Cristina Hoyos Panadero

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Cristina Hoyos Panadero
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NombreCristina Hoyos Panadero
Nacimiento13 de junio de 1946
Sevilla, Bandera de España España
NacionalidadEspañola
OcupaciónBailadora Flamenca, coreógrafa y actriz.
PremiosSe le concedió el Premio Nacional de Danza (1990), la Medalla de Oro de las Bellas Artes (1992) y el premio Andalucía de Cultura de danza (1997). En 1997 fue nombrada Personalidad Española del año, y Caballero de la Orden de las Artes y las letras de francia, (2002) Premio de las Artes

Cristina Hoyos Panadero bailaora y coreógrafa española. Fue alumna de Enrique el Cojo y de Manuela Vargas. Actuó durante veinte años con la compañía de A. Gades, con quien trabajó en diferentes películas. Esta actriz española. en 1988 crea su propia compañía de baile con la que debutó en junio de1989 en el Teatro Rex de París.

Inicios y trayectoria

Cristina Hoyos es una de las bailaoras y coreógrafas flamencas más reconocidas y de mayor proyección internacional. Nacida en Sevilla en 1946, empezó a bailar sus primeros compases al son de una radio casera que le compró su padre. Fue él mismo quien le vaticinó que sería de las grandes y, por ello, aunque la familia contaba con escasos medios, se hizo todo lo posible para que la niña empezara a dar sus primeras clases de baile en la academia sevillana de Adelita Domingo. Después vendrían otros maestros, como Enrique el Cojo y Manuela Vargas, quien la contrató, casi adolescente, para actuar en la Feria Mundial de Nueva York.

A los 19 años se trasladó a Madrid, donde lograría realizar su sueño: un día, actuando en el Tablao El Duende, llamó la atención del gran Antonio Gades. Éste le aconsejó que puliera técnica, movimientos y colocación, reto que la sevillana superó hasta tal punto que, en 1969, el propio Gades la escogió como primera bailarina de su compañía y ya nunca dejaría de apostar por ella. Iniciaron una relación profesional de 20 años que cosechó enormes éxitos, adaptando con solvencia las coreografías y la expresión artística del flamenco a los nuevos formatos de televisión y cine que , entonces en plena efervescencia, contribuyeron de forma notoria a su difusión y reconocimiento tanto a nivel nacional como internacional.

En concreto, pertenecen a esta etapa la excelente trilogía cinematográfica de Carlos Saura: “Bodas de Sangre” (1981), “Carmen” (1983) y “El Amor Brujo” (1985), películas rodadas todas ellas con la compañía de Gades y en las que ambos, encabezaban repartos. Tras el éxito de esa primera etapa, Cristina deseó realizar un giro en su trayectoria y regresar al flamenco de raíz en el que se inició. Volvió a Sevilla en 1989 junto a su marido, el también gran bailarín Juan Antonio Jiménez. Con él formó su propia compañía y desde entonces no ha parado de encandilar a públicos muy diversos, no sólo en toda España, sino en los principales escenarios del mundo (Opera de París, Estocolmo, Covent Garden de Londres…), siendo, quizás, Japón, país al que se desplaza periódicamente para realizar actuaciones y cursillos, el bastión en el que es especialmente venerada. Desde fecha más reciente, ha empezado también a darse a conocer enChina, donde en Enero 2011 recibió la mención de Embajadora del Turismo Cultural de Pekín.

Entre las muchas condecoraciones recibidas a lo largo de su larga carrera destacaremos, para no extendernos, el Premio Nacional de Danza (1991), la [[Medalla de Oro de las Bellas Artes (1992) y el nombramiento de Caballero de la Orden de las Artes y las Letras de Francia (1997). Aunque su actuación más recordada por su impacto directo en millones de personas corresponde, sin duda, a la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992.Desde 2004 hasta 2011 ha dirigido el Ballet Flamenco de Andalucía, un organismo dependiente de la Junta, al cual Hoyos ha dotado de una importante proyección exterior, con montajes de incuestionable éxito como Poema del cante jondo, Romancero gitano o Viaje al Sur. Asimismo, en los últimos años, ha concentrado gran parte de sus esfuerzos en uno de sus proyectos más importantes de futuro, el Museo del Arte Flamenco de Sevilla, cuyo objetivo primordial es la difusión del arte que representa el activo cultural más importante de Andalucía (y ya reconocido por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad).

Mas allá del vuelo de palomas sublime que dibujan sus brazos alzados, de una silueta que en escena se transforma y se desdobla en mil ondulaciones que, sin red aparente, hilvanan armonías perfectas; más allá de ese mestizaje aportado por la artista, entre la tradición de las grandes bailaoras andaluzas y las notas de modernidad que impulsan la evolución de todo arte, Cristina es pura energía. Una energía que pasa por encima de enfermedades y contratiempos de todo tipo. Y aunque puedan escucharla, por aquí o por allá, asegurando que lo irá dejando poco a poco – como le gusta decir, “despacito y a compás” – para dejar paso a los jóvenes.

Aspectos más importantes en su obra cultural

De su vida personal

Juan Antonio Jiménez y Cristina Hoyos se conocieron hace treinta años en la Compañía de Antonio Gades, donde él era uno de los principales bailarines. En las películas de Saura, Jiménez solía desempeñar el papel de marido de Cristina y rival de Antonio. En 1997 se le detectó un cáncer de mama, del que tuvo que ser operada. Del resultado de la operación lo dice todo una frase suya “Salí del quirófano dormida y ya estaba moviendo los brazos”. Publicó un libro-testimonio: “Ánimo.P’adelante! Cristina Hoyos: una mujer frente al cáncer de mamaÁngel López del Castillo y Anna Lluch Hernández. Ed. Mayo, 2005.

Fuentes