Cristina Pérez Pérez
Cristina Pérez Pérez: alta, de bella cabellera, mujer de leyenda en nuestras gestas independentistas, ejemplo de revolucionaria, ardorosa defensora de la libertad de la nación cubana, diestra en las armas, muy respetada y famosa por su gran clarividencia en los valles de Guantánamo, por lo que sumo a hombres y mujeres a la causa independentista.
Sumario
Biografía
Infancia y juventud
Nació el 27 de julio de 1848 en la ciudad de Holguín, desde muy pequeña los padres se trasladaron a Guantánamo, aquí vivió más de 70 años y transcurrieron los momentos más fecundos de su vida.
Otras etapas importantes de su vida
Contrae nupcias con el joven de origen indio Ramón Rodríguez Suárez el 1 de septiembre de 1886, a partir de ese momento comenzaron los enfrentamientos con la sociedad y la colonia por el origen de su esposo. Tuvo que luchar contra los prejuicios de su época, en particular por haberse unido a un indio, no le importaron las calumnias que lanzaron al aire los detractores racistas e integristas. Pocas mujeres en la lucha independentistas se vieron tan perseguidas por las autoridades españolas por sus actividades revolucionarias. Fue sometida a dos procesos criminales, instruidos por comisiones militares sumarios en la que se le acusaba por diversas acciones y entre ellas por la participación en hechos de armas. Las autoridades coloniales prometieron una alta recompensa para quien la entregara o la eliminara. En su vida de combatiente recibió tres heridas de balas y dos de machete y se destacó en importantes combates entre los que se encuentran La Piedra, Monte Verde y Los Plátanos donde con riesgo saco de la línea de combate a mambises heridos de gravedad.
La capitana no dejó de llevar su revolver y el machete al escenario de la guerra. En su hermosa cabellera el sombreo de Panamá, adornado con las escarapelas tricolor y en la banderola airosamente cruzadas al pecho, las tres estrellas insignias de sus grados. Era toda una experta en armas. A Cristina no la limitó el sexo ni la época en que vivía. Veterana de la propaganda revolucionaria en la Tregua Fecunda y en la Guerra Necesaria, mantuvo posiciones de principios en la defensa de los intereses del pueblo cubano y de la soberanía nacional. Después de la guerra le explicó a Silverio Guerra Téllez y a otros veteranos de la independencia la necesidad de desarrollar una nueva campaña para iniciar un proceso que culminara con la aplicación de los verdaderos sueños de Martí y Maceo.
En [[192[[0 abandono definitivamente el valle de Guantánamo y se estableció con su hija en la ciudad de Holguín. Allí vivió olvidada y pobre, incluso se le pretendió negar su condición de capitana del Ejército Libertador así como su participación en las acciones de guerra, alegándose que en razón de su sexo no podía haber prestado esos servicios.
Logros, contribuciones o aportes importantes
Al frente de los servicios médico del Regimiento Hatuey trabajo en los hospitales de campaña en La Piedra, Purialitos y Jucaral; organizo pequeñas producciones de medicamentos tradicionales, empleando la rica variada de plantas medicinales que conocía, estableció normas sanitarias en el Ejército. En la Piedra junto a Obdulia Herrera, enseñaba a leer y a escribir a los combatientes y algunos niños campesinos. La capitana puso a las órdenes de Pedro Agustín Pérez y de Antonio Maceo a los indios de Yateras, aportando así fuerza para la guerra de 1895. Defendió siempre los derechos de la mujer.
Muerte
El 5 de junio de 1947 a los 99 años falleció en su casa de la calle Cuba entre Narciso López y Forment en la ciudad de Holguín, sin haber recibido reconocimientos oficiales por su fecunda vida. En 1995 los restos de la capitana del Regimiento Hatuey fueron entregado a la ciudad de Guantánamo, ahora descansan en el Mausoleo La Confianza junto a sus compañeros de lucha.
Fuente
Sánchez Guerra, José: Mambisas guantanameras ed. El Mar y la Montaña, 2000.
Morlote, Luis J. : La mujer guantanamera del 95, conferencia, Guantánamo, 1934