Anteojo
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Se suele decir que el Anteojo amplía o acerca los objetos alejados, sin embargo, su efecto consiste en aumentar el ángulo visual, y lo que ocurre es que en realidad estamos acostumbrados a apreciar el tamaño o distancia de los objetos observados por el ángulo bajo el que éstos aparecen a los ojos.
Funcionamiento
En principio, todos los anteojos de lentes constan de un objetivo situado en el extremo que apunta hacia el objeto y de un ocular en el que apunta hacia el ojo. Los rayos procedentes de un objeto que esté muy alejado inciden en el objetivo aproximadamente paralelos y después de atravesarlo, pasan a concentrarse en su foco posterior. El foco del ocular está situado precisamente en ese punto; por lo tanto, los rayos vuelven a salir del ocular paralelos entre sí y el objeto se sigue viendo pero bajo un ángulo mayor. El aumento resultante es igual a la relación:
- Distancia focal del objetivo f1
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- Distancia focal del ocular f2
En el anteojo de Galilei el ocular es una lente divergente. Este sistema proporciona una imagen derecha y se emplea sobre todo en los gemelos de teatro de poca ampliación (generalmente de 2,5 aumentos).
El anteojo astronómico o de Kepler tiene como ocular un sistema convergente y presenta la ventaja de que la imagen intermedia que se forma sea real, pues todo lo que se halla en el plano de la misma aparece al ojo bien enfocado y además situado en el infinito; por esta última razón se disponde aquí de un diafragma que limita claramente el campo del infinito, que no puede abarcar el instrumento. La imagen invertida que se obtiene no molesta para las observaciones astronómicas, pero cuando se trata de observar objetos terestres es preciso enderezarla para obtener una segunda imagen intermedia. El llamado anteojo terrestre dispone para ello de otra lente convergente situada entre el ocular y el objetivo.
La corta longitud del anteojo de reflexión ha hecho que este sistema hallara también aplicación en los aparatos fotográficos corrienes.
Fuente
- Macaulay, David. Cómo funcionan las cosas. Tomo I. Editorial Científico-Técnica. La Habana, 1980.
