Ave marina

Aves marinas 260px Clasificación Científica Reino: Animalia Clase: Aves

Aves marinas. Las aves marinas constituyen un extenso y variado grupo. Presentan características peculiares que les permiten las adaptaciones a la vida acuática. Son el grupo más numeroso de vertebrados después de los peces. Se han diversificado tanto, que están presentes en todos los continentes, los ecosistemas, los mares y océanos del mundo.

Origen y Evolución

Durante de mucho tiempo de evolución, aparecieron varias especies de animales, entre ellas, los dinosaurios. Algunos los pterosaurios que, más que volar, planeaban con las corrientes de aire mediante alas membranosas, cuya envergadura podía alcanzar hasta diez metros.

Las aves más primitivas conocidas vivieron en el Jurásico Superior (los Archaeopteryx). Eran parecidas a un dinosaurio pequeño de tan solo 35 cm, presentaban una larga cola ósea, garras en los dedos y dientes en las mandíbulas. No se sabe si podían batir las alas con fuerza y realizar un vuelo completo o sólo planear, tampoco se conoce el color de sus plumas.

Un grupo de aves evolucionó en el Mesozoico pertenecientes al género Hesperornithiformes. De estos antiguos ancestros, los más estudiados fueron Ichtiornix y Hesperornix. El primero se parecía a las actuales gaviotas y vivía en las costas de Norteamérica durante el período Cretácico, ya hace 100 millones de años; y el segundo, un ave tan marina, que había perdido todos los huesos del ala, excepto el húmero, por lo que carecía de la capacidad de volar; era una gran buceadora, con aspecto semejante a las corúas. Ambas tenían dientes en las mandíbulas; pero pueden considerarse muy próximas a las aves modernas que comenzaban a aparecer a finales del Cretácico. Se adaptaron bien a la pesca en ambientes marinos y perdieron la habilidad del vuelo haciéndose principalmente acuáticas.

Los Archaeopteryx se convirtieron en una de las tantas pruebas que confirmaron la evolución de los organismos. Los primeros restos de Archaeopteryx fueron encontrados en 1861 en los yacimientos de Solnhofen en [ [Alemania]].

Anatomía y Fisiología

Las aves, animales vertebrados al igual que los mamíferos. Con características anatómicas únicas como: las adaptaciones para volar (aunque no todas lo hacen), reproducción mediante huevos, y la presencia de plumas, que, además del vuelo, les permiten mantener caliente el cuerpo a 40⁰C.

Los huesos de las aves son ahuecados y neumatizados; por eso son muy ligeros y resistentes, presentan músculos pectorales capaces de soportar la fuerza del aleteo e idóneos para el vuelo. Entre esta potente musculatura, se incluyen los sacos aéreos, en número de nueve, muy especializados y vinculados a los pulmones que constituyen un mecanismo propio de la mayoría de las aves para tener siempre aire fresco disponible. De esta forma enfrentan la gran demanda metabólica y de oxígeno que implica volar, también presentan un sistema circulatorio de alta presión y rendimiento, muy parecido al de los mamíferos.

Las aves en general varían el plumaje durante distintos períodos; no solo mudan las plumas cuando crecen y pasan de pichones a adultos. Por lo general, en época reproductiva, los machos muestran colores más llamativos. Las hembras, por su parte, lucen otra apariencia, usando tonos menos atractivos. Este cambio se une al despliegue de un conjunto de conductas en pleno vuelo permitiéndoles encontrar pareja más fácilmente.

Las aves marinas desarrollaron la glándula uropigia, uropigio o luza. Esta produce grasa, y se sitúa en la base de la cola, con el pico distribuyen una pequeña cantidad de esta por todo el plumaje. Así las plumas, que están integradas por minúsculos filamentos en forma de reja, crean una película impenetrable al agua. Las características de esta glándula, dependen de cada especie. Existe la excepción de las cormorán que, a pesar de ser excelentes buceadoras, carecen de estas estructuras, por lo que necesitan solearse por horas después de las inmersiones.

Los sistemas de desalinización son otra de las adaptaciones de las aves marinas. Ellas poseen glándulas de sal, también llamadas nasales o supraorbitales. Estas se encuentran en unas cavidades del cráneo detrás o arriba de los ojos. Funcionan como auténticos riñones filtrando la sangre, deshaciéndose del exceso de sales acumulado por el consumo de agua y comida oceánicas. Presentan una gota de agua, casi permanente en el pico, es un agua hipersalina que elimina, ya sea por una fuerte sacudida de la cabeza o por estornudos forzados. Esta secreción le sirve además para detectar el alimento en el océano, por lo que tiene excelente olfato.

Alas

Las aves marinas, adaptaron las alas en correspondencia al tipo de vuelo o actividad, por lo que presentan varias formas, las más representativas son:

• Ala de velocidad: Propias de los limícolas. Se caracterizan por ser largas, delgadas y rígidas, generalmente puntiagudas porque las plumas primarias son las más largas. Se le llama ala rápida; es muy aerodinámica permitiendo maniobrar y tomar gran velocidad en espacios amplios. El vuelo con ellas se conoce como vuelo batido, y aunque es común, es el más costoso en energía porque requiere mayor esfuerzo de los músculos pectorales.

• Ala ancha planeadora: Típica de los pelícanos. Son de silueta redondeada, muy anchas en su base y con los extremos de las plumas separadas, permite aprovechar al máximo la fuerza de las corrientes ascendentes de aire caliente, logrando que el ave se eleve sin tener que realizar aleteos frecuentes. El planeo es un vuelo económico porque ahorra energía muscular.

• Ala larga planeadora o de veleo: Característica de las gaviotas, las fragatas y los albatros. Poseen formas muy largas y delgadas, en las cuales las plumas secundarias son muy numerosas, y las primarias escasas y cortas. Estas permiten realizar el vuelo conocido como planeo activo, en alta mar; están diseñadas para aprovechar corrientes de aire horizontales, y por consiguiente una buena economía de esfuerzo.

Alas con características únicas son las de los pingüinos. Estas se han convertido en aletas con huesos fuertemente comprimidos y articulaciones rígidas, es decir, sin movimiento; lo que les facilita la natación.

Especies

• Pelecaniformes: Se refiere a aves con forma de pelícano. Poseen hábitos acuáticos, pueden ser medianas o de gran tamaño, con distribución mundial. Este grupo comprende unas 68 especies, que incluyen a los pelícanos, los alcatraces, los cormoranes, las fragatas y rabijuncos.

Son excelentes nadadoras, y se distinguen las patas, con cuatro dedos palmeados en cada una, o sea, unidos por una membrana interdigital, que desplaza mayor cantidad de agua. Además, el ángulo de movimiento de la extremidad facilita la circulación del agua, logrando que el empuje consuma menos energía.

Tienen una parte de piel desnuda en la garganta conocida como parche o bolsa gular. Esta se extiende por debajo del pico, ayuda a flotar, a buscar pareja, a guardar aire durante el buceo, y absorber buena parte del choque al caer al agua. También, es utilizada como una red para pescar.

Los pelecaniformes, como la mayoría de las aves marinas, son muy sociables, monógamos, y anidan en colonias o grupos. Construyen a veces un nido de ramas pequeñas en el suelo, árboles o farallones de roca, donde ponen hasta 4 huevos según la especie. Los polluelos salen del cascarón bastante atrasados, ciegos e incapaces de valerse por sí mismos.

• Caradriformes son un orden de aves que agrupa 351 especies conocidas (aunque no todas son marinas), distribuidas por el mundo en una amplia variedad de hábitats este grupo abarca a todas las gaviotas, gaviotines, sarapicos, frailecillos, cachiporras, alcas y gallegos. Constituye el mayor grupo de aves marinas y aunque generalmente son de hábitos costeros.

Un carácter distintivo del grupo, es la configuración especial que poseen los músculos de la siringe, por eso la mayoría de ellos vocaliza muy bien, tanto en volumen como en tono. Esto está relacionado con su complejo comportamiento social.

Son aves de dimensiones variables. Pueden ser pequeñas, medianas y de gran porte. Todas tienen potentes alas, especialmente adaptadas para volar, que presentan 11 plumas remeras primarias y un número similar de secundarias. Las patas son tetradáctilas (palmeadas o no) con tres dedos dirigidos hacia adelante y el cuarto (más pequeño) hacia atrás.

Su alimentación es variada (característico de un grupo con tanta diversidad), desde los gallegos, que son prácticamente omnívoros; aunque también comen pescado, hasta los que se alimentan de pequeños crustáceos y moluscos (los limícolas).

• Procellariiformes: Es un orden de aves que con anterioridad se llamó Tubinares, por sus orificios nasales. Existe un total de 93 especies en el mundo, repartidas en cuatro familias. Los petreles y los albatros son los más conocidos del grupo. Las especies de alas más largas vuelan usando una técnica de zigzag para minimizar el batido activo del ala. Se alimentan de peces, calamares y otras presas marinas.

Son fundamentalmente pelágicas. La principal característica de este grupo es la presencia de orificios nasales unidos en uno o dos tubos rectos, y las mandíbulas profundamente acanaladas con las puntas encorvadas. Las alas largas y estrechas; los pies son palmeados, y el dedo posterior del pie o halux, está atrofiado o inexistente. El plumaje es predominantemente negro o gris.

La mayoría de los procelariformes no pueden caminar en tierra y muchas especies sólo visitan sus islas de cría, siempre remotas, por la noche. Las excepciones son los grandes albatros, algunos petreles y pardelas.

Alimentación

El desarrollo del pico condicionó la evolución del aparato digestivo especielamente adaptado.

Las aves son capaces de tragar piedras que acumulan en la molleja. Estas son utilizadas para triturar el alimento, sustituyendo la función de los dientes.

Aves de mar abierto

Las aves de mar abierto viven en el océano y se alimentan exclusivamente de lo que el océano les brinda, sin depender de la tierra más que para colocar sus nidos. El tipo de presa guarda una relación con el tamaño del ave, mientras los enormes albatros de la familia Diomedeidae, como el "albatros errante" Diomedea exulans, devoran peces de medio metro de longitud, los diminutos paíños capturan pececillos y larvas de crustáceos.

Una importante adaptación exigida para conquistar el mar abierto estriba en las singulares y asombrosas capacidades de vuelo de las aves marinas, gracias a una especial estructura de las alas para planear sobre las aguas; esta adaptación se observa sobre todo en los albatros, que han estilizado la silueta de sus alas, apoyándolas sobre planos largos, estrechos y puntiagudos, lo que les permite elevarse volando contra el viento, sin sufrir un arrastre aparente, o deslizarse empujadas por la brisa sin una apreciable pérdida de altura. Así puede explicarse que los albatros vuelen infatigablemente alrededor del planeta, posándose poco tiempo en tierra firme cada tres años para anidar; asimismo poseen la mayor longitud de alas de todas las aves: tres metros y medio.

Además, su tubo digestivo segrega un aceite de olor rancio y de color amarillo que a bajas temperaturas se condensa adquiriendo una consistencia de cera que ayuda a las aves a engrasar el plumaje, facilitándoles el vuelo; este aceite es regurgitado en pequeñas cantidades a través de los orificios nasales durante sus sesiones de aseo, y por otra parte constituye un eficaz medio de defensa al ser expulsado violentamente por el pico para rociar a sus enemigos con un chorro de olor desagradable.

Entre el medio ambiente marino y las aves que están relacionadas con él, se produce una interacción dinámica, debido a que ellas influyen en el medio modificando su ecología y éste a su vez, provoca cambios en las aves, derivándose adaptaciones que las hacen diferentes a las terrestres.

Fuente

• Aves marinas
• Sobrado, A. (2013). Aves marinas (Vol. 14). La Habana: Acuario Nacional.