida por el sincretismo, que ha sido asimilada al Diablo de la cultura cristiana, pero que también es adorado como señor de las profundidades o Salamanca.

Culturas andinas

  • El tío de la mina

En las culturas andinas, como en los Departamentos de Oruro y Potosí en Bolivia, los mineros lo conocen como el tío de la mina.

  • La chicua

En la llanura amazónica del Perú, según su propia mitología, es considerado un maligno “diablo” enviado por algún brujo malero, o uno de estos brujos que busca vengarse de alguien. Cuando canta cerca de una casa la gente se pregunta a quién habrá venido a buscar ese maldito pájaro.

Mayas

  • Los Ajawab

En la cultura maya, destacan los Ajawab o los "señores del inframundo" , los que gobiernan el Xibalbá, conocido como el inframundo.

Azteca

  • Kisín

Según la cosmología azteca, el infierno regido por Kisín es en realidad una especie de purgatorio para la mayoría de las personas que mueren: sin embargo las mujeres que mueren en el parto o los soldados muertos en batalla no deben pasar por allí, y en cambio los suicidas quedan relegados a permanecer allí por toda la eternidad.

Guanches

  • Guayota

Los guanches, antiguos aborígenes de la isla de Tenerife de Canarias, España, destacaban a Guayota o Guaiota a la principal entidad maligna de su mitología según los primeros historiadores de Canarias.

Griegos

  • Hades

Hades para los griegos no solo es la región del Inframundo con ese mismo nombre sino una deidad, hermano de Zeus y Poseidón que gobierna en esa región.

La herejía de igualar a Dios con el diablo

Algunos autores religiosos han hecho la proposición de que el Dios narrado en la Biblia es él mismo Diablo. Hacen esta afirmación basándose en el hecho de que, según ellos, Jehová es una fuerza divina que causa sufrimiento, muerte y destrucción y que tienta o dirige a la humanidad a cometer violencia y genocidio.

Ignorando los múltiples textos bíblicos que describen a Dios como un ser sobrenatural bueno, completamente santo y alejado de la maldad que permitió incluso que mataran a su hijo para poder salvar a la humanidad, estos anticristianos hacen esta declaración que desde sus inicios ha sido considerado como una herejía extrema, un ataque directo a los principales dogmas judío, cristiano e islámico y de hecho se trata como blasfemia en cualquiera de estas religiones.

Destino final

Aunque en las diferentes religiones y culturas se habla del diablo o los diablos y en ocasiones se le muestra gobernando en el inframundo como Rey del Infierno, tentando a los seres humanos o acusándolos ante el trono de Dios y otras situaciones; no se dan detalles precisos de cuál será el final del mismo; estas cosas sí son esclarecidas en la Biblia.

Las sagradas escrituras judeocristianas afirman que aunque al inicio de la creación se le dió alguna tarea de supervisar la Tierra y llegó a ser el príncipe de este mundo, nunca ha sido rey de nada y conjuntamente con todos los otros seres angelicales que se unieron a la rebelión y a los humanos que rechazaron la salvación de Dios será echado en el Lago de fuego, luego del Juicio Final.

Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.Apocalipsis 20:10

Bibliografía

  • Biblia versión Reina Valera 1960
  • Jeffrey Burton Russell, The Devil: Perceptions of Evil from Antiquity to Primitive Christianity, Cornell University Press 1987.
  • Blázquez Martínez, José María (2008). «La mitología entre los hebreos y otros pueblos del Antiguo Oriente». Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes (Alicante).
  • Santos Carretero, Carlos (2014). «Ángeles y demonios. La literatura apocalíptica hebrea y el ciclo de Henoc.
  • González Hernando, Irene (2009). «Los ángeles». Revista digital de iconografía medieval.
  • Iglesia Católica (2000). Catecismo de la Iglesia Católica. Editorial San Pablo.
  • García Font, Juan (1979). Historia del Mundo Insólito. Marin.
  • Sharma, Arvind (2005). «Devils». Encyclopedia of religion (en inglés). Gale.

Fuentes

Referencias

  1. Jeremías 51:44; Hageo 2:6,7.
  2. Ezequiel 31:1-18
  3. El padre de ustedes es el diablo; ustedes le pertenecen, y tratan de hacer lo que él quiere. El diablo ha sido un asesino desde el principio. No se mantiene en la verdad, y nunca dice la verdad. Cuando dice mentiras, habla como lo que es; porque es mentiroso y es el padre de la mentira.Juan 8:44
  4. Sean prudentes y manténganse despiertos, porque su enemigo el diablo, como un león rugiente, anda buscando a quien devorar.Primera de Pedro 5:8.
  5. ¡Alégrense, pues, cielos, y ustedes que viven en ellos! ¡Pero ay de los que viven en la tierra y en el mar, porque el diablo, sabiendo que le queda poco tiempo, ha bajado contra ustedes lleno de furor!»Apocalipsis 12:12.