Enfermedad del Ébola
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Ébola. Virus de la familia Filoviridae y género Filovirus, causante de un síndrome viral agudo conocido como fiebre hemorrágica por Ébola. Una vez que ha tenido acceso al cuerpo, en principio se dirigirá a infectar monocitos, macrófagos y otras células del sistema mononuclear fagocítico (MPS), probablemente en los ganglios linfáticos regionales.
Algunas células infectadas del MPS migran a otros tejidos, mientras que los viriones liberados en el torrente sanguíneo o linfático infectan a los macrófagos (fijos o móviles) en el hígado, el bazo y otros tejidos de todo el cuerpo. Los viriones liberados de estas células del MPS proceden a infectar a las células vecinas, incluidos los hepatocitos, células de la corteza suprarrenal y fibroblastos.
Las células infectadas del MPS se activan y liberan grandes cantidades de citoquinas y quimocinas, incluyendo el factor de necrosis tumoral (TNF), lo que aumenta la permeabilidad del endotelio de revestimiento de los vasos sanguíneos. Las células endoteliales aparentemente se infectan por el virus en las últimas etapas de la enfermedad. Las citoquinas circulantes contribuyen al desarrollo de coagulación intravascular diseminada (CID), por la inducción a la expresión de células endoteliades de la superficie procoagulante y moléculas de adhesión y de la destrucción del tejido, resultado de las exposición de colágeno en el revestimiento de los vasos sanguíneos y la liberación de factor tisular.
Tiene lugar una lisis masiva de los lifocitos en el bazo, timo y nódulos linfáticos en las etapas tardías de la infección por el filovirus. Aunque no hay ninguna señal de que ellos mismos sean los linfocitos infectados y no mueren por apoptosis, tal vez inducida por las células de la superficie (vinculante de mediadores químicos liberados por las células del MPS) o por una proteína viral.
La citolisis masiva, la disfunción inmune, cambios de fluidos, coagulación microvascular y hemorragia intersticial, todos ellos juegan un papel importante en el desarrollo de shock y muerte.Sumario
Epidemiología
Existe evidencia serológica de que una proporción importante de los casos de la epidemia de Fiebre amarilla de Etiopia en 1961-1962, fué causada por el virus Ebola. Además, se conose de un médico en el hospital del Zaire en 1977 era positivo para Ebola, y éste había sido infectado efectuado en 1972 la necropsia de un paciente que falleció de "Fiebre Amarilla". En 1979 hay un nuevo brote de la enfermedad en el mismo lugar del episodio de Sudán en 1976, esta vez la mortalidad alcanza el 65%.
A fines de 1989 y principios de 1990, diversos lotes de monos importados de Filipinas a Estados Unidos mostraron enfermedad hemorrágica. La enfermedad se presentó en monos cynomolgus (Macaca fascicularis), y la mortalidad en estos alcanzó al 50-85 %. Los brotes se presentaron en Virginia, Pensilvania y Texas. De los monos examinados, la mitad fué positiva para el virus causante de la Fiebre Hemorrágica Simiana (FHS), y un tercio fué positivo para al virus Ebola. Contrariamente a ciertas especulaciones periodísticas, no hubo enfermedad clínica en humanos que habían tenido contacto con estos primates. Sin embargo, la alarma fué lo suficientemente grave para que los Centros de Control de Enfermedades de Atlanta (CDC), dieran normas preventivas especiales, incluyendo cuarentena estricta de monos importados.
En 1994, en Costa de Marfil se describe el caso de un investigador que se contaminó al efectuar la necropsia (Véase también Autopsia) de un mono. Este, constituye la primera evidencia documentada de transmisión de enfermedad clínica de un primate no humano al hombre.
El brote del Zaire de 1995 se presenta en una zona distante del foco de 1976. Los datos disponibles indican que se inicia ya en diciembre de 1994. Son seis las ciudades afectadas: Kikwit (86 % de los casos), Mosango, Bulungu, Imbongo, Mulaka y Dua. Hasta mayo 26, 160 personas habían enfermado, de las que 121 habían fallecido.
Kinshasa, la capital del Zaire, a unos 400 km de Kikwit, La fiebre hemorrágica se centra en el hospital (al igual que en los episodios anteriores). Al inicio, dos tercios de personas afectadas eran trabajadores del mismo. Así, uno de los primeros casos fué el de Kinfumu, un técnico de laboratorio de 36 años; posteriormente, la enfermera y la monja que cuidaban de él fallecieron; y es entonces cuando se da la alerta a la OMS (mayo 14). Cuando la misión de la OMS llega al hospital de Kikwit, sólo 10 de los 32 trabajadores del hospital permanecen aún, los demás han huido); y 6 enfermeras ó monjas ya habían fallecido.
Un dato igualmente interesante, es que 7 de cada 12 personas afectadas son familiares cercanos ó viven bajo el mismo techo.Contagío
Síntomas
Pruebas y exámenes
Tratamiento
Pronóstico
Otros nombres
Fiebre hemorrágica (FHE).