Alfredo Yabur Maluff
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Alfredo Yabur Maluf. Abogado cubano, luchador junto a los miembros del directorio revolucionario, Ministro del Ministerio de Justicia (1920-1973).
Sumario
Síntesis biográfica
Infancia y juventud
Alfredo Yabur Maluf nació el 8 de diciembre del 1920 en Fomento, donde sus padres, Juan y Salime, eran propietarios de una tienda mixta. Ellos habían llegado a Cuba, procedentes del Libano, 20 y 12 años atrás, respectivamente, y vivieron en Placetas.
Alfredo comenzó a estudiar a los 6 años de edad en la escuela pública de su pueblo natal, cuando terminó el quinto grado, con once años, tuvo que abandonar los estudios para dedicarse a trabajar, junto con su hermano Luis, en la escogida de tabaco y ayudar en algo a la madre; en esta labor pasaría dos años.
En 1930, cuando comenzó su temprana vida obrera, ingreso con sus hermanos Cesar y Luis en la liga juvenil antiimperialista.
Hijo de una familia humilde, Alfredo pasó por las vicisitudes de quien en medio de limitados recursos económicos se empeñó enfanosamente en su superación humana e intelectual.
Un día el padre reunió a la familia para analizar la decisión de Alfredo de continuar los estudios, todos estuvieron conformes porque el muchacho prometía. Por las noches dormía poco; pasaba las horas estudiando solo, malamente ayudado por la luz de un quinqué, pero firmemente decidido a superarse. Alfredo matriculó su primer año en el Instituto de segunda enseñanza de Santiago de Cuba en el curso 1943-1944. Muy pronto comenzó a destacarse como buen estudiante, preocupado por todo y por todos, por ello, sus compañeros lo eligieron presidente de la Asociación de Estudiantes al comenzar ese curso.
Las elecciones con voto secreto y directo, se efectuaban anualmente. Alfredo fue elegido presidente, año tras año, hasta que terminó sus estudios de Bachillerato. Fue el único dirigente estudiantil de ese nivel elegido cuatro veces consecutivas en Santiago de Cuba.
En 1946 Alfredo terminó sus estudios en el instituto.
En la Universidad de la Habana
En el seno de la Universidad de la Habana prosigue su lucha estudiantil, no solo vinculada a las específicas aspiraciones estudiantiles, sino también a las altas aspiraciones revolucionarias del pueblo.
El deber de la lucha Revolucionaria lo cumplió Alfredo “Sencilla y Naturalmente” como señalará el Apóstol; estuvo presente en todas las luchas estudiantiles que dirigían las fuerzas no corrompidas de la Universidad. Al producirse el golpe del 10 de marzo Alfredo estuvo en el alto centro estudiantil junto a otros jóvenes revolucionarios. Ellos esperaban las armas, que no llegaron, para enfrentarse a la tiranía que comenzaba.
Su último curso universitario lo vivió bajo una actividad constante, preocupado, junto a otros estudiantes dirigidos por José Antonio Echeverría, por encontrar los métodos más eficaces de lucha contra la tiranía.
Luego siguió muy vinculado a los compañeros de la dirección estudiantil: Faure, José Antonio, Fructuoso, Joe, etc. y como abogado era el compañero que defendía todos los casos del directorio. Fue detenido varias veces, la represión iba aumentando porque la lucha en la Sierra y en el resto del país se incrementaba. En 1958, fue encarcelado de nuevo, pero con otras intenciones, pues fue conducido a la quinta estación de la policía, lugar donde operaba el Sanguinario Ventura; este, y otros personeros de la tiranía batistiana, habían expresado, públicamente, sus siniestras intenciones en contra del abogado pero por el prestigio público que gozaba Alfredo y la pronta movilización de varias personalidades, se vieron forzados a dejarlo en libertad, pero estaba claro que sería asesinado en la primara oportunidad que se presentara.
En el exilio
En agosto de 1958 Yabur se vio obligado a salir rumbo a Ecuador, en cuya embajada se había exiliado días atrás debido a la presión a que era sometido.
Retorno a Cuba
Al regreso a su patria, en los primeros días de enero de 1959, Yabur es nombrado subsecretario del Ministerio de Justicia y al mes siguiente Ministro, desde este nombramiento, comenzó a trabajar por la transformación del organismo, para que sirviera a los intereses del pueblo y del Gobierno Revolucionario.
Aunque su estado de salud no era bueno y se le desarrolló de forma progresiva una enfermedad, no abandonó ninguna de sus funciones públicas y continúo laborando con el mismo tesón y espíritu de sacrificio.
Muerte
Fallece el 24 de marzo de 1973, víctima de una penosa dolencia. Su cadáver fue expuesto en la base del Monumento dedicado a José Martí, en la histórica Plaza de la Revolución, junto al féretro desfiló el Líder de la Revolución Compañero Fidel Castro y otros dirigentes cubanos. Su sepelio constituyó una muestra de duelo popular.
