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Revisión del 09:16 1 jun 2022

Luis Viapiana
Información sobre la plantilla
Luis viapiana.jpg
NombreLuis Viapiana
Nacimiento26 de octubre de 1894
Montevideo, Uruguay
Fallecimiento24 de febrero de 1968
Montevideo, Uruguay
NacionalidadUruguaya
OcupaciónGuitarrista, cantor y compositor

Luis Viapiana Guitarrista, cantor y compositor


Síntesis Biográfica

Luis Viapiana, nace en Montevideo, Uruguay el 26 de octubre de 1894 ,desde muy joven anda con su voz y su guitarra en ruedas de cantores y al tiempo forma varios dúos criollos para actuar en teatros, cines, varietés y radios, entre los cuales los llamados Viapiana, Cohen y Viapiana, González; este último formado en 1928 y de buen suceso artístico. Al tiempo que canta hacía de locutor en la Radio Paradizábal de la que es director después.

Trayectoria

En 1926 “Tucumana mía”, es grabada por el dúo Magaldi y Noda .Entre su numerosa producción se destacan, “Quimera” y “As de cartón” que compone con Juan Manuel González, su compañero de dúo, y letras de Roberto Aubriot Barboza, dos tangos que siempre se oyen con lozanía por Carlos Gardel, y “El alma del tango” que hace con el mismo González sobre versos de Víctor Pérez Petit, que graba Agustín Magaldi. Otros “Musiquita”, “Barrio querido”, “El trovador”, “Mimí se fue”.

Luis Viapiana en una de sus andanzas por Buenos Aires en 1921, conoce a Carlos Gardel, que actúa en el Teatro Empire por ese entonces, presentado por el famoso [[Saúl Salinas.

A propósito de Gardel, dice para el suplemento familiar del diario El Día de Montevideo del 26 de junio de 1958, lo siguiente: Lo que más cuesta creer en quienes no conocen a Gardel, es que él es un hombre retraído y poco expansivo. Ese es su signo temperamental excepto cuando se encuentra entre amigos. Entonces es desenvuelto, exuberante y la sensación de camaradería cristalizaba, perfecta, a su alrededor, como en la rueda del Tupí cuando se canta a media voz, hasta que a eso de las dos de la mañana San Román nos dice : Esto se termina señores. Pero con los extraños es frío, hasta huraño.

Por supuesto, y tal como se ha dicho siempre, es cierto que con los humildes es amistoso. En más de una oportunidad me toca presenciar, a la salida del teatro, como los canillitas se le acercan. Gardel, entonces, se desplaza hacia algún rincón oscuro donde nadie pueda ver lo que hacía. Y ahí está unos minutos distribuyendo algunos pesos entre los muchachitos que se arracimaban junto a él.

No admira más que a unos pocos cantores en una época en que había cientos. Uno por quien sentía verdadero fervor, de amistad, es Néstor Feria. Todavía me parece ver a Gardel con su hermosa sonrisa diciendo impulsivamente: ¡El negro Néstor...! ¡Viste que lindo canta!». Así habla Gardel.

Pero la cosa más linda en él y lo que más me impresionaba siempre es el señorío con que canta. Hay que tener en cuenta que muchas veces se enfrenta a públicos que lo van a ver con el mismo atuendo y la misma actitud con que se va a la ópera. Damas enjoyadas y caballeros ceremoniosos perdían su compostura oyéndolo cantar “La pastora” o “Brisas de la tarde”.

Gardel, sí. Hermoso recordarlo. Pero hay dos cosas muy acongojantes para mí en estos recuerdos. Una es que cuando llega la noticia de su patético fin, a mí me toca decirla, sobrecogido y alelado, ante el micrófono CX14 El Espectador.

La otra reminiscencia es más triste aún. Es algo como una pesadilla que quisiera olvidar. Cuando se hace la colecta para las viudas de los guitarristas muertos, me designan para ir a llevar el dinero. Llegué a la casa de Barbieri y, apenas cambiadas las primeras palabras, la viuda me dice en voz muy baja y escalofriante: — «¿Sabe Viapiana que el canario no canta?». Queda desconcertado. No sabía de qué me hablaba. Y ante mi silencio ella repite varias veces: El canario no canta... no canta... y no me daba una explicación ni yo me atreví a pedírsela. Después que nos despedimos, y ya en la calle, desprendiéndome de la atmósfera de angustia, recordé que mucho tiempo atrás yo le había regalado un canario a Barbieri. Es el que no cantaba más.

Muerte

Luis Viapiana fallece en Montevideo, Uruguay el 24 de febrero de 1968

Fuente