Golfo de Guacanayabo

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El Golfo de Guacanayabo. Se caracteriza por tener gran número de cayos y arrecifes coralinos en sus aguas pocos profundas propiciando la población de diversas especies biológicas que constituyen una riqueza marina fundamental en la explotación pesquera cubana.

El Golfo de Guacanayabo

Se encuentra ubicado en la parte suroriental de la isla de Cuba entre las provincias de Granma, Camagüey, Las Tunas y el archipiélago de los Jardines de la Reina. En sus aguas desembocan ríos de gran importancia regional y nacional como: el Cauto, Najasa, Tana y el Yara.

Se caracteriza por tener gran número de cayos y arrecifes coralinos en sus aguas pocos profundas propiciando la población de diversas especies biológicas que constituyen una riqueza marina fundamental en la explotación pesquera cubana. En la zona costera de la provincia de Granma, se localiza una de las zonas portuaria más importantes de Cuba, destacándose los puertos de Manzanillo, Santa cruz del Sur y Niquero, los cuales explotan principalmente la pesca de langostas, ostras, atunes, sardinas así como la extracción de coral y otras especies de animales marinos, Pero no solo se realiza la pesca como una actividad económica, sino también como deporte , donde el tiburón, el pez espada y la aguja son las metas deportivas en lo eventos.

La región, de una gran riqueza biológica, figura entre las principales zonas pesqueras de Cuba y receptora de las capturas de langosta, camarón, machuelo y otras especies marinas. También se organiza la pesca deportiva de la aguja, el pargo, la sierra y el pez espada.

Historia

El Guacanayabo fue explorado por Cristóbal Colón, en su segundo (1493-1496) y tercer viajes (1498-1500). El cronista español Antonio Perpiñá, en su navegación por estos mares quedó atónito ante tanta belleza natural [1].

Playas del Golfo de Guacanayabo «Aquellos oasis iluminados por los primeros rayos del sol, se me figuraron las islas encantadas regidas por las ninfas de la fábula. Las aves marinas, cruzando con majestuoso vuelo la inmensidad de las olas, abandonaban la frondosidad de los bosques para lucir su vistoso plumaje en las arenosas playas de aquel pacífico mar. ¡Oh! ¡Qué encantos no presenta la naturaleza en aquellos remotos países, en donde la presencia del hombre no altera su fisonomía con el carácter de su genio variable y destructor!»

«Aquella anegadiza costa –apuntó Antonio Perpiñá- se presenta baja, llena de manglares, y abierta por muchos esteros más o menos navegables, que comunican con los extensos lagos internados en la inmensidad de los bosques.»

Geografía del lugar

Después de sobrepasar la Bahía de Manzanillo y Cayo Perla en pleno Golfo de Guacanayabo, se pierde de la vista la virgen vegetación de la ciudad. Pronto se divisa una pequeña ínsula: Los Pájaros. Está inmediata a la costa y se mantiene aún salvaje e intacta al oeste de Cayo Blanco. Son parajes de sugerentes fondos marinos.

Tiempo más tarde se distinguen siete cayos, que simbolizan la vanguardia en el este del laberinto de Las Doce Leguas, y una costa de distintas tonalidades en esta gran porción de mar que se interna en la tierra. Tonalidades que oscilan entre el azul pastel y azul verdoso.

Estos mares pocos profundos (las mayores calados de esta zona están entre los 20 y 22 metros), se caracterizan por tener arrecifes coralinos. Mares sujetos durante todo el año a periodos extensos de calentamiento, en relación directa a los procesos de evaporación. Los fondos de la zona costera y el sistema lagunar son de tipo fangoso, aunque en algunas franjas de Manzanillo, Las Coloradas y Cabo Cruz existen playas de arenas blancas y fondos transparentes.

Las tripulaciones de embarcaciones de bajo calado realizan la travesía próxima a las costas para disfrutar del paisaje y hacer escala en el puerto de Guayabal, en la actual provincia de Las Tunas, ubicado al este de Santa Cruz del Sur. El mar en esta zona se presenta casi como un cristal, embellecido por los pequeños islotes.

Se pueden divisar entre el verdor de los alfombrados valles o frondosos manglares, manadas de flamencos rosados y otras aves. Antes de penetrar al canalizo de Santa Cruz del Sur, se exhiben los cayos de San Juan, Manopla, los Bayameses, Carenero y Piniche.

Cuba es el único país de América Latina donde el patrimonio forestal no decrece y sigue una línea ascendente. Actualmente se pone en práctica un programa para el rescate de las extensas áreas de mangle que bordean el Golfo del Guacanayabo.

Navegar por el hermoso Golfo de Guacanayabo, de hechizos y encantos incalculables de su paisaje verde en el fondo, es como emerger de caminos cotidianos, para explorar la naturaleza en su total virginidad; vivir de la abundancia del mar, con montañas impresionantes junto a las costas; o imaginar las islas encantadas regidas por las ninfas de la fábula.

Referencias

Fuentes