Los animales en comparación con las plantas
Los animales en comparación con las plantas.
Conoces que plantas y animales son sistemas vivientes y que ambos están constituidos por pequeñísimas unidades de estructura y función denominadas células, es decir, presentan estructura ce¬lular). Existen plantas y animales unicelulares, como la conocida alga clorela y la ameba respectivamente; otros son pluricelulares como el helecho y la rana. Podemos afirmar que existen plantas y anima¬les unicelulares y pluricelulares. Observemos un helecho, un rosal o una ceiba. En ellos notamos que están fijos al suelo; estas plantas necesitan luz y la organización de su cuerpo va dirigida a exponer la mayor superficie posible para que incidan en ellas los rayps de luz. Si en comparación observamos los animales móviles, apreciamos grandes diferencias; ellos no necesitan tener la forma ramificada de un árbol, por el contrario, la superficie expuesta al ambiente es mínima. La organización del cuerpo de los animales es diferente a la de las plantas La locomoción, como ya conoces, es también una característica diferencial entre plantas y animales. Si comparamos las formas de nutrición de plantas y animales comprobamos que también ellas son distintas. Las plantas elaboran las sustancias orgánicas con la participación de la clorofila y la luz solar, a partir de simples componentes pro¬cedentes del suelo y de la atmósfera; mientras que los animales uti¬lizan para su alimentación sustancias ya elaboradas provenientes de las plantas o de otros animales. Los animales son heterótrofos y las plantas en su mayoría son autótrofas .
La respiración, característica propia de todo ser vivo, tiene lugar en las células, tanto de las plantas como de los animales. Muchos animales presentan estructuras especializadas para to¬mar y transportar hasta sus células el oxígeno del ambiente, en con¬traste con las plantas, en las cuales no hay estructuras especiali¬zadas ya que muchas de sus células toman el oxígeno directamente del ambiente. Si hacemos incidir un haz de luz en una ~Iu!a de la planta elodea, observamos que el movimiento de los cibroplastos se acen¬túa como respuesta al estímulo recibido. Al aproximar una mano a la llama del mechero, de inmediato la retiramos e incluso observamos si nos causó una quemadura. Tanto animales y plantas reaccionan a los estímulos, pero hay grandes diferencias entre los mecanismos que tienen unos y otras para recibirlos y reaccionar ante ellos. En el proceso de la evolución, los animales han desarrollado estructuras muy especializadas que garantizan la coordinación de todas las funciones del organismo y sus relaciones con el ambiente. Los ojos, el oído y el olfato son ejemplos de estructuras que man¬tienen informado al organismo de las características y variaciones ambientales. En el hombre, el desarrollo de los órganos del sistema nervio¬so es un ejemplo del más alto grado de especialización alcanzado, que le posibilita la valoración y transformación consciente de la naturaleza. Las plantas carecen de lo más elemental de este tipo de orga¬nización y sus reacciones son lentas, aunque hay algunas que desa¬rrollan respuestas rápidas. Es importante recordar que tanto en los animales como en las plantas ocurre un intercambio de sustancias, es decir, ambos se nu¬tren, respiran y crecen, también se reproducen y tienen posibilidad de adaptarse a las condiciones del ambiente, ya que ellos viven en estrecha correspondencia con éste. Como has podido conocer, entre animales y plantas hay carac¬terísticas comunes, pero también entre ellos hay notables diferen¬cias, por lo cual a unos se les considera animales y a otros plantas.
Fuentes
Zoología 1.Séptimo Grado. Editorial pueblo y educación
