Agliofobia

Agliofobia Miedo al dolor. Clasificación: Fobia

Agliofobia o Algofobia. Se define como un persistente, anormal e injustificado miedo al dolor.

Agliofobia

El miedo al dolor es un sentimiento universal que todo individuo ha experimentado en alguna ocasión. Sin embargo, cuando este rechazo se vuelve anormal, persistente e injustificado se define como algofobia. De acuerdo con la International Association for the Study of Pain (IASP), hay un porcentaje muy elevado de personas que sienten un miedo incontrolado a sentir o experimentar situaciones que pudieran provocar sufrimiento.

Este miedo suele desencadenar una serie de reacciones psicológicas y físicas, como la vigilancia extrema, la tensión muscular o la actitud evasiva. Existen evidencias científicas de estas y otras reacciones, que más que ayudar a solucionar la causa, contribuyen a perpetuar el dolor, de acuerdo con un estudio de investigadores belgas publicado en la revista Pain.

La algofobia se convierte en un obstáculo para quien la padece, que llega a privarse de experiencias que otros ven con naturalidad, como un embarazo, acudir al dentista o al médico o participar en ciertas actividades deportivas por temor a sufrir una lesión.

De acuerdo con la International Association for the Study of Pain (IASP), hay un porcentaje muy elevado de personas que padecen algofobia o miedo incontrolado a sentir o experimentar situaciones que pudieran provocar sufrimiento.

Uno de los entornos más temidos es la consulta del dentista. Se calcula que 1 de cada 4 personas sufre odontofobia, según un estudio publicado en julio en la revista Ciencia y Saúde Colectiva, realizado por investigadores de la Universidad de Pernambuco (Brasil). En Suecia, el sistema público de salud cubre la atención de estos pacientes en un centro especializado, cuando cumplen un grado de angustia severo.

Muchas de las personas con miedo al dolor desarrollan esta fobia tras una experiencia traumática en la que fueron sometidos a un sufrimiento persistente y severo. Otro grupo de pacientes con este rechazo incontrolado al sufrimiento son aquéllos que tuvieron una mala experiencia con un tratamiento indebido o en una consulta médica. En otras ocasiones, el temor se debe a la imagen o idea que el paciente tiene sobre el dolor físico, que pudo haber sido creada en base a comentarios, imágenes o fuentes bibliográficas a las que haya tenido acceso.

Por último, muchos enfermos crónicos también experimentan algofobia, una reacción que deriva en tensión, angustia y, en ocasiones, hasta inmovilismo físico.

Causas

Síntomas

Tratamiento

Las personas que padecen un miedo desproporcionado al dolor deben concienciarse de la magnitud de este problema y buscar soluciones que les permitan afrontar distintas actividades cotidianas, como acudir a una consulta médica. Las distracciones de realidad virtual interactiva ayudan a aliviar esta angustia, e incluso han demostrado reducir la intensidad del dolor en consulta, de acuerdo con un estudio de la Universidad de Barcelona publicado el año pasado en la revista Studies in Health Technology and Informatics. Un nuevo sistema de realidad virtual, Isla Calma, permite distraer el miedo al dolor y atenuar el dolor mismo de los pacientes que deben someterse a una intervención, como un tratamiento dental o una cirugía menor. Esta aplicación, desarrollada por la empresa española Nesplora, es fruto de diez años de investigaciones sobre la aplicación de la realidad virtual en el dolor. Consiste en un software que permite, a través de unas gafas en 3D, que el paciente se sumerja en un escenario relajante e interactúe con él. El sistema tiene su principal aplicación en consultas dentales, para personas con aversión al dentista o que prefieren distraerse mientras se realiza el procedimiento; en unidades de dolor y tratamientos crónicos; en intervenciones con anestesia parcial; en centros sanitarios que realizan procedimientos molestos o dolorosos, como las biopsias, las infusiones de medicamentos o las diálisis; así como en grupos de investigación en dolor, y en tratamientos de ansiedad y estrés. La música reduce la ansiedad, el estrés y el miedo antes de una intervención

  Escuchar música beneficia a los pacientes en momentos previos  y  después de intervenciones quirúrgicas. Oír  melodías puede ayudarles a  reducir la ansiedad, el estrés y el miedo al dolor. Así lo han  determinado científicos de Escuela de Medicina de la Universidad de  Atenas, según  un artículo publicado en septiembre en la revista  Journal of Alternative and Complementary Medicine. 

Los autores explican que han investigado los aportes de la música en la anestesiología y aseguran que su uso puede ser un método complementario para el tratamiento de estrés preoperatorio y para el manejo del dolor agudo y crónico. Los investigadores concluyen que la música puede funcionar como un ansiolítico suave y que su eficacia depende de la disposición de cada paciente y de la gravedad del dolor.

Realidad virtual

El empleo de juegos de realidad virtual en 3D es una de las técnicas que recomiendan los especialistas de la SEAS para ‘olvidar’ el dolor. Como explica Julia Vidal, psicóloga responsable del Área del Dolor de esta Sociedad, el uso de realidad virtual permite que el paciente fije su atención en otra parte, que en este caso podría ser un juego, de forma que el cerebro se distrae, ya que este órgano es incapaz de atender con intensidad a dos cosas al mismo tiempo.

La influencia positiva que ejerce la realidad virtual sobre la disminución de la percepción del dolor se ha comprobado en diversos estudios. El año pasado la revista ‘Studies in Health Technology and Informatics’ publicó un estudio realizado por la Universidad de Barcelona en el que se observó que los participantes que se distraían con el uso de realidad virtual –y especialmente si interaccionaban con el programa– reportaban una percepción menos intensa del dolor.

Recientemente se acaba de presentar en España un sistema de realidad virtual denominado ‘Isla calma’, desarrollado por la empresa Nesplora, que sirve para distraer a los pacientes cuando se someten a procedimientos que les resultan molestos o frente a los que es habitual sufrir miedo al dolor, como ocurre con algunos tratamientos médicos, cirugía menor, ciertas pruebas diagnósticas, etcétera.

Este programa, que dura tres horas, permite a los pacientes interactuar con un escenario relajante –hay ocho en total–, sirviéndose de unas gafas 3D y un mando inalámbrico. El uso de este software está especialmente recomendado durante tratamientos odontológicos, intervenciones que se practiquen con anestesia local, durante la realización de pruebas diagnósticas molestas o dolorosas, como una biopsia, así como en unidades de dolor y para pacientes que sigan tratamientos crónicos.

Fobias relacionadas

• Aicmofobia: Miedo a los objetos afilados.
• Belonefobia: Miedo exacerbado a las agujas.
• Fobofobia: Miedo al miedo.
• Odontofobia: Miedo al dentista.

Entre los trastornos asociados al miedo al dolor destacan la ‘kinesiofobia’, que consiste en que la persona teme moverse porque cree que esto le puede ocasionar un daño. Según una reciente investigación que ha publicado Behaviour Research Therapy, el problema es que esta evitación del movimiento es un importante factor de riesgo de discapacidad en los pacientes con dolor crónico músculo-esquelético

La ‘cognifobia’ es otra alteración asociada al miedo al dolor que presentan en este caso los pacientes que sufren cefalea con frecuencia. Debido al miedo que sienten a que aparezca la cefalea, estos pacientes evitan realizar tareas cognitivas y disminuyen voluntariamente el esfuerzo requerido para llevarlas a cabo, con el objetivo de intentar reducir el riesgo de sufrir una cefalea o, al menos, para no intensificar sus síntomas.

Fuentes

• Fobias. Consultado el 31 de enero de 2014
• Infobias. Consultado el 31 de enero de 2014
• Miedo al dolor. Consultado el 31 de enero de 2014
• Cuerpo y mente. Consultado el 31 de enero de 2014
• Miedo al dolor. Consultado el 31 de enero de 2014
• Evita el dolor. Consultado el 31 de enero de 2014
• Padecer dolor. Consultado el 31 de enero de 2014