Fábrica de Villanueva
Fábrica de Villanueva Las Tunas.Ubicación
Nació un hermoso 8 de Marzo con el noble propósito de abrir fuentes de empleo para la mujer rural. Diez años después, la Fábrica de Conservas Villa Real —situada en Villa Nueva, a unos 30 kilómetros de Las Tunas, se ha convertido, además, y a pesar de su azaroso andar, en verdadera referencia acerca de cómo rescatar, aprovechar y estimular producciones que se perdían en patios y fincas campesinas de la zona, o que tomaban rumbo incierto por insuficiencias en la contratación, acopio y comercialización.
Sumario
Estimulación a la siembra de frutas.
Producciones de alta demanda social y humana
Motivación y resultados
Ni siquiera las vicisitudes con los envases y otros obstáculos que ha enfrentado esta fábrica, han puesto en riesgo las producciones; la fórmula para el éxito parece estar en el alto grado de motivación que rodea a quienes tienen que ver directa o indirectamente con este proceso productivo. Campesinos como Edelio Sánchez afirman que los dulces y conservas tienen gran aceptación allí, en tanto los productores se sienten estimulados a entregar frutas y vegetales durante todo el año porque se les paga bien y sin tardanza. Similar ánimo signa a los trabajadores de la entidad, quienes ven, en los 900 o más pesos devengados cada mes un justo respaldo a los resultados individuales de un trabajo que colectivamente se revierte en indicadores como el costo por peso de producción: hoy en apenas 19 centavos. A la par, también ganan la economía, el sector agropecuario y hasta el medio ambiente por intermedio de esa caldera en cuya quema no interviene combustible fósil, sino leña. Para ello echan abajo el marabú que mina áreas ganaderas, y lo emplean en la caldera sin emitir emanaciones agresivas hacia la atmósfera; esto permite, además, reincorporar a la producción tierras gradualmente liberadas de la espinosa y hostil plaga. No por casualidad, tales experiencias atrajeron el interés entre delegados e invitados al congreso campesino. Motivada por lo que había apreciado ya in situ, Maria del Carmen Concepción, titular de la Industria Alimentaria, expresó la voluntad de su ministerio para contribuir a que esta fábrica marche cada vez mejor. Lamentablemente muy pocas provincias cuentan hoy con pequeñas instalaciones de este tipo, enclavadas en el mismo entorno rural donde se siembran y cosechan los productos que sirven como materia prima fundamental. Las Tunas hoy aprovecha estas potencialidades y "remueve mente y tierra" para rescatar parte de aquella mini-industria conservera que tuvo ubicada en puntos diferentes y estratégicos de su geografía. Como solución vale la pena prestarle atención, por lo que representa para aprovechar productos en riesgo de seguir perdiéndose (o desviándose); constituye, además, una alternativa para estimular la siembra de mayor cantidad de frutas y vegetales, que a la postre pueden tener como destino hospitales, escuelas, hogares para ancianos y embarazadas, círculos infantiles o esos platos que durante el año entero agradecerá la familia: el dulce, la mermelada o el buen encurtido a ras de mesa.