Emilio Rubio Garcés

 

Emilio Rubio Garcés
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Plantilla:Personaje histórico

Jovial, muy activo y con gran dinamismo vivaracho, nos esperó en el despacho-consulta de su hogar, el muy conocido, apreciado y querido popularmente “Emilito Rubio”

“EMILIO RUBIO GARCÉS.”

Jovial, muy activo y con gran dinamismo vivaracho, nos esperó en el despacho-consulta de su hogar, el muy conocido, apreciado y querido popularmente “Emilito Rubio”; allí estuve rodeado de múltiples títulos de libros que denotan la gran cultura enciclopédica del dueño, añejos recuerdos como apreciados souvenirs, su tradicional buró de trabajo y consultas, hasta modernos cassettes y CDs; la entrevista estaba programada con casi dos meses de antelación con el objetivo de publicarla mediante las líneas emitidas por esta, nuestra revista “Güinesmío digital”, pero al acelerarse el traslado del Instituto Preuniversitario en el Campo “Estados Unidos Mexicanos” con todos sus profesores y alumnos hacia la población de Güines, hacia el inmueble de la patrimonial e histórica edificación original del Instituto de Segunda Enseñanza de Güines, un amigo y compañero me embulló a acelerar el encuentro que motivó el presente trabajo, a sabiendas de que Emilito, en buena medida, jugó su papel en relación con la inauguración primigenia del sitio, por lo que él mismo debía ser invitado, -¿cómo no?-, a su reinauguración.


Preclaro nos narra cómo nació exactamente a los 30 años del inicio de la “guerra justa y necesaria”, “con todos y para el bien de todos”, como dijera con gallardía nuestro Apóstol de la Independencia y Héroe Nacional José Julián Martí Pérez, abría por vez primera sus comunicativos ojos para contemplar la luz de nuestro ardiente sol, quien sería nuestro excelso especialista en auscultar y sanar ojos a miles de personas necesitadas, y a quien muchísimos agradecen por muy diversos motivos. Hijo fruto del asturiano Emilio Antonio Rubio Zarabozo, destacado sastre y empleado de la tienda “El Cable”, y su señora madre, hija de Eduardo Garcés y Modesta Peña, costurera, sobrina del médico Abelardo Garcés
Jorge, natural éste de Real Campiña, en España.



Con su memoria prodigiosa nos explica con recuerdos alegres que el hogar de su natalicio fue la calle Clemente Fernández entre las calles Vapor o Martí, y la calle Maceo o Reina.


De la unión nacieron cuatro retoños: Secundino Eduardo, Guillermina, Heriberto Emilio, y Luis Vidal: tres varones y una hembra; Emilito, el tercer hijo, nació el 24 de febrero de 1925 .Nos recuerda con perspicaz y valiente energía cómo siendo niño, -con sólo 6 años-, pasó por una situación difícil y muy delicada de salud; era la época de la dictadura machadista, habían muchas necesidades económicas desde el punto de vista familiar, y un deplorable estatus económico y socio-político en el país; la situación se complicó enormemente cuando él enfermó con un cuadro clínico complicado al contraer una cuadriplejia combinada con espondilitis cervical, y con parálisis cuasigeneralizada, motivo que atrajo gran preocupación en el seno de la familia, no sólo por los excesivos gastos, sino por temor a que quedara inválido; sí recibió durante los dos años en que estuvo encamado, una gran dosis de amor de la familia, amistades y vecinos. Al ir sanando tuvo nuevamente que aprender a caminar.

Con gran dosis de amor nos habla con orgullosos recuerdos acerca de sus estudios, escuelas y maestros de nuestra mayabequina Villa de Güines; no olvida los colegios “Francisco Arango y Parreño”, y “José Antonio Saco”, sus educadores María Antonia Castellanos, Manuel García, Ernesto Martínez, Marina Venero, África Fernández, Hernán Hernández y otros. Cursó los dos años en la Escuela Primaria Superior que estuvo ubicada en la calle Máximo Gómez, -hoy avenida 77 entre las calles Pinillos y Cuatro Palmas, (hoy calles 76 y 80), sitial donde comenzó a escribir sus primeras poesías y versos, y despuntaba por su notable inteligencia y sagacidad para resolver los problemas.


A los 16 años matriculó en el Instituto de Segunda Enseñanza de Güines, que estaba ubicado en la Calle Real o Máximo Gómez, -hoy avenida 77-, entre
Clemente Fernández y Valdés o de La Línea, (hoy calles 94 y 98). Allí, con

honradez y hombradía comenzó a participar en la política interna de los movimientos estudiantiles del alumnado, fue delegado de la Asociación de Estudiantes del Instituto, alumno eminente del centro docente, amigo de Raúl Gómez García, integró la Federación de Estudiantes de los Institutos, participó en protestas y actos de desagravio al Apóstol, en contra de los uniformes de gala vistosos y de lujo a sabiendas de que habían compañeros, -como él mismo., que eran pobres, y realizó discursos en contra del oportunismo y la corrupción reinante en la misma escuela y en la sociedad cubana.


Durante el gobierno auténtico, en la etapa presidencial del Ramón Grau San Martín, -entre los años 1944-46-, éste visitó nuestra población; Emilito supo que el Presidente iba a realizar una gestión cerca de Güines, pero que iba a regresar; Emilito, con un grupo de sus compañeros estudiantes, se ubicó en el mismo centro de la calle y con una bandera cubana,-acompañado de una condiscípula llamada Elvira Morín-, para detener la caravana presidencial; la misma se detuvo, y explicaron que los estudiantes del Instituto deseaban y necesitaban poder hablar con el presidente; Grau les explicó que él iba a regresar para tener una actividad en El Liceo, hoy Biblioteca Municipal, ubicada en la calle Real o Máximo Gómez y Clemente Fernández, y que estuvieran allí, que él los iba a atender.


Al regresar el Presidente, le explicaron la ya situación ruinosa de le edificación del Instituto, así como de la necesidad de poder obtener dinero para poder gozar de la obtención de instrumentos para una Banda Rítmica o Banda de Música para el Instituto; Grau prometió que iba a resolver ambos problemas, y de forma casi inmediata autorizó una suma de dinero para poder comprar los instrumentos musicales y les encargó que buscaran un terreno parta la futura edificación.


Ingresó en la Universidad de La Habana en la Escuela de Medicina, donde proseguía su amor por la poesía, participó en manifestaciones de mítines y protestas como la toma u ocupación de la Escuela de Odontología, obtuvo
sobresaliente en todas sus notas, y se graduó en 1953, Año del Centenario del Natalicio de José Martí; guarda con amor el gallardete, -verdadera condecoración-,
de la Fraternidad del Centenario de Martí.


Al ejercer como Médico General, laboró como cirujano, trabajó en la especialidad de la obstetricia, estuvo en las nóminas de centros de salud capitalinos como en Maternidad de Línea y otros sitios. Recuerda con mucha alegría y un abierto regocijo la satisfacción que sentía cuando salvaba vidas o cuando con su esmero y amoroso desespero veía nacer niños y ayudar a traerles la vida al mundo y cómo abrían sus ojitos.


Vino a su Güines, donde fue Jefe de los Servicios Médicos en la Casa de Socorros; pero como seguía estudiando se especializó en la Oftalmología, y a tal punto que pudo establecer su consulta, gratis, y se convirtió en el primer oftalmólogo residente en la población.


Laboró tras el triunfo revolucionario en el Hospital General de Güines, fue su Subdirector, fue Director del Policlínico de Especialidades, Director del Hospital, y
Director de Asistencia Médica de toda la región Mayabeque.


Pasó a trabajar en su especialidad, en la prestigiosa institución médica capitalina llamada “Liga contra la ceguera”, hoy nombrada “Doctor Ramón Pando Ferrer”, centro donde Emilito llegó a ser su subdirector, y donde trabajó como siempre, con seriedad meritoria durante muchos años.

Posteriormente laboró en la población y municipio de San José de las Lajas, donde además, fue director del Policlínico de Especialidades, hasta que regresa a su Güines nuevamente, prestando sus servicios en los diversos centros del sector de la salud, Jefe Médico de la Cruz Roja, en la Comisión Médica Militar, y en su consulta en el Policlínico de Primera Urgencia, donde se retira, a los 85 años de edad, en junio del 2,009.


A través del decursar de toda su vida y obra, la trayectoria de EMILITO, nos demuestra sin cuestionamientos, y reafirma acerca de su mayor grandeza; él es y
ha sido de los imprescindibles; su alta estatura personal y moral radica en que ha sabido ganarse el amor de todos los que hemos tenido el goce de su trato y su amistad; en realidad su pueblo y su sociedad lo admiran y respetan.


(La obra poética creativa de Emilito es muy variada; por su valioso mensaje hemos escogido la que a continuación presentamos:


“LA MEDIOCRIDAD.”
Por: Dr. Emilio Rubio Garcés.

Cuando la mediocridad
tiene en sus manos gobierno
se enajena en un eterno
alarde de autoridad.
Transforma la realidad
alterando el mecanismo,
y aumentando el centralismo,
frena en su eterna obsesión
el curso a la evolución
y surge el autocratismo.
Como entorpece el progreso
el obstinado extremismo,
cuando está el oportunismo
ocultando tanto exceso;
el repetido suceso,
habla de su villanía;
cuan útil resultaría
que se llegue a comprender
que el abuso de poder
es signo de cobardía.



Fuentes

Avilio González.Investigador/Museo de Güines