Moho azul del tabaco

Moho azul del tabaco
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Moho azul del tabaco (Peronospora tabacina).Tiene distribución mundial. Se trata de la enfermedad más importante del tabaco.

Subsistencia y Propagación

El hongo sobrevive como oospora y en clima cálido como micelio en restos de la cosecha o en hierbas silvestres del género Nicotiana. El inóculo está formado por los esporangios que llegan con el viento a los planteros. Le favorecen los días calurosos con noches frías, con rocío y se detiene con clima caluroso y seco. Las plántulas sufren una gran mortandad. Más tarde, el hongo plantea graves problemas en los tabacales. Los esporangios llegan con el viento a las hojas y liberan sus zoosporas que sólo germinan cuando hay una película de agua sobre las hojas. De entre 4 y 7 días después de la infección, se producen los esporangióforos que salen por los estomas del envés de las hojas para producir esporangios.

Desarrollo

El micelio se desarrolla en el interior de las hojas, y solo lo frena en su propagación el xilema endurecido por el crecimiento de la planta. Pero el hongo supera esta barrera si logró instalarse tempranamente en el cambium mientras la planta era joven : entonces entra a los tallos y se dipersa internamente llegando a las yemas axilares y a las hojas, donde esporula. Así, la infección se vuelve sistémica.

Sintomatología

Los primeros síntomas de las infecciones locales son hojas cloróticas o pajizas con tizones, que muestran un moho gris azulado por el envés. Entre más jóvenes son atacadas las plantas, mayores probabilidades tienen de morir.

Las hojas de las plantas más desarrolladas muestran el síntoma típico: áreas circulares verde pajizo que se vuelven cloróticas, luego necróticas, hasta que grandes áreas de la lámina foliar se deforman y mueren; las plantas quedan chaparras y como marchitas. Las lesiones sistémicas en las hojas son manchas cloróticas, luego necróticas, con los tejidos circundantes como plegados. El hongo es tolerante a los fungicidas convencionales, más aún en su fase.

El moho azul en Cuba

Este hongo del tabaco se reportó en Cuba por primera vez en 1957 como consecuencia de la importación de tela de uso, para las plantaciones de tabaco tapado, procedente de los Estados Unidos, donde proliferaba. En aquella etapa se adoptaron medidas para su erradicación y no se había detectado nunca más su presencia.

Contaminación no casual

La llegada del Moho azul en noviembre de 1979, 22 años después de la primera contaminación, no fue casual. La aparición de focos en un amplio territorio confirmaba su infestación por vía aérea.

Las pérdidas de tabaco fueron de tal magnitud que solo por disminución de exportaciones y perjuicios en el consumo nacional se calcularon 350 millones de dólares. Medidas preventivas de altísimo costo para erradicar el Moho azul y la ausencia del puro cubano en los mercados tradicionales ocasionaron no pocas consecuencias negativas a la venta durante los años siguientes.

Obtención de variantes tolerantes a la plaga

Con el objetivo de protegerse del Moho azul los especialistas del Instituto de Investigaciones del Tabaco trabajaron para obtener variedades tolerantes a esa plaga. Actualmente todas las variedades de tabaco que se siembran en Cuba son tolerantes al Moho azul. Otros países de la región acuden a las experiencias cubanas para combatir tal hongo mediante plantas más resistentes, pues él tiene una capacidad de trasladarse por el aire de hasta 5 000 kilómetros.

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Fuentes