La Tierra y la sangre

La Tierra y la sangre (película)
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Thriller | Francia/Bélgica
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NombreLa Tierra y la sangre
Estreno2020
DirectorJulien Leclercq
Productores EjecutivosBrecht Goyvaerts
ProductoraLabyrinthe Films, Umedia (Distribuidora: Netflix)
PaisFrancia/Bélgica

La Tierra y la sangre. Película del año 2020 de producción Franco/Belga. Para Saïd (Sami Bouajila), su hija Sarah (Sofia Lesaffre) de 18 años y su aserradero en las Ardenas son su vida. Tras varios años dirigiendo su negocio, contratando a expresidiarios y jóvenes en reintegración, todo cambia cuando uno de ellos utiliza el aserradero para esconder un coche lleno de drogas. Saïd y Sarah recibirán la visita del cártel al que pertenece y harán todo lo posible por proteger lo que se ha convertido en su vida. Además, cuentan con una ventaja: conocen a la perfección cada rincón del aserradero.

Sinopsis

Tras años dirigiendo un próspero aserradero en medio de los bosques de las Ardenas, contratando a expresidiarios y jóvenes delincuentes, Said recibe la visita inesperada de los miembros de un cártel de drogas que le exigen que guarde dentro de su fábrica una gran cantidad de cocaína.

Reparto

Sami Bouajila, Carole Weyers, Eriq Ebouaney, Sofia Lesaffre, Samy Seghir, Eric Kabongo, Redouanne Harjane, Oumar Diolo, Anis Benbatoul, Blaise Afonso, Mario Stasseyns, Gaëtan Lejeune, Lionël Ruzindana, Eric De Staerke, Edson Anibal, Luc Van Grunderbeeck, Thomas Durcudoy, Frank Onina, Christelle Delbrouck, Thibaut Neve

Críticas

•"Es acción pura y dura, pero para mi gusto no tiene suficiente pólvora pese a sus atronadores tiroteos. Parece una versión reducida de una película más larga y compleja."
•"Jugando con un suspenso constante y un ritmo que se acelera violentamente y manteniendo la tensión de principio a fin, recicla los códigos del western con un ritmo casi de hard-rock."
•"Luce descuidos que le restan credibilidad. Sin embargo, (...) resulta un vehículo de entretenimiento envolvente y de aceptable manufactura, que, sin ser precisamente novedoso, cumple lo que ofrece."
•"No ofrece nada que no hayamos visto antes, pero lo hace bien y se las ingenia para cubrir todos los apartados importantes de la lista de imprescindibles del género."
•"Las películas de serie B pueden ser excelentes. Me encantan. Pero esta es de serie C."

La cinta de Julien Leclercq, protagonizada por Sami Bouajila y estrenada en Netflix, transpone con fuerza los códigos del western a una historia sobre pandillas de los suburbios y un héroe solitario. Un revólver, un ojo, una lluvia torrencial que inunda el mundo exterior, un hombre con las manos tensas sobre el volante y sus tres acólitos preparan los fusiles ametralladores y pasamontañas antes de asaltar un puesto de gendarmería para robar 8 kilos de cocaína. Bienvenido a la incisiva La tierra y la sangre [+], de Julien Leclercq, una película franco-belga producida por Netflix que se estrenará en la plataforma el 17 de abril, Con un ritmo enérgico, el guión escrito por el director (que se siente cómodo en el cine de acción, como ya demostró en L’Assaut [+] y Braqueurs [+]) y Jérémie Guez con la colaboración de Matthieu Serveau, sigue a Medhi (Redouanne Harjane), uno de los dos supervivientes del robo, que intenta guardarse la droga para su beneficio en lugar de entregársela a su socio, el temible Adama (Ériq Ebouaney), jefe de una banda del barrio. Para ello, confía el coche donde esconde el botín a su hermanastro, Yanis (Samy Seghir), un joven que intenta reinsertarse en la sociedad, después de una época oscura, mientras trabaja en un bosque en el aserradero dirigido por Saïd (Sami Bouajila), que vive en el lugar con Sarah (Sofia Lesaffre), su hija sordomuda, y que se prepara para vender el negocio familiar debido a sus graves problemas de salud, que mantiene en secreto. Pero la banda de Adama encuentra rápido la pista de “su” droga y el grupo aparece armado para recuperarla… Los rufianes, de Robert Enrico (1965), ya mezcló los universos viriles de leñadores y delincuentes pero sigue siendo una buena idea cinematográfica que Julien Leclercq ha sabido aprovechar en términos de realismo, de fotografía (con Brecht Goyvaerts en la dirección de fotografía, que también participó en la serie Zone Blanche) y de las múltiples posibilidades que ofrece el decorado para crear una trama explosiva (“escondite” donde la vida está en juego, persecuciones en sotobosque, tiroteos, incendios, sirenas, equipamiento diverso —y cortante— del aserradero, etc.). La tierra y la sangre juega con un suspenso permanente y un ritmo violento, y recorre la distancia a alta presión, para reciclar los códigos del western sobre un tempo acelerado en torno a figuras icónicas y al duelo que enfrenta al “bueno” y al “malo”, encarnados por Bouajila (excelente como siempre) y el hierático Ebouaney. La película teje a gran velocidad un relato que se apoya en la importancia de los vínculos biológicos (padre e hija, hermanastro y hermano; “¡Es la familia! Son lazos de sangre”) y en los reflejos de venganza (“ojo por ojo”) y supervivencia, sin tener en cuenta la psicología (“no habléis con palabras de expertos”); y apuesta al cien por cien por adrenalina en tiempo real (“¡Es ahora, se juega allí!”), en la urgencia y en la prórroga. Una concentración plena sobre lo esencial (reaccionar o morir) cuyo director domina a la perfección y que ha encontrado en Netflix un socio y un trampolín para llegar a un público muy amplio. La tierra y la sangre ha sido producida por Julien Madon (Producer on the Move 2016 de l’European Film Promotion) y Julien Leclercq para Labyrinthe Films, y coproducida por los belgas de Umedia, con el apoyo de Wallimage.

Descripción

Dura solo ochenta minutos y todo empieza fuerte desde el principio, con una pandilla robando drogas de una estación de policía. Uno de los miembros de la banda fuerza a su hermanastro Yanis (Samy Seghir) a esconder la droga en el aserradero donde trabaja, pero el jefe criminal, Adama (Eriq Ebouaney), no está contento con ello y se dirige enseguida a la fábrica con su equipo para recuperarla. Cuando el dueño, Saïd (Sami Bouajila) se da cuenta de lo que ha hecho Yanis, le encarga proteger a su hija Sarah (Sofia Lesaffre), convirtiendo el aserradero en un campo de batalla que usarán para protegerse de los criminales que vienen. ¿Podrá Saïd permanecer con vida el tiempo suficiente para que llegue alguna ayuda? Aunque la verdadera película empieza cuando la banda llega al aserradero, esta introducción de 30 minutos hace que la segunda parte sea más emocionante. El asalto es superlativo, con Saïd utilizando cada rincón del aserradero contra los criminales. Es algo brutal, sin descanso y lleno de tensión. La acción intercala a Saïd resistiendo mientras Sarah trata de escapar con Yanis. Pero lo importante aquí es que a continuación vamos a discutir un aspecto clave del final. Si no la has visto ya, aquí vienen algunos spoilers de 'La tierra y la sangre'. 'La tierra y la sangre' no es una película compleja. Sabes lo que va a pasar desde el momento en que Adama ataca el aserradero. Sin embargo, Saïd se las arregla para matar a los bandidos de maneras muy creativas hasta quedarse solo contra el jefe. Adama parece herir mortalmente a Saïd y se dirige a matar a Sarah, en represalia por la muerte de su hermano Moussa. Pero cuando Adama está a punto de romperle el cuello a Sarah (en cámara lenta), aparece Saïd para matar a Adama con un hacha. Un helicóptero de la policía llega mientras Sarah abraza a su padre pero ¿sigue vivo? No llegamos a saber si Saïd sobrevive, ya que aparecen los créditos antes incluso de que aterrice el helicóptero. Siendo sinceros, nos parece que muere. Tanto por el disparo de Adama como porque sabemos que tiene cáncer terminal. Así que parece una mala combinación para que sobreviva a sus enorme heridas. Lo sentimos. De todas formas, si queremos creer en un final feliz, no hay nada que nos diga que Saïd no se las arregla para sobrevivir.

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