Enfermedad del Ébola

Virus del Ébola
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Concepto:Virus del Ébola de la familia Filoviridae y género Filovirus. Agente causal del síndrome viral agudo conocido como fiebre hemorrágica por Ébola.
El Ébola Virus de la familia Filoviridae y género Filovirus, causante de un síndrome viral agudo conocido como fiebre hemorrágica por Ébola. Una vez que ha tenido acceso al cuerpo, en principio se dirigirá a infectar monocitos, macrófagos y otras células del sistema mononuclear fagocítico (MPS), probablemente en los ganglios linfáticos regionales.

Algunas células infectadas del MPS migran a otros tejidos, mientras que los viriones liberados en el torrente sanguíneo o linfático infectan a los macrófagos (fijos o móviles) en el hígado, el bazo y otros tejidos de todo el cuerpo. Los viriones liberados de estas células del MPS proceden a infectar a las células vecinas, incluidos los hepatocitos, células de la corteza suprarrenal y fibroblastos. Las células infectadas del MPS se activan y liberan grandes cantidades de citoquinas y quimocinas, incluyendo el factor de necrosis tumoral (TNF), lo que aumenta la permeabilidad del endotelio de revestimiento de los vasos sanguíneos. Las células endoteliales aparentemente se infectan por el virus en las últimas etapas de la enfermedad. Las citoquinas circulantes contribuyen al desarrollo de coagulación intravascular diseminada (CID), por la inducción a la expresión de células endoteliades de la superficie procoagulante y moléculas de adhesión y de la destrucción del tejido, resultado de las exposición de colágeno en el revestimiento de los vasos sanguíneos y la liberación de factor tisular. Tiene lugar una lisis masiva de los lifocitos en el bazo, timo y nódulos linfáticos en las etapas tardías de la infección por el filovirus. Aunque no hay ninguna señal de que ellos mismos sean los linfocitos infectados y no mueren por apoptosis, tal vez inducida por las células de la superficie (vinculante de mediadores químicos liberados por las células del MPS) o por una proteína viral.

La citolisis masiva, la disfunción inmune, cambios de fluidos, coagulación microvascular y hemorragia intersticial, todos ellos juegan un papel importante en el desarrollo de shock y muerte.

Epidemiología

La primera evidencia cierta de su presencia viene del Africa: en 1976 hubo un brote en Sudán afectando a 284 personas, de las que 150 fallecieron. El mismo año, la enfermedad hemorrágica se presentó en el Zaire, centrándose en el Hospital Misión de Yambuku, cerca del pueblo de Yandongi y del río Ebola (de donde viene su nombre). En el Zaire, 318 personas enfermaron, muriendo el 88% de estas. El mismo año de 1976, un investigador ingles se inoculó accidentalmente mientras trabajaba con materiales provenientes de pacientes del brote en Africa, tuvo enfermedad leve y sobrevivió, no se reportaron casos secundarios. Sin embargo, estos brotes, no constituyen la primera aparición del agente. Existe evidencia serológica de que una proporción importante de los casos de la epidemia de Fiebre amarilla de Etiopia en 1961-1962, fué causada por el virus Ebola. Además, se conose de un médico en el hospital del Zaire en 1977 era positivo para Ebola, y éste había sido infectado efectuado en 1972 la necropsia de un paciente que falleció de "Fiebre Amarilla". En 1979 hay un nuevo brote de la enfermedad en el mismo lugar del episodio de Sudán en 1976, esta vez la mortalidad alcanza el 65%.

A fines de 1989 y principios de 1990, diversos lotes de monos importados de Filipinas a Estados Unidos mostraron enfermedad hemorrágica. La enfermedad se presentó en monos cynomolgus (Macaca fascicularis), y la mortalidad en estos alcanzó al 50-85 %. Los brotes se presentaron en Virginia, Pensilvania y Texas. De los monos examinados, la mitad fué positiva para el virus causante de la Fiebre Hemorrágica Simiana (FHS), y un tercio fué positivo para al virus Ebola. Contrariamente a ciertas especulaciones periodísticas, no hubo enfermedad clínica en humanos que habían tenido contacto con estos primates. Sin embargo, la alarma fué lo suficientemente grave para que los Centros de Control de Enfermedades de Atlanta (CDC), dieran normas preventivas especiales, incluyendo cuarentena estricta de monos importados.

En 1994, en Costa de Marfil se describe el caso de un investigador que se contaminó al efectuar la necropsia (Véase también Autopsia) de un mono. Este, constituye la primera evidencia documentada de transmisión de enfermedad clínica de un primate no humano al hombre.

El brote del Zaire de 1995 se presenta en una zona distante del foco de 1976. Los datos disponibles indican que se inicia ya en diciembre de 1994. Son seis las ciudades afectadas: Kikwit (86 % de los casos), Mosango, Bulungu, Imbongo, Mulaka y Dua. Hasta mayo 26, 160 personas habían enfermado, de las que 121 habían fallecido.

Kinshasa, la capital del Zaire, a unos 400 km de Kikwit, La fiebre hemorrágica se centra en el hospital (al igual que en los episodios anteriores). Al inicio, dos tercios de personas afectadas eran trabajadores del mismo. Así, uno de los primeros casos fué el de Kinfumu, un técnico de laboratorio de 36 años; posteriormente, la enfermera y la monja que cuidaban de él fallecieron; y es entonces cuando se da la alerta a la OMS (mayo 14). Cuando la misión de la OMS llega al hospital de Kikwit, sólo 10 de los 32 trabajadores del hospital permanecen aún, los demás han huido); y 6 enfermeras ó monjas ya habían fallecido.

Un dato igualmente interesante, es que 7 de cada 12 personas afectadas son familiares cercanos ó viven bajo el mismo techo.

Contagío

La fiebre hemorrágica por Ébola (FHE) es una enfermedad severa, con o sin síntomas hemorrágicos, caracterizada por la transmisión persona a persona a través del contacto cercano con pacientes, cadáveres o fluidos corporales infectados. También es posible su infección a través de animales infectados por el virus lo que se conoce como de origen zoonótico y por vectores como garrapatas, mosquitos y en tre otras.
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Enfermo de Ébola en aislamiento

Síntomas

Los síntomas del virus del Ebola son muy parecidos a los de otras enfermedades como malaria, muy común en África, y otras enfermedades. Después de un periodo de incubación de tres a nueve días, se presentan síntomas inespecíficos como malestar generalizado, cefaleas, conjuntivitis, dolores musculares, náuseas y vómitos. Es habitual que la fiebre ascienda a 39 y 40 °C. Luego de uno a tres días se observa diarrea líquida y trastornos mentales. El signo clínico más fidedigno es la aparición entre el quinto y séptimo día de una erupción en la cara y el cuello que se va expandiendo en forma centrífuga hacia los miembros, además la sangre no coagula y da como resultado una diátesis hemorrágica con petequias o púrpura, hemorragia nasal, gastrointestinal, de vías genitourinarias, piel, membranas, mucosas y órganos internos, incluyendo las cavidades estomacales e intestinales. También afecta a los nódulos linfáticos y al cerebro. Al final ocasiona choque y muerte por trombocitopenia, leucopenia y toxicidad notable. No sin antes presentar vomito de sangre y órganos desintegrados.

Pruebas y exámenes

Teniendo en cuenta la valoración por el pesquisage clínico del paciente, para un diagnostico con mayor exactitud el diagnóstico se establece cultivando los virus de sangre obtenida al principio de la enfermedad o detectando una elevación del titulo de anticuerpos contra la enfermedad.


Tratamiento

No hay tratamientos preventivos ni vacunas disponibles en la actualidad, solo tratamiento de soporte, especialmente rehidratación adecuada. Lo que se recomienda es la cuarentena, con reposición de líquidos y electrolitos perdidos por el paciente, mantener la presión sanguínea estable y un aporte de oxigeno adecuado. En la actualidad el avance de mayor relevancia para la cura de esta enfermedad está siendo obtenido por investigadores de los Institutos Nacionales de Salud de EEUU (NIH, según sus siglas en inglés) los cuales han desarrollado una vacuna experimental que, en los ensayos con monos, ha evitado la infección por las dos especies de Ébola más mortales, todavía es en fase experimental y hasta la actualidad no se ha probado en humanos.


Pronóstico

Los índices de letalidad van del 50 al 90%. El caso inicial, usualmente coincide con el fin de la época de lluvias. Los casos pueden ser esporádicos y haber pequeños brotes en áreas rurales que la mayoría de las veces pasan desapercibidos. Brotes mayores suceden una vez que el caso ha sido manejado por centros de salud con bajos estándares de higiene. Datos epidemiológicos sugieren que en la infección por Ébola la mayoría de los pacientes transmiten la infección principalmente a sus parientes y amigos cercanos o a un número menor de personas.

Otros nombres

fiebre hemorrágica (FHE).


Fuentes