Fructuoso Rodríguez
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Fructuoso Rodríguez fue un revolucionario cubano que combatio a la dictadura batistiana.
Síntesis biográfica
Nació el 3 de mayo de 1933 en Santo Domingo, poblado de la provincia de Las Villas, actual provincia de Villa Clara.
La familia se trasladó a La Habana en busca de mejores oportunidades y Fructuoso inició sus estudios de bachillerato en el Instituto del Vedado. Eran los tiempos de los corruptos gobiernos auténticos, y como muchos jóvenes de la época, surgió en él la necesidad de luchar por una Patria mejor. Sus actividades le trajeron la expulsión de ese centro, decretada por Aureliano Sánchez Arango, ministro de Educación del Gobierno de Carlos Prío.
En 1951 ingresó en la Universidad de La Habana para cursar estudios de Agronomía y por su reconocido aval de dirigente estudiantil fue presentada, ese mismo año, su candidatura a la presidencia de la Asociación de Estudiantes, aunque no fue elegido debido a su reciente ingreso.
Encabezó protestas contra el golpe de estado de Fulgencio Batista el 10 de marzo de 1952 y desde ese día estuvo en primera fila dispuesto a empuñar las armas para defender la legalidad. Ya en octubre de 1952, la revista Bohemia destacaba a Fructuoso como un dirigente universitario con una actitud abiertamente opuesta al régimen.
El 10 de enero de 1953, cuando los estudiantes revolucionarios colocaron el busto de Mella en el pedestal frente a la escalinata, se pudo ver a Fructuoso entre los jóvenes que asistieron al acto. El 13 de abril la policía lo acusó de comunista.
En la acelerada movilización del movimiento estudiantil, universitario y secundario, se le vio participar junto a Echeverría en todas las batallas contra el régimen. En abril de 1954 realizaron una demostración en los carnavales de La Habana, donde ambos fueron brutalmente golpeados. De esa forma Fructuoso resultó herido de gravedad el 8 de mayo de 1955 en Matanzas, en el aniversario de la caída de Antonio Guiteras; también el 2 de diciembre, de ese mismo año, en la manifestación estudiantil violentamente reprimida en Infanta y San Lázaro; y otra vez en su natal Santo Domingo, en las acciones de la huelga azucarera de diciembre.
La sangre de ambos dirigentes se unió para sellar su fraterna e íntima vinculación en la batalla revolucionaria. Fructuoso, por sus propios méritos, llegó a ser el segundo dirigente nacional del movimiento estudiantil revolucionario después de Echeverría. En enero de 1955, junto a José Antonio y otros internacionalistas cubanos, participó en la guerra de Costa Rica contra la agresión del dictador nicaragüense Anastasio Somoza. Esto, entre otras cosas, pone de manifiesto su estrecha unión con José Antonio en el proceso de la lucha.
Fructuoso era un joven cubano normal, de estatura un poco más alta que lo usual, simpático y bromista, amante del béisbol y de unos puños de acero que lo hicieron famoso en sus enfrentamientos con la policía.
Esas características lo llevaron a relacionarse ampliamente en los círculos universitarios. En la campaña para las elecciones de la FEU realizó un intenso trabajo de captación hacia la política revolucionaria que impulsaban él y Echeverría. La política interna del estudiantado requirió una parte no pequeña del esfuerzo de los sectores revolucionarios. Las elecciones se realizaban por el voto directo.
El estudiantado constituía entonces un conglomerado heterogéneo. Estaban los que solo se interesaban por graduarse para abandonar la Universidad. Otro grupo lo integraban los antibatistianos que se inclinaban por una solución política y la vía electoral. Y estaba el sector revolucionario, que apoyaba la línea insurreccional. Dentro de este cuadro complejo había que desarrollar de forma intensiva la explicación y la captación.
El movimiento estudiantil revolucionario tenía dos fundamentos definitorios en su programa: la línea insurreccional y el carácter unitario. Esto conformó la propuesta que llevó a la fundación del Directorio Revolucionario en 1955.
Pero Fructuoso no solo atendía los aspectos políticos en el movimiento. Se le podía ver en las numerosas actividades culturales de la FEU, que José Antonio desplegó desde la Universidad: conciertos, exposiciones y el ballet. Así, el 15 de septiembre de 1956, presidió la presentación del Ballet de Alicia Alonso en el estadio universitario, en cuya función hizo uso de la palabra con un pronunciamiento revolucionario ante la amplia asistencia popular al evento, en el que también se realizó la primera colecta pública del Directorio.
También prestaba gran atención a las actividades relacionadas con su carrera universitaria. En el inicio del año 1956, se destacó su actividad en la organización del III Foro Nacional Azucarero. En este evento, en el que participaron numerosas figuras relacionadas con la producción azucarera, industriales, economistas e incluso trabajadores, se debatió la complicada situación del sector, por las políticas arbitrarias del régimen dictatorial y la evidente subordinación a los intereses imperialistas de Estados Unidos. Igualmente, se discutieron numerosos temas sobre el desarrollo de esta industria, incluyendo el importante papel del desarrollo de los derivados de la producción azucarera.
Un rasgo que hace presente el lado humano de aquel destacado dirigente son sus relaciones con la estudiante de Farmacia, Marta Jiménez, con quien contrajo matrimonio el 27 de julio de 1956. Esa unión se mantuvo en las difíciles condiciones de la clandestinidad, que se inició con la guerra revolucionaria.
Fructuoso, al igual que José Antonio, se destacó en la promoción de la unidad revolucionaria. Junto al presidente de la FEU, esperó a Fidel en la terminal de ferrocarriles, cuando se produjo la amnistía de los asaltantes a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en mayo de 1955. Después se reunió nuevamente con el dirigente del 26 de Julio antes de su partida para México y en octubre de 1956 viajó a ese país con Faure Chomón y Joe Westbrook, para junto a José Antonio, efectuar la última reunión de coordinación para el inicio de la guerra revolucionaria.
En agosto de 1956, Fructuoso había declarado a la prensa después de la huelga de diciembre de 1955: «"De este proceso surgió la imperiosa necesidad de concebir la unidad revolucionaria del pueblo de Cuba, como medio de lograr la liquidación de la presente etapa cubana que ensombrece nuestra historia republicana. Por tal motivo, la FEU dio origen e impulsó al Directorio Revolucionario, organismo que de inmediato se dio a la tarea de plasmar la unidad de los sectores revolucionarios que se oponen al régimen en todos los campos".»
Fructuoso fue uno de los jóvenes que acompañaron a José Antonio Echeverría el 13 de marzo de 1957 en los asaltos a Radio Reloj y al Palacio Presidencial.
Fue sorprendido por una delación, cayendo mortalmente herido el 20 de abril de 1957 junto a otros compañeros de lucha en un apartamento de Humboldt siete en la capital cubana. Cuando Fructuoso fue asesinado, su mujer estaba en espera de su hijo y se conserva la impresionante foto de la manifestación del sepelio, que Marta encabezó sosteniendo el ataúd de su compañero.