Teatro Albisu

Teatro de Albisu
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Institución con sede en Bandera de Cuba Cuba
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Teatro de Albisu
Fundación:17 de diciembre de 1870
Apertura:17 de diciembre de 1870
Disolución:1918
Tipo de unidad:Teatro
Propietario/a:José Albisu y José Azcue
Capacidad:2500 personas espectadores
País:Bandera de Cuba Cuba
Dirección:Ciudad de La Habana


El Teatro de Albisu. Fue uno de los más antiguos teatros habaneros de la etapa colonial, sede de la zarzuela hasta la desaparición en 1918.

Inauguración

Fue inaugurado en la noche del 17 de diciembre de 1870, con una compañía lírica de la que era empresario el conocido periodista don José Curbelo, que dirigió después el Diario de la Familia. Se cantó la ópera Otello, de Rossini, distinguiéndose la soprano señora Vizconti y el tenor Villani, muy celebrado por el crítico y musicógrafo habanero don Serafín Ramírez.

Construcción

Fue fabricado a expensas de un hijo de Guipúzcoa, don José Albisu, tenía capacidad para dos mil quinientas personas. Mil setecientas treinta y cuatro sentadas (en 494 lunetas, en 88 butacas y en 42 palcos). En tertulia y cazuela había capacidad para ochocientos espectadores que generalmente, eran mozos del comercio español capitalino.

Género

Estuvo dedicado preferentemente a la zarzuela. Funcionaba con este espectáculo todo el año, menos los días de Semana Santa, y era la sede del elemento integrista. Este rememoraba, a través de autores, músicos y actores, la España lejana y se entusiasmaba con los estrenos más famosos de Madrid. Las tiples tenían devotos sumisos o delirantes. Uno de éstos le puso a la tienda de la calle Obispo el apellido de la artista favorita, entonces muy en boga por la gracia y belleza. Esa tienda existe todavía y se llama “La Rusquella”.

Después pasa a ser propiedad de don José Azcue, se representaron miles de zarzuelas, como La Verbena de la Paloma. La compañía que allí actuaba, renovándose con frecuencia, tuvo actores que fueron ídolos del público, como Luis Robillot, al que se consideraba en esa época, como el introductor del género chico en Cuba. Hasta Robillot se representaban en la escena del Albisu las zarzuelas del género grande que son modelos El Dominó Azul, Jugar con Fuego, La Bruja y El anillo de hierro.

Después de 1898

Al cese del gobierno colonial, el teatro sufrió una crisis porque se le acusaba de haberse cantado en el escenario El Tambor de Granaderos y Cádiz, cuya música sirvió también para actos hostiles a la revolución cubana. Cada una de esas obras tenía una marcha y ambas se convirtieron en himnos del integrismo furioso.

Con la evacuación vino la orden del alcalde criollo (Perfecto Lacoste), de que no se representaran más en La Habana El Tambor de Granaderos y Cádiz. Pronto se le perdonó a los artistas del teatro el que interrumpieran las funciones, durante la guerra de 1895, para dar noticias de los éxitos de los soldados españoles en la manigua y de los desastres cubanos, como la muerte de Maceo.

Nuevas tiples atraían al público, como Lola López, que hizo furor en los primeros años del siglo XX, también Esperanza Pastor y Soledad Álvarez, rivales encarnizadas que tenían cada una un partido. Se dio el caso de que los partidarios de la una arrojaban a la otra monedas de calderilla, cuando estaba en escena. Lo clásico era entonces que la agraviada se desmayase.

En época más reciente

Igual rivalidad mantuvieron años después Carmen Fernández de Lara y Clotilde Rovira. Eran los días del tenor Mateu y del tenor Casañas, de José Piquer, Luis Escribá y Miguel Villareal. Otras estrellas del teatro, fueron Concha Martínez, Consuelo Baillo, Blanca Matraz, Carlota Millanes y Paquita Calvo. Los últimos astros del género chico, que ya se llamaba género ínfimo en el teatro de la plazuela de Monserrate, fueron María Conesa y Lolita Font.

Desaparición

El teatro se quemó durante un incendio una mañana de 1918. En el mismo solar se alzó el teatro Campoamor, inaugurado con la última gran compañía de zarzuelas que visitó La Habana, que más tarde sirvió de escenario para los primeros triunfos de opereta de Esperanza Iris.

Fuente