Diferencia entre revisiones de «Antonio Espina»
| Línea 28: | Línea 28: | ||
|facebook = | |facebook = | ||
|twitter = | |twitter = | ||
| − | }} | + | }}'''Antonio Espina.''' Fue un [[escritor]], [[novelista]], [[poeta]] y crítico literario madrileño. Es el más significativo ejemplo de escritor destruido, partido en dos, como la [[historia]] de [[España]], por la [[Guerra Civil Española|guerra civil]]. En la preguerra fue unánimemente considerado como uno de los nombres señeros de la nueva generación. Hijo del [[pintor]] [[Juan Espina y Capo]]. |
| − | '''Antonio Espina.''' | ||
=== Trayectoria profesional === | === Trayectoria profesional === | ||
| − | Escribió también numerosos artículos para publicaciones como El Sol, Crisol, Luz, España, Revista de Occidente, La Pluma y La Gaceta Literaria. Dirigió, además, Nueva España en colaboración con José Díaz Fernández y, en los meses anteriores a la guerra, el periódico Política, órgano de Izquierda Republicana. Tras la guerra, se exilió a [[México]], aunque se vio obligado a regresar a [[España]] en [[1955]] al no haber encontrado allí un lugar adecuado a sus inquietudes. | + | Escribió también numerosos artículos para publicaciones como El Sol, Crisol, Luz, España, Revista de Occidente, La Pluma y La Gaceta Literaria. Dirigió, además, Nueva España en colaboración con José Díaz Fernández y, en los meses anteriores a la guerra, el periódico Política, órgano de Izquierda Republicana. Tras la [[guerra]], se exilió a [[México]], aunque se vio obligado a regresar a [[España]] en [[1955]] al no haber encontrado allí un [[lugar]] adecuado a sus inquietudes. |
| − | Su obra poética se incluye dentro de la Vanguardia, aunque sin adscribirse a ningún movimiento concreto. Sus poemarios (Umbrales, de [[1918]], y Signario, de [[1923]]) merecieron el elogio de Juan Ramón Jiménez. Su obra narrativa se divide en dos grupos: las obras de ficción, poco conocidas e incluidas dentro de la literatura "deshumanizada" (Divagaciones. Desdén, de [[1919]], mezcla de ensayo y cuento y Pájaro pinto, de [[1927]], Lo cómico contemporáneo, de 1928 y Luna de copas, de 1929.); por otro lado, sus excelentes biografías, a las que debió su fama en los años anteriores a la [[Guerra Civil Española|Guerra Civil]], entre las que se encuentran Luis Candelas, el bandido de Madrid ([[1929]]) y Romea o el comediante ([[1935]]). | + | Su obra poética se incluye dentro de la Vanguardia, aunque sin adscribirse a ningún movimiento concreto. Sus poemarios (Umbrales, de [[1918]], y Signario, de [[1923]]) merecieron el elogio de Juan Ramón Jiménez. Su obra narrativa se divide en dos grupos: las obras de ficción, poco conocidas e incluidas dentro de la [[literatura]] "deshumanizada" (Divagaciones. Desdén, de [[1919]], mezcla de [[ensayo]] y [[cuento]] y Pájaro pinto, de [[1927]], Lo cómico contemporáneo, de [[1928]] y Luna de copas, de 1929.); por otro lado, sus excelentes biografías, a las que debió su fama en los [[años]] anteriores a la [[Guerra Civil Española|Guerra Civil]], entre las que se encuentran Luis Candelas, el bandido de [[Madrid]] ([[1929]]) y Romea o el comediante ([[1935]]). |
Después de la guerra, continuó cultivando este género con títulos como Cervantes ([[1943]]), Quevedo ([[1945]]) y Audaces y extravagantes ([[1959]]), colección de semblanzas. Destacó también por su agudeza como crítico literario. | Después de la guerra, continuó cultivando este género con títulos como Cervantes ([[1943]]), Quevedo ([[1945]]) y Audaces y extravagantes ([[1959]]), colección de semblanzas. Destacó también por su agudeza como crítico literario. | ||
Revisión del 11:39 14 nov 2018
| ||||||||||||||||||
Trayectoria profesional
Escribió también numerosos artículos para publicaciones como El Sol, Crisol, Luz, España, Revista de Occidente, La Pluma y La Gaceta Literaria. Dirigió, además, Nueva España en colaboración con José Díaz Fernández y, en los meses anteriores a la guerra, el periódico Política, órgano de Izquierda Republicana. Tras la guerra, se exilió a México, aunque se vio obligado a regresar a España en 1955 al no haber encontrado allí un lugar adecuado a sus inquietudes.
Su obra poética se incluye dentro de la Vanguardia, aunque sin adscribirse a ningún movimiento concreto. Sus poemarios (Umbrales, de 1918, y Signario, de 1923) merecieron el elogio de Juan Ramón Jiménez. Su obra narrativa se divide en dos grupos: las obras de ficción, poco conocidas e incluidas dentro de la literatura "deshumanizada" (Divagaciones. Desdén, de 1919, mezcla de ensayo y cuento y Pájaro pinto, de 1927, Lo cómico contemporáneo, de 1928 y Luna de copas, de 1929.); por otro lado, sus excelentes biografías, a las que debió su fama en los años anteriores a la Guerra Civil, entre las que se encuentran Luis Candelas, el bandido de Madrid (1929) y Romea o el comediante (1935).
Después de la guerra, continuó cultivando este género con títulos como Cervantes (1943), Quevedo (1945) y Audaces y extravagantes (1959), colección de semblanzas. Destacó también por su agudeza como crítico literario.
