El amor y otras cosas imposibles (Película)
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Tiburón 3D: La presa. Recomendada para amantes de la carnaza y del subgénero. Un grupo de amigos universitarios, jóvenes y guapos, deciden pasar un fin de semana inolvidable en una casa en un lago. Todo parece previsto para que sean unos días idílicos, sin ningún problema a la vista. Sin embargo, pronto se darán cuenta de que no están solos en ese lago: cientos de tiburones lo han invadido y prometen hacerles pasar unas horas de auténtica pesadilla, en las que el grupo se verá obligado a luchar por su supervivencia.
Sumario
Sinopsis
Emilia (Natalie Portman) es una licenciada en Derecho por la Universidad de Harvard que se acaba de casar con Jack (Scott Cohen), un importante abogado neoyorquino que era su jefe (y que estaba casado) cuando ella empezó a trabajar en su bufete. Desgraciadamente, la vida de Emilia da un vuelco inesperado cuando Jack y ella pierden a su hija recién nacida. Emilia se esfuerza, a pesar de su duelo, por conectar con su nuevo hijastro William (Charlie Tahan), pero le cuesta entenderse con el precoz niño.
También está intentando superar un prolongado distanciamiento en la relación con su padre debido a la infidelidad de él. Pero probablemente lo más difícil para Emilia sea lidiar con las constantes intromisiones de la celosa y furiosa ex-mujer de su marido, Carolyn (Lisa Kudrow). Sin embargo, su divertido y en ocasiones entrañable tira y afloja con William ayuda a Emilia a abrir su corazón. ¿Redescubrirá su propia capacidad de amar a tiempo de salvar su maltrecho matrimonio, tender lazos con sus padres y construir una familia con los restos del naufragio?
Crítica
David R. Ellis ofrece otro lamentable espectáculo destinado a no se sabe muy bien quién, con un puñado de alelados mozalbetes acosados por paupérrimas creaciones digitales subacuáticas. Ni para un domingo en casa.
Un grupo de mozos totalmente prescindibles pasa el fin de semana en la espectacular residencia familiar de una de las integrantes de la pandilla. Hay un lago. Y una amenaza al acecho bajo la superficie. A una película que se titula “Tiburón 3D, la presa” no hay que pedirle demasiado, eso lo tiene claro cualquiera, menos aún si la dirige un tipo de talento tan discutible como David R. Ellis. Y lo cierto es que todo tiene su público y todos tenemos el mismo derecho, pero en un circuito de salas tan restrictivo y limitado como el español no se puede sino lamentar el estreno de infraproductos como este en detrimento de propuestas que serían mejor valorables al margen de géneros, condicionamientos o presupuestos. Pero no somos quienes para decidir con qué deben seducirnos las distribuidoras.
Imágenes
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