Flujo vaginal

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Flujo vaginal
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Flujo vaginal, es una condición normal no sólo de la mucosa vulvo vaginal, sino de todas las mucosas del organismo en general. Estas secreciones cumplen funciones de humectación y lubricación. Existe un flujo normal y que por diversas condiciones, de higiene principalmente, pero también por cambios hormonales puede volverse anormal e indicar la presencia de una enfermedad infecciosa o tan grave como un cáncer del tracto genital.

Definición

El flujo vaginal se refiere a las secreciones vaginales provenientes del cuello uterino, endometrio y trompas y puede variar en:
• Consistencia (espeso, pastoso, líquido)
• Color (transparente, turbio)
• Olor (normal, inodoro, maloliente
Las secreciones aumentan como consecuencia de la producción de estrógenos y la cantidad varía mucho de una persona a otra, dependiendo de la sensibilidad de su tejido a los estrógenos.


Consideraciones generales

Si la mujer está en edad de procrear,el hecho de tener alguna cantidad de flujo vaginal es normal. Las glándulas en el cuello del útero producen un moco transparente. Estas secreciones se pueden tornar de un color blanquecino o amarillento al exponerse al aire, pero éstas son variaciones normales.
Es normal que las paredes de la vagina liberen algunas secreciones, cuya cantidad depende de los niveles hormonales en el cuerpo. La cantidad de moco producido por las glándulas cervicales varía a lo largo de todo el ciclo menstrual, lo cual es corriente y depende de la cantidad de estrógeno que circula en el cuerpo.
Las secreciones aumentan como consecuencia de la producción de estrógenos y la cantidad varía mucho de una persona a otra, dependiendo de la sensibilidad de su tejido a los estrógenos. Hay mujeres con mucho flujo y poco flujo, dependiendo de la sensibilidad de las estructuras genitales internas al efecto de los estrógenos.
Cuando la mujer está en plena vida reproductiva, el flujo vaginal varía dependiendo de la etapa del ciclo en que se encuentra.
Cuando se termina la regla el flujo es escaso, cuando se va acercando a la época de la ovulación se vuelve abundante y si se introduce el dedo en la vagina es cristalino y elástico, pero cuando cae en la ropa interior adquiere el aspecto verdoso producto de la oxidación del flujo que sale que originalmente es cremoso, pero en contacto con el oxígeno adquiere ese color. Al concluir la ovulación el flujo disminuye hasta el siguiente ciclo menstrual.

Estos flujos vaginales en ocasiones se asocian con la falta de estímulo estrogénico en hipogonadismos de diferentes clases y en mujeres menopáusicas.
Aunque a veces pueden ser asintomáticas, el 90% de las que tienen sintomatología padecen vaginosis bacteriana (gardnerellas especialmente), candidiasis o tricomonas. El restante 10% sufre otros trastornos: enfermedades de transmisión sexual, alergias, irritaciones químicas y otras causas. La vulvo-vaginitis es la secreción de flujo anómalo e irritante, maloliente o no, que produce malestar local (prurito o ardor) que se puede acompañar de disuria y/o dispareunia.
Un flujo vaginal, que aumenta en la cantidad de flujo, cambia de color, tiene mal olor e irritación vaginal y vulvar, o un flujo manchado de sangre cuando no se está menstruando o después de la menopausia puede ser indicio de un problema subyacente, como una infección.

Flujo vaginal y embarazo

Durante todo el embarazo existe normalmente un aumento en las secreciones vaginales provocado especialmente por el aumento de las hormonas placentarias. Eso lleva a la aparición de un flujo que se caracteriza por ser blanquecino, con poco olor, líquido, muy similar al que muchas mujeres tienen en el período premenstrual. A veces puede ser molesto por la cantidad y puede ser necesario el uso de protectores de algodón para mayor confort, especialmente durante el último trimestre de la gestación.
Si presenta un flujo vaginal amarillento, verdoso o espeso con mal olor o acompañado de ardor, picazón, enrojecimiento de la zona genital, puede deberse a una infección que requiera de un tratamiento específico dependiendo de la causa que lo provoque. Generalmente se soluciona rápidamente y no son de riesgo para el bebé. En los casos de infecciones por hongos como la Cándida albicans, es importante tratarlas antes del parto para evitar contagiar al bebé durante el nacimiento.

Causas comunes


Las siguientes situaciones pueden aumentar la cantidad de flujo vaginal normal:
Estrés emocional
• Ovulación (la producción y liberación de un óvulo del ovario en la mitad del ciclo menstrual)
Embarazo
• Excitación sexual


Causas del flujo vaginal anormal

Puede deberse entre otras cosas a:
Vaginosis bacteriana (VB): las bacterias que normalmente viven en la vagina se multiplican en forma exagerada, causando un flujo grisáceo y un olor a pescado que empeora después de una relación sexual. Esta afección por lo general no se transmite sexualmente.
• Cáncer vaginal o de cuello uterino (rara vez es una causa de flujo excesivo)
• Clamidia
• Un tampón o un objeto extraño olvidado
Gonorrea
• Otras infecciones y enfermedades de transmisión sexual
• Tricomoniasis
• Candidiasis vaginal

Síntomas

Generalmente son:

  • Irritación y ardor en vulva o vagina
  • Enrojecimiento y picazón en labios menores o mayores.
  • Erupciones o lesiones el los labios vaginales.
  • Molestias o ardor al orinar
  • Flujo o secreciones anormales con mal olor.


Consejos para prevenir y tratar el flujo vaginal


• Mantener el área genital limpia y seca.
• Evitar las duchas vaginales. Si bien muchas mujeres se sienten más limpias si utilizan duchas vaginales después de una menstruación o relación sexual, podría en realidad empeorar el flujo vaginal, ya que ésta elimina las bacterias sanas que recubren la vagina y que están allí para proteger contra una infección.
• Utilizar una crema vaginal o un supositorio vaginal sin receta, únicamente si la persona sabe que tiene una candidiasis vaginal.
• Tratar de disminuir el estrés.
• Tomar yogur con cultivos vivos o tabletas de Lactobacillus acidophilus cuando se estén tomando antibióticos para tratar de prevenir una candidiasis vaginal.
• Usar condones para evitar contraer o diseminar enfermedades de transmisión sexual.
• Si la persona tiene diabetes, debe mantener un buen control de los niveles de azúcar en sangre.

Si el flujo es causado por una enfermedad de transmisión sexual, la(s) pareja(s) sexual(es) se debe(n) tratar, incluso si no tiene(n) síntomas. La negativa de la pareja sexual a aceptar tratamiento puede causar reinfección continua, que puede conducir a un problema grave como la infertilidad.


Fuente


Referencia

  • Hablemos de Salud ,publicación MINSAP