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'''Epidermis''': La [[epidermis]] protege los órganos internos contra golpes, desgarros, [[quemaduras]], y constituye una barrera eficaz contra los microbios. Por ella sale al exterior el sudor, que contiene ­[[ elementos tóxicos]], por lo cual la piel desempeña una importante función en el proceso de eliminar las sustancias de desecho. La evaporación del sudor la refresca y permite al organismo mantener su [[temperatura]] constante se eleva la de exterior.
 
'''Epidermis''': La [[epidermis]] protege los órganos internos contra golpes, desgarros, [[quemaduras]], y constituye una barrera eficaz contra los microbios. Por ella sale al exterior el sudor, que contiene ­[[ elementos tóxicos]], por lo cual la piel desempeña una importante función en el proceso de eliminar las sustancias de desecho. La evaporación del sudor la refresca y permite al organismo mantener su [[temperatura]] constante se eleva la de exterior.
  
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Es sumamente delicada y requiere una atención sistemática para combatir afecciones como el [[salpullido]], la [[dermatitis]] y otras más serias como el [[impétigo]] y los hongos. El principal factor para prevenirla radica en el aseo cuidadoso de su cuerpo, sus pañales, la ropita, la cuna, y en general, todo lo que está en contacto con él. Cualquier anomalía que se observa en su epidermis, consúltala con el pediatra.
 
Es sumamente delicada y requiere una atención sistemática para combatir afecciones como el [[salpullido]], la [[dermatitis]] y otras más serias como el [[impétigo]] y los hongos. El principal factor para prevenirla radica en el aseo cuidadoso de su cuerpo, sus pañales, la ropita, la cuna, y en general, todo lo que está en contacto con él. Cualquier anomalía que se observa en su epidermis, consúltala con el pediatra.
  

Revisión del 20:03 23 ene 2014

Epidermis de los bebés
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Epidermis: La epidermis protege los órganos internos contra golpes, desgarros, quemaduras, y constituye una barrera eficaz contra los microbios. Por ella sale al exterior el sudor, que contiene ­elementos tóxicos, por lo cual la piel desempeña una importante función en el proceso de eliminar las sustancias de desecho. La evaporación del sudor la refresca y permite al organismo mantener su temperatura constante se eleva la de exterior.

La piel de los bebés:

Es sumamente delicada y requiere una atención sistemática para combatir afecciones como el salpullido, la dermatitis y otras más serias como el impétigo y los hongos. El principal factor para prevenirla radica en el aseo cuidadoso de su cuerpo, sus pañales, la ropita, la cuna, y en general, todo lo que está en contacto con él. Cualquier anomalía que se observa en su epidermis, consúltala con el pediatra.

En las primeras semanas o meses la piel del bebe puede sufrir alteraciones por:

Calor: Es probable, casi seguro, que al comenzar el calor, la piel del bebe sea propensa a irritarse, sobre todo en ciertos puntos de contactos con los pañales. La primera preocupación es procurar que el bebito no este mojado. La segunda, lavar los pañales sin sustancias irritantes, enjuagarlos muy bien y tenderlos al sol. Pero si pese a estos cuidados fundamentales de higiene, él bebe presenta rozaduras, convendrá, en primer lugar, suspender el jabón en las partes irritadas y consultar al médico.

Sol: Debemos ser prudentes a la hora de llevar al niño a la playa. No olvides que mientras más chiquito es, más frágil es su equilibrio térmico, y más riesgos hay de una deshidratación rápida. Es preciso comenzar por exponerle al sol durante breves minutos.

Afecciones de la piel.

Dermatitis por pañales: Se presenta como un enrojecimiento o irritación especialmente en el fondillo y en torno a los órganos sexuales y es producida por el lavado incorrecto de los pañales, al usar sustancias como legía, o por el prolongado contacto de pañales mojados y sucios con la piel. Los pañales se deben lavar y hervir sin emplear sustancias irritantes, químicas; también hay que cambiar al niño con frecuencias y lavarlo con agua tibia la mayor parte de las veces. La misma atención hay que prestar a las llamadas roscas o pliegues de los muslos y el vientre en los bebes gorditos, los cuales pueden anidar fastidiosos gérmenes si no se limpian con cuidado.

Eszemas seborreicos: Comúnmente llamado costra láctea, es una enfermedad de la piel que dura tres o cuatro semanas y se caracteriza por enrojecimiento y la aparición de ciertas costras gruesas que cubren parte de la cabeza del bebe, extendiéndose luego hacia la frente y a veces hasta la naricita. Su origen es desconocido y varias veces se ha atribuido al exceso de grasa en la leche o a la falta de algún elemento básico en la nutrición, pero no hay base segura para ello. En general se cura sola, hay que procurar no lavar al niño con jabón irritante y cuando las costras estén formadas se pueden ablandar con aceite tibio.

Ezcema constitucional: Se presenta raramente a los dos meses y no se diferencia mucho de la costra láctea. Si se ve que persiste, mejor consultar rápido al pediatra para evitar infecciones posteriores.

Impétigo: El impétigo no es una enfermedad grave pero si resulta muy fastidiosa. Es, posiblemente, la más frecuente entre trastornos de la piel que afectan al niño. Es una piodermis, es decir, una infección purulenta debido a la infección por gérmenes. Resulta frecuente en los lugares donde están los niños agrupados, en los círculos, por ejemplo. Basta que un niño este infestado para que se extienda enseguida entre todos los compañeritos. Es una enfermedad que si no se cura bien puede presentar recaídas y por otra parte no sirve de vacuna el haberla sufrido una vez.

Salpullido: No se alarme si el niño tiene salpullidos, una afección cutánea muy molesta que se presenta en los infantes de cero a tres años, generalmente. El salpullido es una alteración de la piel que para algunos no ofrece gran preocupación. Pero no es menos cierto que el niño sufre, se inquieta e inclusive pierde el sueño y el apetito cuando se ve preferentemente en el verano, a causa del sudor que irrita la piel. Es conveniente señalar que todas estas pequeñas enfermedades de la piel no deben asustar a mamá y a papá, pero si estar atentos, seguir estrictamente las normas higiénicas y en caso de persistencias, en vez de emplear formulas caseras, de dudoso valor, llevar al bebito a su pediatra y seguir sus consejos.

Medidas preventivas para evitar el molesto escozor.

  • Procurar que el niño no este sudado, aligerándolo de ropa, dándole dos o más baños con agua tibia
  • Al bañarlo enjuagar bien la piel para que no se queden restos de jabón. Secar con esmero las zonas del cuello, espalda, pecho y cada pliegue del cuerpo del bebé
  • Vestirlo con ropas sueltas y frescas y estar atento durante el día, para que no se acumulen las góticas de sudor.

Cuando él bebé valla a la playa:

  • Llevar al niño chiquito por primera vez a la playa, presenta unos cuantos problemas que mamá y papá deben conocer para resolverlos de la mejor forma posible.
  • El primero es, ¿a qué edad puede el niño pasar unos días en la playa? Es aconsejable esperar hasta que él bebé tenga el año. La playa para los recién nacidos no es el lugar más adecuado. Demasiado sol, molestias con la arena y, por otra parte, a esa edad no es conveniente el baño de mar. Pero si el bebito tiene un año y el médico no hace ninguna objeción, ¡adelante!

Subrayamos las objeciones del médico porque es algo que se debe consultar:

  • No llevar al niño a la playa en las horas de sol más fuerte. Lo ideal sería de 9 10 de la mañana.
  • Conviene que él bebe tenga una trusita, de modo que pueda jugar a la orilla del mar, así, sin darse cuenta, el mismo se mojara sin miedos ni chapuzones forzados.
  • El niño no debe estar inmóvil tomando el sol, sino en movimiento y siempre se le deben proteger los hombros, la espalda y los brazos con un poquito de aceite natural, de este modo evitaremos quemaduras y malestares generales que transformen el periodo de vacunaciones en uno de preocupaciones.
  • En nuestro clima, nada impide que el niño se bañe por la tarde, cuando ya la digestión este bien hecha.
  • Y sobre todo, no lo obliguemos nunca a entrar a la fuerza en el mar, puede ser que se le cree un rechazo que dure toda la vida, impidiéndole disfrutar de uno de los deportes más maravillosos especialmente en nuestro país: la natación.

Fuentes

www.salud180.com › ... › Bebé y preescolar › Bebé y pediatra‎

es.wikipedia.org/wiki/Epidermólisis_bullosa‎