Julio Verde Ramos

Plantilla:Personaje histórico

Su infancia

Julio Verde Ramos nació el 10 de julio de 1944, en Minas de Petróleo, Barreras, ubicado en Guanabacoa, en la actual provincia de Ciudad de La Habana. Fue el más pequeño de los ocho hijos de un matrimonio humilde, y con apenas dos años quedó huérfano de madre. Las dificultades que tuvo que enfrentar desde la infancia, contribuyeron a forjar su carácter. Debido a la precaria situación de su familia, Julio tuvo que abandonar la escuela rural en el segundo grado y ponerse a trabajar en las faenas agrícolas.

Su adolescencia

Cuando triunfó la Revolución tenía 14 años, y rápidamente se entregó de lleno a una de las tareas más urgentes que reclamaba la patria: la defensa. Ingresó en el batallón 123 de las Milicias Nacionales Revolucionarias. Cuando en una oportunidad una hermana, bromeando sobre la reacción que tendría el muchacho ante los primeros tiros, debido a su corta edad, recibió una respuesta firme y categórica: “Cuando llegue ese momento, no daré ni medio paso atrás”. Pasó la escuela de instructores de milicias de Matanzas, y más tarde participó en la limpia del Escambray.

Su labor revolucionaria

El 17 de abril de 1961, salió hacia Playa Girón junto con otros milicianos. En el trayecto varios de los ómnibus que conducían a los combatientes fueron objeto del ataque enemigo, pero ello no logró disminuir el espíritu de lucha de los que se encaminaban resueltos a hacerle frente al agresor. En el tramo comprendido entre Playa Larga y Playa Girón, unos B-26 los atacaron con bombas incendiarias, y lanzaron sobre ellos una lluvia de plomo, con las calibre 50. La caída de uno de sus compañeros con el pecho destrozado, llenó de coraje a Julio, que poniéndose en medio de la carretera, dirigió su FAL contra el enemigo y comenzó a hacer fuego. Casi inmediatamente, el muchacho recibió una grave herida en el vientre, pero a pesar de su delicado estado, en un hermoso gesto de solidaridad humana, pidió que atendieran primero a otro miliciano, también mal herido, y tuvo suficiente control y serenidad para decirles a sus compañeros: “Cuiden mi FAL que no se confunda con las otras.”

Su muerte

Julio fue llevado al hospital de Matanzas, para ser intervenido quirúrgicamente, pero los esfuerzos por salvarle la vida fueron inútiles. Falleció el 19 de abril en horas de la noche. Tenía al morir 16 años. Su breve pero fecunda existencia, lo convierte en un ejemplo de joven revolucionario, que supo cumplir con el deber supremo de su generación en aquel momento histórico. Estos son los modelos en los que debe inspirarse la juventud actual.

Fuente

Revista El Militante Comunista