San Julián
San Juli�n: patrono de G�ines. En Burgos, capital de Castilla, en el a�o Ll28 nac�a un ni�o nombrado Juli�n, que se considera sea Vandelvira de apellido. Desde peque�o, con sus padres visitaba la Iglesia de Ermita�os de San Agust�n, la Parroquia y la Catedral.
Sumario
Vida y obra
En la escuela aprendi� lectura y escritura, religi�n y c�lculo, y despu�s gram�tica, l�gica, ret�rica, aritm�tica, geometr�a, astronom�a y m�sica. Realiz� estudios superiores desde la edad de 14 a�os en la Universidad de Palencia relativos a Filosof�a, Teolog�a y Escritura Sagrada y Derecho Civil y Can�nico hasta los 23 a�os. Altern� sus estudios trabajando en la confecci�n de cestas de mimbre y sarga con las que en los jueves y s�bados obsequiaba a los pobres para que con su venta obtuviesen el sustento para alimentarse. Durante algunos meses fue a C�rdoba y Andaluc�a, para escuchar al c�lebre y destacado fil�sofo Averroes.
Vida laboral religiosa
Durante el curso 1153-1154 comenz� su labor docente impartiendo Filosof�a y Teolog�a Sacra en la Universidad de Palencia, durante un espacio aproximado de 11 a�os. Entre 1162 y 1163, coincidente con la muerte de la madre primero, y su padre despu�s, luego regresa a Burgos; all� recibe la Tonsura y las cuatro �rdenes Menores. Entre la Ermita del Silence � de La Magdalena y el Convento de Ermita�os de San Agust�n, en el Valle de la Semella, aleda�os al r�o Arlanz�n, se hace construir una peque�a y humilde casita a donde se fue a vivir en compa��a de su criado Lesmes, empleado de sus padres.
Antes de partir, Juli�n hab�a repartido todo el ajuar de su hogar paterno entre los pobres. Decidi� hacerse ermita�o, (anacoreta); hecho minorista, se retir� al Valle de Vega para estudiar, meditar y orar. Recibe de manos del Prelado las �rdenes del Subdiaconado y el Diaconado, y en 1166 fue investido de la dignidad sacerdotal. Comenz� intensamente a predicar en Burgos, y despu�s recorre toda [[Espa�a]]: desde Castilla a Navarra, Arag�n, Almorades y Le�n, entre 1168 y 1191; s�lo interrumpi� el periplo en 1185 en que regres� a Castilla nuevamente volver al recorrido. (Es justo agregar que su fiel sirviente, Lesmes, recibi� todas las �rdenes sagradas conferidas por el Obispo de Burgos).
Entre 1190 y 1191, Juli�n se encuentra en Toledo; en agosto de 1191 fallec�a el Arzobispo Toledano Gonz�lez P�rez, sucedi�ndole Mart�n L�pez, quien a los pocos mese llamaba a Juli�n para que ocupara el Arcedianato vacante en la Iglesia Primada; Juli�n en compa��a de Lesmes, queda instalado en una modesta casa. Fung�a como Provisory Vicario General.
En La Sagra, a 5 leguas de Toledo, adquiri� una casa de labor con tierra labrant�a, comprada a Gonzalo P�rez, Abad de Santa Mar�a de Usillos. (Esta heredad la don� el 21 de octubre de 1201 a la catedral toledana. Hab�a servido a ciudadanos pobres primero, y despu�s a sus colegas).
El 14 de diciembre de 1195 mor�a Juan Y�nez, primer Obispo de Cuenca; Alfonso VIII y el Arzobispo, le insist�an a Juli�n para que ocupara ese sitio, siendo aprobado por Celestino III; en junio de 1196, en la Catedral de Toledo, Juli�n era consagrado como Obispo a la edad de 68 a�os.Ciento cincuenta y tantos kil�metros que separan Toledo de Cuenca, fueron caminados por Juli�n y Lesmes en cinco jornadas; llegaron de noche, y en el amanecer hubo gran fiesta en la Iglesia Catedralicia provisional que debi� estar ubicada en una capilla donada por el primer Obispo de Cuenca, erigida con la tercera parte de los diezmo y ofrendas, que fue confirmada en julio de [[1883 por Gonzalo Arzobispo de Toledo.
La Catedral se abr�a al culto el 15 de agosto de 1196, consagrando Juli�n su Altar Mayor. El resid�a en la comunidad religiosa asentada en el Convento de los Can�nicos � Convento Capitular de Cuenca; visitaba mucho la iglesia de Santa Mar�a; �l era muy querido y respetado mucho por la poblaci�n, pues su trabajo comunitario era incansable en esta zona, rodeada por los gigantescos cerros nombrados Majestad, Garay � San Juan, La Cruz � Nuestra Se�ora del Socorro, y El Carrill.
Juli�n dominaba la lengua �rabe, y se afanaba por impartirles la doctrina cristiana a los musulmanes. En 1196 comenzaba una gran epidemia de peste; �l orient� almacenar trigo, lo cual resultaba necesario ante la hambruna que se avecinaba, situaci�n que se complic� en 1197 producto de los ataques del caudillo musulm�n Almanzor. Juli�n trabajaba sin fatiga, y ya en 1198, las riquezas por �l administradas y brindadas por habitantes, creyentes, y Alfonso VIII, eran enormes, las cuales compart�a ayudando a los pobres y fabricando cestas de mimbre para que con la venta de los mismos se mitigara la pobreza de los humildes.
En su casa episcopal, pobres y transe�ntes recib�an comida y pan, sent�ndose con ellos a la mesa, servida por �l mismo en muchas ocasiones, y compr�ndola con el dinero de las mencionadas cestas. A los 73 a�os, fue nombrado Can�nigo Arcediano de la Metropolitana de Toledo, por el Arzobispo Mart�n L�pez. En Cuenca prosigue su incansable labor siempre a pi� y atendiendo a pobres, hu�rfanos, viudas, peregrinos, encarcelados, enfermos, rencillosos.
Realizaba sus retiros en una gruta denominada "Cueva de El Tranquilo", en las faldas del Cerro de La Majestad; all� realizaba sus penitencias y fabricaba sus cestas de sarga y mimbre. Anualmente, en compa��a de Lesmes, realizaba sus visitas y recorridos pastorales.
Muerte
El 28 de enero de 1208, muri� a los 80 a�os de edad, recibiendo cristiana sepultura, posiblemente en febrero, en la Capilla de Santa Agueda de la iglesia de Santa Mar�a, Catedral de Cuenca. (Nueve d�as duraron las honras f�nebres despu�s del sepelio). El sepulcro donde se deposit� el ata�d era de piedra, pero los devotos lo deterioraron mucho; a los 300 a�os de su fallecimiento, en 1508, se reconstruy� el sitial. Prolongadas disputas hubo entre los habitantes de Burgos y Cuenca, los cuales se disputaban el honor de querer poseer los restos mortales de Juli�n.
Traslado de los restos
El 27 de mayo de 1516, se acord� trasladar los restos al Altar de la Reliquia; en enero de 1518 fue inspeccionado el sepulcro, causando admiraci�n el buen estado en que se conservaban los restos; los colocaron en una caja de sabina dentro de otra blindada de hierro, que med�a 2,09 metros de largo, 0,54 de alto, y 0,75 de ancho, ubic�ndose en el hueco del mismo Altar de la Reliquia, en un arc�n de chapas y barras de hierro que depositaron en una hornacina pegada al v�rtice del arco resguardada por doble reja de hierro con barra y pestillo, el 18 de abril de 1518. (El sepulcro y la capilla hab�an sido pintados el 29 de febrero de ese a�o).
El 14 de octubre de 1540 fue incoado el " Proceso de los Milagros de San Juli�n", y el 18 de octubre de 1594, el Papa Clemente VIII le concedi� la canonizaci�n; hubo procesi�n general con el cuerpo santo el 5 de septiembre de 1595. Desde el 23 de diciembre de 1693, el Obispo Alonso Antonio de San Mart�n acariciaba el sue�o de realizar el "Altar del Transparente"; anhelaba colocar al santo cuerpo de San Juli�n en una capilla que ubicar�a detr�s del Altar Mayor en la Santa Iglesia Catedral, de forma que su urna se viera desde la Capilla Mayor; no obstante, el 8 de septiembre de 1695 se instal� una urna de plata trabajada en oro y bronce, con tapa piramidal, forrada por dentro en tela carmes�, la cual guarda la caja de sabina y el arca de hierro, siendo depositada en el Altar de la Reliquia. Durante 1709 el pueblo le reza con insistencia para que lo protegiera contra el hambre, la peste y la guerra.
El "Altar de San Juli�n y Altar Mayor", se logra el 13 de marzo de 1751, trabajado con m�rmoles de Carrara, serpentinas de Granada y Molina, y m�rmoles y piedras policromadas de la Sierra de Cuenca; las obras estuvieron a cargo de los artistas Ventura Rodr�guez, Vergara, y los broncistas Martiniego, Verda y Lazo.
Por acuerdo del 4 de septiembre de 1760, el 8 de septiembre, la Catedral de Santa Mar�a La Mayor, coronada por la Torre de La Giralda, fue testigo del traslado de los restos del santo desde el "Altar de La Reliquia", a la "Capilla del Transparente" en la "Nave de los Reyes"; fueron colocados el 9 de septiembre.
Ante la presencia del Rey Fernando VII, acompa�ado de otras altas dignidades, fue inspeccionado el sepulcro el 1ro de agosto de 1816; al realizarse un estudio antropol�gico, se lleg� a la conclusi�n de que en vida San Juli�n lleg� a poseer una estatura de 1 metro con 70 cent�metros.
Profanaci�n y carbonizaci�n del cad�ver
En octubre de 1936, fuerzas extremistas penetraron en el Palacio Episcopal causando gran destrucci�n afectando capillas y altares, destrozaron el arca que conten�a los restos, y profanaron y carbonizaron al cad�ver, en un Jard�n del Palacio. En ese mismo sitio donde se efectu� la cremaci�n, se levant� una estatua de piedra que se mantiene erecta.
De prol�fica consagraci�n ejemplar fue el itinerario del Padre San Juli�n, quien fuera conocido como Obispo Limosnero, el m�s laborioso, proletario, y de los pobres; con orgullo incuestionable la comunidad de la Villa de [[G�ines]] y las comarcas del territorio mayabequino lo admiran con todo coraz�n.
Los 28 de enero constituye importante efem�ride consustancial a las ra�ces patrimoniales de la Villa de San Juli�n de los G�ines y su municipio, ya que es el aniversario de la muerte de su patrono, San Juli�n y el d�a central que se dedica en su honra, el D�a del G�inero Ausente, as� como el natalicio de Nuestro H�roe Nacional y Ap�stol [[Jos� Juli�n Mart� P�rez]], aun�ndose jornadas como la Semana de la Cultura y las fiestas patronales con las populares, convirti�ndose en verdadera tradici�n.
Fuente
- Por: Lic. Abilio Gonz�lez Gonz�lez. (Investigador Agregado.)