Autovaloración del educando sobre su desempeño escolar

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Autovaloración sobre el desempeño escolar
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Concepto:La autovaloración sobre el desempeño escolar es parte esencial de la autovaloración como formación psicológica de la personalidad del educando; en ella se integran lo cognitivo, lo afectivo y lo volitivo sobre la base del autoconocimiento de las cualidades, estilos de aprendizaje, potencialidades y limitaciones en el cumplimiento de las responsabilidades escolares y del nivel de armonía en sus criterios autovalorativos, con influencia en la actitud que asume ante diferentes situaciones escolares.

Autovaloración sobre el desempeño escolar

En Cuba, el Ministerio de Educación hace énfasis en sus orientaciones a maestros, profesores y directivos de todos los niveles, en que la educación como complejo proceso social debe garantizar la apropiación por parte del ser humano del legado que le ha antecedido, preparándolo para la vida, para el trabajo social, en su época y contexto, y para desarrollar su personalidad; transformar el mundo y autotransformarse. Ningún aspecto de este complejo proceso se da al margen de la realidad educativa y el accionar sobre ella, pero se ha de tener presente que probablemente no exista concepción sobre el educando que ejerza mayor influencia en sus normas de relación con el mundo, que la que este se haya formado sobre sí mismo. Es decir, el autoconocimiento es una premisa de la autorregulación, lo que introduce la necesidad del estudio de la autovaloración en la realidad educativa como parte de la formación y desarrollo integral de la personalidad.

Dimensiones de la autovaloración sobre el desempeño escolar

  • autoconocimiento
  • armonía
  • regulación.

La primera dimensión, más directamente relacionada con el contenido de la autovaloración y su función subjetivo-valorativa; la segunda con el nivel de valoración afectiva incluido en su dinámica, con puntos de contacto entre las dos funciones; mientras la tercera está más relacionada con el poder movilizador de la dinámica de la autovaloración y su función reguladora.

  • El autoconocimiento referido al desempeño escolar es el conocimiento que el educando tiene sobre sus cualidades positivas y negativas, sus posibilidades y limitaciones en la escuela. Se refiere al conocimiento no solo de sus resultados docentes, sino de todos los aspectos que intervienen en el proceso de obtención de dichos resultados, por lo que incluye también el conocimiento de sus estilos de aprendizaje predominantes y la efectividad de los mismos.
  • La armonía en los criterios autovalorativos sobre el desempeño escolar es el equilibrio, concordancia o correspondencia entre los criterios autovalorativos y la valoración exterior, entre las aspiraciones del educando, su valoración personal y sus posibilidades reales, que le confiere estabilidad a los criterios autovalorativos sobre su desempeño escolar.
  • La regulación de la conducta en la escuela es la capacidad del educando de autorregular conscientemente su actuación, que se manifiesta en el autocontrol ante situaciones escolares diversas incluidas las de éxito y fracaso, en la flexibilidad en la adopción de sus metas en correspondencia con sus posibilidades reales y en la orientación hacia la superación de sus limitaciones en el cumplimiento de sus responsabilidades escolares.

Estas tres dimensiones ofrecen una comprensión integradora de la unidad de contenido y dinámica de la autovaloración. Ninguna de ellas aisladamente da una visión completa de la autovaloración, son formas de expresión de la unidad de sus funciones subjetivo-valorativa y autorreguladora.

Indicadores del autoconocimiento

En la dimensión de autoconocimiento referido al desempeño escolar pueden considerarse como indicadores:

  • el conocimiento que el educando tiene de sus cualidades positivas, posibilidades y potencialidades para el cumplimiento de sus responsabilidades escolares, incluyendo sus resultados académicos;
  • el conocimiento que el educando tiene de sus cualidades negativas, limitaciones y errores en el desempeño de sus responsabilidades escolares, incluyendo los desaciertos en el rendimiento académico;
  • el conocimiento que el educando tiene sobre la manera en que afronta y resuelve sus tareas de aprendizaje, sus formas predominantes para aprender, es decir, la preferencia de ciertas estrategias de aprendizaje respecto a otras y la efectividad de las mismas en sus resultados docentes.

En el proceso dialéctico de adecuación de la autovaloración no basta que aparentemente haya un alto nivel de autoconocimiento, pues quedaría reducido al plano cognitivo. El autoconocimiento está mediado por la valoración afectiva de ese conocimiento de sí, por lo que es necesaria también la armonía en los criterios autovalorativos sobre el desempeño escolar.

Indicadores de la armonía

Los indicadores de armonía en la autovaloración del educando sobre su desempeño escolar son:

  • correspondencia entre los criterios autovalorativos y la valoración exterior (entre lo que piensa el educando de sí mismo con respecto al cumplimiento de sus deberes en la escuela y lo que creen las personas conocedoras de su desempeño escolar);
  • correspondencia entre el nivel de aspiraciones y el nivel de ejecución (entre los objetivos o las expectativas del educando con respecto a su culminación futura en una tarea determinada y el nivel real de ejecución del mismo en la tarea);
  • estabilidad en los criterios autovalorativos (conservación del criterio autovalorativo en relación con la valoración exterior en un tiempo relativamente corto en el que no se han producido influencias educativas sobre el mismo).

En la autovaloración sobre el desempeño escolar, se combina lo cognitivo (incluido fundamentalmente en el autoconocimiento) con lo afectivo-motivacional (considerado más explícitamente en la armonía). Aunque el autoconocimiento y la armonía pudieran considerarse como dimensiones del aspecto subjetivo-valorativo de la autovaloración, están también muy relacionados con el potencial regulador de la autovaloración referida al desempeño escolar. Este se manifiesta en el aspecto conductual (esfera ejecutora) como una actitud práctica hacia sí mismo y hacia las personas que lo rodean.

Indicadores de la regulación

Se consideran indicadores de la dimensión de regulación de la conducta en la escuela:

  • el autocontrol ante situaciones escolares (capacidad para controlar las reacciones emocionales ante situaciones escolares diversas como las de éxito y fracaso en las tareas y deberes escolares); *la flexibilidad en la adopción de metas (capacidad para cambiar decisiones o proyectos y adecuarlos a nuevas exigencias y situaciones, así como cambiar alternativas y estrategias de comportamientos concretos ante resultados no acordes con sus expectativas y nivel de aspiraciones);*la orientación hacia la superación de limitaciones (capacidad para dirigir un esfuerzo volitivo hacia el autoperfeccionamiento, la autocrítica y la autorreflexión en búsqueda de las causas que provocan las limitaciones o errores y su responsabilidad ante ello para sobre esa base emprender las metas futuras y autoeducarse).

En este último indicador, se materializa la expresión superior de la función autorreguladora de la autovaloración: su papel autoeducativo.

Esta última dimensión y sus indicadores acercan la autovaloración a lo que ha sido denominado por algunos autores como resiliencia. Con este término se hace referencia a la capacidad de hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas y salir, incluso, transformado. Solo cuando la autovaloración desempeñe esta función manifiesta en su potencial regulador en tres momentos importantes: antes, durante y después de la actividad, se considera adecuada y promotora de habilidades conformadoras del desarrollo personal. Una autovaloración adecuada tiene entonces como premisa un alto nivel de autoconocimiento; en el ámbito escolar este se traduce en el autoconocimiento de las cualidades positivas y negativas y del estilo de aprendizaje, pero ese conocimiento de sí debe tener la carga afectiva intrínseca suficiente para generar una reflexión ante los desajustes autovalorativos, que conlleve a la armonía en los criterios sobre la valoración de sí y lo induzca a la regulación de sus actuaciones, a reformular sus metas y aspiraciones en correspondencia con su nivel real de ejecución y a superar sus limitaciones.

La autovaloración sobre el desempeño escolar, en relación directa con sus funciones valorativa y reguladora actúa tanto en la esfera inductora como en la ejecutora de la personalidad. Determina la dirección del comportamiento humano al constituirse en un móvil de las actuaciones y repercutir significativamente en la conducta asumida por el sujeto ante diferentes situaciones escolares.

Fuente

Peña Acosta, Yolanda (2005). Alternativa didáctica para elevar el nivel de desarrollo de la autovaloración del bachiller sobre su desempeño escolar. Tesis en opción al grado científico de Doctor en Ciencias Pedagógicas. Las Tunas, Cuba.