Barrio Chino de La Habana

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Barrio Chino
Información sobre la plantilla
Localidad de Cuba
Pórtico del Barrio Chino
Pórtico del Barrio Chino
EntidadLocalidad
 • PaísBandera de Cuba Cuba
 • MunicipioCentro Habana
 • ProvinciaLa Habana

Barrio Chino de La Habana. El más grande e importante del Nuevo Continente en la capital cubana.


Ubicación

A pocos metros del Capitolio Nacional, entre la Calle Amistad y la Calle Dragones, está el Barrio Chino de La Habana, el más grande e importante del Nuevo Continente. Hoy no es el mismo de entonces, pero subsiste gracias al espíritu de los viejos chinos que aún viven allí.

Esta compuesto por cuatro o cinco calles pequeñas, la Calzada de Zanja, Calle Rayo, Calle San Nicolás, y la más característica de todas, la Calle Dragones. Para llegar hasta él, desde el Malecón hay que encaminarse por la Calle Galiano, que hace esquina con el Hotel Deauville. Otra ruta desde La Habana Vieja sería cruzando el Paseo del Prado y dejando a un lado la antigua Fábrica Partagás, donde comienza la calle Dragones.

Historia

Según el historiador Julio Le Riverend, entre los años 1847 y 1874 llegaron a La Habana alrededor de 150 000 chinos, casi todos hombres. Los llamados Culíes, en virtud del sistema de contratación orientado a sustituir el trabajo esclavo africano en la producción agrícola y, ante todo, en las plantaciones azucareras, su condición marginada en la estratificación social colonial dió lugar a que muchos de ellos se incorporaran a las Guerras independentistas y fueran factor de importancia en el proceso de integración de la nación cubana.

Los culíes chinos lograron emanciparse de su solapada esclavitud en 1877, mediante la firma del Tratado Chino-Español, cuando el mandarín Chin Lan Pin visitó Cuba. El tratado suspendió legalmente la contratación, pero no la inmigración.

Desde 1869 hasta la primera mitad del siglo XX se produjo la entrada en la Isla de diferentes oleadas de chinos libres, procedentes en su mayoría de California, en Estados Unidos, de donde migraban por las leyes racistas. Los «chinos californianos» llegaron a Cuba en busca de terrenos propicios donde establecerse e invertir sus capitales.

Se inició entonces un proceso de auge y expansión de la comunidad china, especialmente en su zona principal de asentamiento, el Barrio Chino que en la actualidad ocupa desde la Calle Escobar a la calle Galiano, y desde la Calle San José hasta la Calle Reina, en el municipio Centro Habana. Allí empezaron a establecer comercios de todo tipo, lo que originó una pequeña burguesía comercial china importadora y financiera en desarrollo. Esos comerciantes emplearon en sus negocios a los Culíes libres residentes en la Isla. A su llegada a La Habana, muchos de estos últimos habían creado asociaciones como la Kit Yi Tang (La Unión, La Habana, 1867), que se propuso reunificar a todos los chinos; la Heng Yi Tong (Los Hermanos, La Habana, 1868), y la Yi Song Tong, segunda alianza formada para los chinos jaka.

Comercio e Instituciones

En marzo de 1870 se abrió la primera casa importadora de productos asiáticos, cuyos propietarios fueron los banqueros Ley Wong, Youy Shan y Lang Tong, y en ese mismo año, en la esquina de la Calle Sol y Villegas, se instaló la casa Con San Tong, el segundo gran comercio chino, fundado con un capital de 50 000 pesos.

Restaurante del Barrio Chino

Otra actividad que comenzó a tener gran auge en la década de los años 70 del siglo XIX fue el teatro, fomentado por cuatro empresarios chinos procedentes de California. La primera sala de teatro, posteriormente transformada en cine, con el nombre de El Pacífico- se instaló en las calles Zanja y San Nicolás|San Nicolás. En 1875 se inauguró el Teatro Sun Yon, en la Calle Lealtad, esquina a Reina, al que siguió el Teatro chino de la calle Zanja, transformado posteriormente en Teatro Shanghai. El más importante teatro chino fue el llamado Águila de Oro, en la calle Rayo, No. 104. En los teatros, tanto las mujeres como los hombres representaban papeles de ambos sexos y tenían conocimientos de canto, acrobacia, pantomima, actuación y artes marciales. En ellos tuvieron amplia difusión las óperas, con actores chinos procedentes de California.

En 1874, en la calle Dragones No. 40 se abrió el primer restaurante chino en La Habana, que servía platos importados de San Francisco de California, «comidas chinas» que poco tenían que ver con las tradicionales, pero aptas al gusto de los cubanos.

En Febrero de 1878, en la calle Galiano No. 116 se abrió una casa dedicada a la importación de opio y de utensilios para su consumo, con el nombre de Hay Lay Hon y Cía. En la penúltima década del siglo el capital chino penetró también en la industria azucarera. Los «chinos pudientes» establecieron en Cuba otras «actividades» de dudoso carácter: el juego de la charada, el Chi Fa, el Ku Pai, el Si Lo, el Mah Jonh; casas de prostitución, que importaban mujeres de China y de Estados Unidos, y drogas.

A finales del Siglo XIX se fundó el Cementerio Chino, en la actual avenida 26 del reparto Nuevo Vedado, en las cercanías de la Necrópolis Cristóbal Colón. En 1902, la Orden Militar 155 del gobernadorLeonard Wood comenzó a poner frenos a la entrada de asiáticos en la Isla. No obstante, durante la segunda década del Siglo XX sucedió la última gran oleada de inmigración china, y en 1930 la colonia china contaba con 24 000 habitantes en el país. En esa época, el Barrio Chino tenía una fisonomía propia, no por su arquitectura, sino por la imagen de la zona y sus habitantes. En él vivían cerca de 10 000 chinos y era prácticamente autosuficiente, con sociedades, comercios de todo tipo, teatros, colegios, clínicas benéficas, farmacias, periódicos (tres diarios en su idioma), bancos, lavanderías, casas de juego, fumaderos de opio, prostíbulos y funerarias; todo mezclado con cafeterías ambulantes, vendedores de frutas y verduras y dulceros, que contribuían a satisfacer las necesidades y gustos de sus habitantes y visitantes. Tales comercios tenían asociaciones legales que los apoyaban.

Tradiciones

El Barrio Chino en el año 1990, gracias a la gestión del Grupo Promotor del Barrio Chino, el apoyo de las autoridades municipales y ayuda de la La Habana, se inició la recuperación y restauración de los restaurantes, el rescate de la decoración y las fiestas y tradiciones. Se comenzó a celebrar el inicio del Año Nuevo Lunar y los aniversarios de la llegada a Cuba de los Chinos de Ultramar, se abrieron escuelas de artes marciales y se volvió a cultivar la ópera. El antiguo asilo de ancianos Chun Wab se convirtió en Hogar de Ancianos, se activó la sede central de los chinos residentes en Cuba y su descendencia cubana en el Casino Cheng Wah (creado en 1893), con sede en la calle Amistad, entre Dragones y Barcelona, en las cercanías del Capitolio Nacional. Esa institución ofrece la posibilidad de agrupamiento y recreación al modo de la nación de origen. También en la calle Salud, No. 243, entre Gervasio y Escobar, se inauguró la Casa de las Artes y Tradiciones Chinas, donde se celebran seminarios y coloquios, y se favorece el rescate del arte culinario, la danza, las artes marciales, la pintura y la escultura. Se organizan en ella exposiciones entre las cuales sobresalen las de los pintores Flora Fong y Wifredo Lam, cubanos descendientes de chinos que conservan en sus obras rasgos lineales propios de la caligrafía china.

Curiosidades

Lo verdaderamente curioso del barrio son las llamadas Sociedades Chinas de Instruccion y Recreo, pequeños casinos-bares-fondas-restaurantes, situados invariablemente en un primer piso, entre ellas están : Sociedad China La Unión de la Familia (San Nicolás, entre Rayo, Zanja y Dragones), Sociedad China Lung-Kwn-Sol (Dragones 364), Fonda Sue-Yuen-Tong (Dragones 355) y Fonda Chi-Tack Tong, que esta en una planta baja.
Recorriendo el barrio se encuentran cosas curiosas, como el Diario Popular Chino (Kwong-Wah-Po), que se sigue editando en la actualidad; un cine chino, en el que se proyectan películas en versión original, y una curiosísima Farmacia homeopática china.

Los chinos se mantuvieron fieles a sus costumbres en un principio, celebrando matrimonios entre ellos mismos, pero cuando muchos comenzaron a emigrar a otros países, los orientales que se quedaron se casaron con cubanos y blancos, y la raza se ha mezclado en forma notable. Hoy en día la mayoría de chino-cubanos son una mezcla de antepasados chinos, españoles y africanos.

Fuente

  • Enciclopedia de Historia y Cultura