Elodea canadensis
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Elodea (Elodea canadensis). Conocida también como "Egeria densa", es una planta nativa de suramérica, muy común en países como Brasil y Uruguay, y especialmente en Argentina, aunque actualmente puede encontrarse en cualquier parte del mundo. Es una planta de tallo largo, color claro, con pequeñas hojas que nacen a lo largo de todo el tallo. Su color verde intenso y sus largos tallos la hacen muy llamativa.
Sumario
Otros nombres
- Peste de agua
- Egeria densa
- Luchecillo.
Tamaño, crecimiento y reproducción
Alcanza una gran altura entre 40 y 100 cm, mucho más incluso si tiene un entorno favorable; el tallo suele tener entre 3 y 5 cm de diámetro. Crece a gran velocidad incluso en ambientes poco favorables, y se reproduce con la misma rapidez, mediante brotes laterales, lo que la puede llegar a convertir en invasiva.
Condiciones necesarias
Las elodea son plantas extremadamente resistentes y versátiles que soportaran practicamente cualquier ambiente, aunque se desarrollarán mejor en aguas frias o templadas y alcalinas.
- Temperatura de 10º a 28ºC
- Agua pH entre 7,0 y 10; entre 15 y 20dGH; no tolera ambientes salinos.
- Iluminación de media a muy alta. Se desarrolla mejor con buena iluminación.
- Sustrato no lo necesita, pero lo agradece. Debe ser arcilloso o arenoso, y rico en calcio.
Posicionamiento y plantado
Obviamente son plantas de fondo por su enorme altura. Si optamos por plantarla, debemos hacerlo de manera individual para evitar que se pudran las raíces, a unos 5cm de distancia entre tallos.
Mantenimiento y cuidados
Es muy adecuada para principiantes o gente que no desee plantas de muchos cuidados, aunque si se los damos nos recompensará con un color intenso y vistoso, y un aspecto mucho más llamativo: agradece la iluminación intensa, un sustrato rico en calcio y el abonado con CO2 (si no lo consumirá de nuestro acuario, produciendo subidas de pH, lo cual podemos usarlo en nuestro beneficio si es necesario) y fertilizantes ricos en hierro. Su rápido crecimiento contrasta con su lento enraizado, con lo que debemos tener cuidado, si no las plantamos, de agarrarlas a objetos decorativos que eviten que sean continuamente desenterradas por los habitantes del acuario.
