Carlos López Rivero
Carlos López Rivero es un poeta y escritor nacido en el municipio de Quemado de Güines, provincia de Villa Clara. Actualmente vive en el municipio de Santa Clara, provincia de Villa Clara.
Niñez
Nació el 2 de julio de 1937, en la Finca Buena Vista, barrio Los Güines, actual municipio Quemado de Güines, perteneciente a la provincia de Villa Clara, hijo de padres campesinos. Fue un niño nacido bajo la opresión del imperialismo yanqui, sin embargo supo abrirse camino antes las barreras económicas y geográficas para convertirse en músico, escritor y un amante y defensor de la Revolución Cubana.
Desde muy temprana edad sintió mucha pasión por la música, solía construir sus propios juguetes, pues la situación económica de la familia no le permitía adquirirlos. Al respecto construía instrumentos musicales de cuerda (utilizando tablitas, hilo de coser y puntillitas), sin comprender en aquel entonces si se trataba de un tres, una guitarra o un laúd. Sus creaciones manufacturadas eran una expresión de su identificación con la música y expresión de su interiorización melódica lo cual manifestaba por doquier con el tin tin tin de las simuladas cuerdas.
La pobreza donde se desarrolló su niñez no les permitía ni siquiera contar un receptor de radio. Cuando acompañaba a su madre a casa de un vecino pudiente, recuerda que le fascinaba escuchar a los poetas cantando el punto campesino a tal punto que lloraba del sentimiento, por lo cual su madre lo regañaba, sufriendo y comprendiendo a la vez esta situación.
Adolescencia
A los doce años pudo adquirir su primer instrumento musical verdadero, un tres, que comenzó a estudiar y dominar autodidactamente, cuyo aprendizaje tenía que combinar con las duras jornadas de trabajo en el campo. Sin perder tiempo, utilizando horas de la madrugada inclusive pudo sacar de sus cuerdas el precioso punto cubano (punto tradicional campesino), tan original como la misma tradición campesina, que simboliza el lugar donde nació.
Se fue abriendo camino como instrumentista, incorporando el punto al aire; que imita mucho al laúd, el punto al dos, algunos pedazos de sones, décimas tradicionales y ya a los dieciséis años fue el director de un humilde sexteto, bautizado con el nombre de “Los Sonoros”, cuyo tema y de su creación autoral decía:
Aquí está, aquí está El conjunto güinero, Con guaracha y bolero Y al ritmo del cha, cha, cha
Con un parecido tema de despedida: Ya se va, ya se va El conjunto güinero Con guaracha y bolero Y al ritmo del cha, cha, chá
La popularidad de “Los Sonoros” recorrió los alrededores y un poco más allá del Barrio Los Güines, con sus tradicionales fiestas campesinas, serenatas cumpleañeras, canturías en ocasión a los velorios por los días de La Caridad, Santa Lucía, Santa Bárbara, así como las fiestas de fin y de apertura del año.
Recibió de su mamá el regalo de una guitarra, que le compró con muchísimo esfuerzo, lo cual supo retribuir con mucho estudio, a partir de un Método para Guitarra del maestro Rosendo Ruiz, iniciándose en otra modalidad de instrumento de cuerda.
José Luis Abreu Pérez, un gran Maestro de la música, del terruño, le enseñó solfeo, teoría musical y posteriormente a tocar el clarinete, instrumento que utilizó cuando triunfó la Revolución Cubana, para entonar con fuerza las notas del Himno Nacional, que con locura y amor hizo escuchar en toda la barriada.
Vida revolucionaria
Unido a los quehaceres del campo y la música, participó en la lucha contra bandidos. Después del triunfo de la Revolución Cubana contribuyó con la venta de bonos a la Casa de la Asociación Campesina.
En 1961 dando un paso al frente, en respuesta a un llamado especial, participó en la honrosa Campaña de Alfabetización, como brigadista “Conrado Benítez”. Realizando su labor ininterrumpida en el barrio “El Piñero”, cito en San Diego del Valle. Muchos allí lo recuerdan con el apodo de “Venceremos”. Participó en La Habana, en manifestaciones revolucionarias “La ORI es la Candela”. Fundador de los Comité de Defensa de la Revolución (CDR). Participó de forma permanente durante dos años en la zafra del 70. Pertenece a la Asociación de Combatientes.
Vida artística consolidada
Una vez culminada la Campaña de Alfabetización, fue seleccionado para cursar estudios en la Escuela de Instructores de Arte, en el Hotel Habana Libre, graduándose satisfactoriamente en la especialidad de música.
Funda la Casa de la Cultura de Sancti Spíritus y luego trabaja en la Casa de la Cultura de Aguada de Pasajeros.
Participó como aficionado en varios festivales, obteniendo diversos premios.
Es autor de varias obras musicales (letra y música), entre las más relevantes se encuentran:
- Ven mi prieta a bailar.
- El son del pegadito.
- Siempre mi mujer querida.
- Bella Güajira.
- Tu me das tu corazón.
- Linda Flor.
- La mujer campesina.
Ha escrito además diversas obras poéticas, entre ellas se encuentra:
- Guayabera sin costumbre.
- Los cinco entre nosotros.
- El lugar donde nací.
- Imagen y poesía
Es autor del libro “Aprenda a tocar el tres”, que en manos de profesores, alumnos, Casas de la Cultura ha permitido la enseñanza de la técnica del “tres”.
Se encuentra en la etapa final de elaboración de un nuevo libro, “Mezcla de guitarra y tres”, que de manera didáctica conjuga los acordes de ambos instrumentos.
Hoy toca la guitarra y el tres, sin duda, como parte de su vida, contribuyendo al quehacer artístico comunitario del Reparto Sakenaf, lugar donde vive hace más de doce años.
Fuentes
- Comunicación personal con el autor.