Ejercicio físico en el embarazo

Ejercicio físico en el embarazo
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Concepto:Es el proceso de gravidez en el que tienen lugar modificaciones fisiológicas que propician el desarrollo normal del feto y prepara al organismo de la mujer para el parto. Estas modificaciones son reguladas por el sistema nervioso central.

La mujer embarazada ha sido tradicionalmente tratada como una enferma, siendo restringida al reposo y no se le permitía la participación en ningún tipo de trabajo físico o ejercicio vigoroso.

El embarazo y el ejercicio físico.

A principio del siglo anterior, los especialistas en Obstetricia comprobaron la observación hecha por Aristóteles respecto a que las mujeres trabajadoras tenían partos más fáciles, lo cual se determinó que era debido a su mayor actividad física; desde entonces es recomendable que la mujer embarazada realice cierta actividad física regular y moderada.

Las evidencias sugieren que el ejercicio es beneficioso para la madre y el feto, pues combate los efectos del descondicionamiento como la fatiga y ayuda a contrarrestar los efectos de un abdomen distendido, así como prepara a la mujer para el parto.

Durante el embarazo se observan aumento del gasto cardíaco, de la ventilación pulmonar, así como del consumo de oxígeno. Estudios realizados señalan que cuando se alteran los ajustes maternos respiratorios y hemodinámicos del embarazo, la salud y el desarrollo del feto también se afectan. De ahí, que es nuestro propósito analizar las interacciones que puedan haber entre el ejercicio y la gravidez.

Características fisiológicas del organismo de la mujer embarazada.

Desde los primeros meses del embarazo aumenta la necesidad de oxígeno en el organismo de la mujer y el feto. A partir de las 20 semanas de gestación se produce un incremento del gasto cardíaco y del consumo de oxígeno que comienza a reducirse aproximadamente a las 38 semanas de embarazo.

Se modifica el metabolismo de los hidratos de carbono, lípidos, proteínas, hidrominerales y vitaminas. Aumenta la masa corporal de la mujer, sobre todo en la segunda mitad del embarazo. Durante este período el aumento del peso promedio es de 350 g / semana. Al final de la gravidez, la masa corporal de la mujer aumenta en 10- 12 Kg.

Sin embargo, algunos Obstetras plantean un promedio de ganancia en cuanto a su peso corporal alrededor de 24-35 libras, existiendo controversia concerniente a su peso ideal, por el incremento al riesgo a la toxemia de embarazo y la dificultad en la reducción del exceso de la grasa corporal y las posibles complicaciones médicas introducidas por la obesidad. De ahí, que en nuestro país se controla el peso de la embarazada, para evitar posible riesgo.

Gasto de energía de la embarazada.

El embarazo tiende a incrementar el gasto de energía en las actividades diarias y comunes. Los altos gastos energéticos de la embarazada son debidos a la combinación de cumplir las necesidades energéticas por el concepto de la tasa metabólica basal incrementada y el gasto del movimiento de una mayor masa del cuerpo incrementada, de ahí que los organismos maternos y fetal deben recibir suficiente cantidad de proteínas, grasa, hidratos de carbono, sales minerales y vitaminas.

Características del sistema cardiovascular en la embarazada.

En reposo la embarazada presenta un aumento del gasto cardiaco a un 30-35 %, el cual sucede a la mitad del embarazo, como respuesta al consumo de oxígeno aumentado. Este incremento del gasto cardíaco se debe a la frecuencia cardíaca que aumenta por encima de sus valores normales en 20 lat / min., en la semana 32 y posteriormente se estabiliza y declina en la fase final. Además, el volumen sistólico aumenta un 30 % y se produce una hipertrofia del ventrículo izquierdo.

El incremento del gasto cardíaco materno en reposo, observado al principio del embarazo se debe al aumento del volumen sistólico. En el tercer trimestre el volumen sistólico se vuelve inestable y puede descender a los niveles de no embarazo, en especial con algunos cambios de posición del cuerpo; en este tiempo el gasto cardíaco se manifiesta de la misma forma. La circulación venosa aumenta hacia el final del embarazo, esto se debe a la relajación o distensibilidad venosa y a la proliferación de grandes plexos venosos en los ligamentos anchos del útero.

El volumen sanguíneo aumenta en un 40 % existiendo un aumento simultaneo en la capacidad venosa. La capacidad aórtica aumenta y la resistencia periférica disminuye. El embarazo causa afectos fisiológicos similares a los provocados por el entrenamiento, aumentando el volumen del corazón, la cantidad de sangre y la hemoglobina, tales cambios aumentan la capacidad para realizar esfuerzos físicos en un 10 % aproximadamente.

Se producen cambios en la presión arterial media, que disminuye en el primer trimestre del embarazo, obteniendo valores más bajos a la mitad del embarazo, aumentando progresivamente hasta llegar a sus valores normales al término del mismo. Este descenso se explica por una reducción de la presión diastólica.

Características del sistema respiratorio en estado de reposo en la embarazada.

Durante el embarazo los órganos respiratorios cumplen una labor intensa, puesto que los procesos metabólicos entre el feto y la madre exigen una gran cantidad de oxígeno. Las grandes dificultades en la función pulmonar se explica por la posición relativamente alta del diafragma empujada hacia arriba por el útero grávido produciendo un aumento del diámetro transversal de la caja torácica y de la capacidad inspiratoria que reduce la capacidad residual funcional, manteniéndose constante la capacidad vital y la capacidad pulmonar total.

El volumen minuto respiratorio aumenta a expensa de un incremento del volumen de aire corriente. La frecuencia respiratoria no se modifica. Al final del embarazo puede observarse disnea moderada, aun en mujeres sanas.

Durante el ejercicio, se producen los siguientes cambios

·Aumenta la ventilación por minuto provocando la sensación de disnea.

·Aumenta el equivalente respiratorio sobre el consumo de oxígeno (VO2).

·Disminución de la PCO2.

·Aumento del PH.

·Disminución de la capacidad para realizar esfuerzos en apnea.

Cambios metabólicos en la embarazada.

En estado de reposo aumenta el consumo de oxígeno basal, esto se explica por la mayor actividad del aparato cardiocirculatorio, respiratorio y renal de la gestante por un consumo extra del feto y el sistema úteroplacentario. Existe una disminución de la utilización de la glucosa, esto se debe a la reducción de la sensibilidad por la insulina, a pesar que los valores plasmáticos están elevados, presentándose en general una respuesta diabetógena, lo que no favorece un aporte adecuado de glucosa al feto. La actividad lipolítica aumenta.

Durante la realización de ejercicios en la embarazada se produce un aumento del VO2 absoluto, pero el VO2 relativo se mantiene. La disminución rápida de la glicemia se produce en ejercicios de larga duración, a la vez que disminuye el cociente respiratorio. Este descenso se debe probablemente al aumento de la utilización de la grasa, la cual determina una reducción de la capacidad de trabajo anaerobio.

Cambios en el sistema músculo- esquelético de la embarazada.

Durante el embarazo se producen dos tipos de cambios importantes: el primero es el desplazamiento del centro de gravedad, por lo que causa alteraciones del equilibrio. A medida que avanza el embarazo el centro de gravedad es desplazado hacia delante, hacia el hueso púbico (como consecuencia del aumento de peso y la elevación de la caja torácica por el aumento de tamaño del útero) provocando una disminución de la estabilidad de la embarazada.

Además se acentúa la lordosis lumbar que se acompaña por un aumento de la cifosis dorsal. Esta actitud postural causa una sobrecarga de los músculos que están débiles y relajados y ligamentos de la columna vertebral y que se exteriorizan por la aparición del dolor a nivel lumbar.

El segundo cambio es el aumento de la movilidad articular como consecuencia de la relajación de ligamentos y músculos que causan distensión del cartílago articular y aumento del líquido sinovial por efecto de las hormonas progesterona y relaxina liberadas por los ovarios durante el embarazo.

A medida que el embarazo progresa cambia el centro de gravedad modificándose su forma y su peso. Es por eso que el centro de gravedad se desplaza más adelante y los músculos de la parte inferior de la espalda deben trabajar más duramente para sostener la columna. A medida que el abdomen se agranda, la embarazada puede tratar de compensar desplazándose hacia atrás. El equilibrio se hace más difícil, la marcha es con mayor base de sostén y con pasos más cortos.

Influencia del ejercicio físico sobre el feto

La anatomía femenina provee una protección razonable al feto durante el embarazo. La pelvis, la pared uterina y el líquido amniótico, pueden absorber considerablemente sacudidas o golpes y así permitir una implantación segura de la fase embrionaria. Durante la etapa posterior a la gestación, permite al feto moverse libremente y cambiar de posición el cuerpo.

Los golpes al abdomen como resultado del deporte o ejercicio pueden ser peligrosos y deben ser evitados, situando a la madre y al feto en riesgo. No obstante, el líquido amniótico juega un papel importante en la protección del feto cuando la gestaste realiza algún tipo de ejercicio.

Durante el ejercicio, a las necesidades del feto hay que agregarles las fisiológicas materna, de ahí que en la embarazada aumente el contenido de sangre en la actividad física, esto se debe a las necesidades circulatorias de la placenta y de los músculos ejercitados.

Ejercicio físico. Importancia en el embarazo.

Durante el embarazo es necesario la práctica de una gimnasia con fines terapéuticos- profilácticos, la cual eleva las posibilidades físicas del organismo, mejora el estado general, el apetito, el sueño y crea las condiciones psicológicas del parto, favoreciendo el desarrollo óptimo del feto. La práctica sistemática del ejercicio físico tiene como objetivo fundamental, el mejoramiento de las funciones del sistema cardiovascular, respiratorio, nervioso, metabólico entre otros, cuya finalidad es de asegurar el suministro suficiente de oxígeno a la madre y al feto, enseñar a respirar correctamente a la embarazada, fortalecer los músculos de la pared abdominal, eliminar las manifestaciones de estasis en la pelvis menor y extremidades inferiores, de ahí que se indiquen ejercicios especiales en el curso normal del embarazo a las mujeres que realizan trabajos sentados y llevan a cabo una vida inactiva.

El médico debe prescribir la utilización del ejercicio físico en el curso normal de la gravidez. Los ejercicios pueden recomendarse a todas las embarazadas sanas a partir de su primera visita al consultorio médico. Estos deben indicarse teniendo en cuenta las particularidades del organismo femenino y de los procesos que transcurren en cada una de las embarazadas durante la gestación. El licenciado de cultura física conjuntamente con el médico debe organizar el programa de ejercicios físicos, con el objetivo de fortalecer el estado general de las mujeres y propiciar la profilaxis de la debilidad del parto.

Los ejercicios permiten una preparación muscular fisiológica que ayudan a la realización correcta del parto. Se ha demostrado que el mismo transcurre rápido y sin complicaciones, cuando la embarazada realiza un programa de ejercicios sistemáticos. La influencia positiva de los movimientos y la caminata sobre los fenómenos de estasis en los últimos meses de embarazo propicia un curso favorable del mismo y del parto.

Indicaciones metodológicas para la realización de ejercicios físicos con las embarazadas.

1.El ejercicio debe realizarse sistemáticamente tres veces por semana, preferiblemente en el horario de la mañana.

2.Mantener la frecuencia cardíaca entre un 60 y un 75 % de su frecuencia cardíaca máxima.

3.Beba bastante líquido antes, durante y después de realizar el ejercicio.

4.Los ejercicios no deben realizarse en ambiente caluroso, evite sobrecalentarse.

5.Evite las actividades que requieran movimientos bruscos (saltos, lanzamientos, etc) y los cambios rápidos de dirección.

6.Los ejercicios van dirigido a la respiración, relajación y tonificación muscular.

7.Comience su programa lento y suave e ir incrementando progresivamente.

8.Deje de hacer ejercicios de inmediato si usted se siente algún malestar.

9.No debe realizarse ejercicios acostados sobre su espalda a partir del sexto mes de embarazo.

10.Los ejercicios deben ser aeróbicos: marcha, caminata, pedaleo en bicicleta, natación, etc.

Contraindicaciones del ejercicio físico durante el embarazo.

Contraindicaciones generales.

1.La FC durante la actividad no debe superar a los 140 lat./ min.

2.Las actividades intensas no deben realizarse.

3.Los ejercicios en posición supina no deben realizarse después de completar el quinto mes de gestación.

4.Deben evitarse los ejercicios en que se realice la maniobra de valsalva (pujo sostenido).

5.La temperatura corporal de la embarazada no debe sobrepasar los 37º C durante la actividad física.

6.Evitar los esfuerzos con saltos y movimientos bruscos.

7.Evitar la incorporación rápida desde la posición decúbito por posibles hipotensiones ortostáticas.

8.No realizar los ejercicios sobre superficies duras.

Hay embarazadas con características especiales debido a sus padecimientos, por lo que existen contraindicaciones absolutas y relativas con relación a la realización de ejercicios físicos en las mismas.

Contraindicaciones absolutas

- Miocardiopatía activa

- Fiebre reumática (tipo II o superior).

- Tromboflebitis.

- Embolismo pulmonar reciente.

- Infecciones agudas.

- Riesgo de parto prematuro

- Cervix incompetente.

- Pérdidas endometriales o ruptura de membrana.

- Retardo del crecimiento intra-uterino.

- Sospecha de distress fetal

- Aborto espontáneo habitual.

Contraindicaciones relativas

- HTA

- Anemia y alteraciones de la sangre

- Disfunción tiroidea.

- Diabetes (cetosis).

- Aparición de contracciones durante el último trimestre.

- Obesidad excesiva.

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