Carlos Neira Fernández

Carlos Neira Fernández . Mártir revolucionario cubano.

Datos biográficos

Primeros Años

Nació en la finca Pitajones del actual municipio La Sierpe, siendo el primer hijo de Edelfina y Andrés, de procedencia humilde; allí su padre trabajaba como empleado.

Carlos desde muy pequeño, tuvo que trabajar para ayudar al sustento de la familia, no pudo asistir a la escuela por no tener tiempo y encontrarse lejos de su sitio, aprendió apenas unas letras con su mamá, la cual por las noches se las iba enseñando; siempre fue un niño alegre e inteligente.

Adolescencia

A la edad de 12 años se mudo la familia completa para la finca Las Vegas, propiedad del abuelo paterno y a los 14 años participa con sus tíos en la lucha clandestina.

Trayectoria de lucha

Al triunfar la Revolución participa en todas las actividades, es miembro de la Asociación de Jóvenes Rebeldes y comienza a trabajar en la Arrocera Sur del Jíbaro, propiedad de un ciudadano llamado Tony Freyre, incorporándose así a las Milicias Nacionales Revolucionarias; participó en la primera limpia del Escambray; posteriormente pasa a una escuela de oficiales en el lugar conocido por El Algarrobo en el poblado de Gϋinia de Miranda, en el Escambray, obteniendo los grados de cabo, más tarde, fue ubicado en la Unidad de crucecitas, perteneciente a la provincia de Cienfuegos, donde es elegido como jefe de pelotón; más tarde cuando los bandidos vuelven a establecerse en el Escambray pagados por los EEUU, para que realicen abusos y crímenes contra los campesinos de esta zona Carlos y su unidad completa se incorporan a la segunda limpia del Escambray. Este con su pelotón participa valientemente en la distintas misiones que se les encomiendan, siendo audaz y temerario.

En cierta ocasión lo alcanza la fragmentación de una granada, la cual le deja marcas de pólvoras en el rostro y los brazos.

Anécdota

Cierto día sale con su tío y otro compañero en un vehículo, este le pregunta que si no tiene alguna noviecita y este le responde: …”primero los problemas de la Revolución”.

A pesar de su corta vida no solo fue un buen compañero, sino que además demostró ser buen hijo, y cariñoso con sus hermanos, le gustaba mucho jugar con ellos era muy preocupado por la situación económica de su familia, la que era difícil en aquellos momentos, por lo que los ayudaba en todo cuanto podía. Siempre fue responsable y serio con su deber revolucionario en todo momento, pero nunca perdió su alegría y su entusiasmo.

Muerte

El día 30 de abril de 1963, el jefe de la unidad le da la tarea a Carlos de buscar en una unidad cercana, un radio para que todos pudieran oír el discurso del Ministro de las FAR, El Primero de Mayo; en esta ocasión es cuando sufre un accidente en el cual pierde la vida.

Fuentes

• Expediente de Mártires de la Revolución. Archivo de Casa Combatientes La Sierpe..
• Archivos Museo General Municipal de La Sierpe.
• Anécdotas de sus familiares y amigos.