Materia inerte

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Materia Inerte
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Materia Inerte.Es aquello que ocupa espacio; que constituye la sustancia del universo físico.

La Materia Inerte

Todo lo que el hombre ve, toca o siente, es materia. Y también de lo que él mismo está constituido. La palabra deriva del latín "mater", madre. Cada uno de sus estados (sólido, líquido y gaseoso) puede pasar a los otros a diferentes temperaturas. Cualquiera que sea su forma, está formada por lo mismo: átomos. Estos difieren entre sí por la cantidad y distribución de los electrones, protones y neutrones. Estas partículas elementales son "iguales entre sí" (!). Los astrónomos mediante telescopios y espectrógrafos, comprobaron que el universo físico está formado por los mismos elementos de la tabla de Mendeleyev.

Cuando se aborda este tema, se suele hablar de la divisibilidad de la materia; se comienza, entonces, por dividirla hasta el límite de lo posible. Así se llega a la molécula, que es la menor porción de sustancia que conserva las propiedades de la misma, y luego a la de átomo que es la menor porción de materia (como tal). Podríamos seguir con las partículas elementales nucleares, pero esto no nos ayuda a comprender lo que es la materia; así como fragmentar a un ser humano en pedazos muy poco nos puede aportar sobre lo que es. Hasta no hace mucho tiempo se tenía la convicción de que la imagen científica final del mundo sería hermosa, ordenada y sencilla, pero a fuerza de seguir esa línea de investigación nos hemos ido gradualmente apartando de aquello. Actualmente se construyen "rompe-átomos" desperdiciando cientos de millones de dólares (como si no hicieran falta para fines más necesarios) que sólo sirven para encontrar cada vez más subpartículas pero menos conceptos bellos y claros. Esto sólo sería razón suficiente para reconocer humildemente la crisis actual por la que está pasando la ciencia.

La Manifestación Habiendo comprendido que la naturaleza del cosmos es fluido sutil en permanente movimiento fluyente, surgen ahora las siguientes preguntas:

¿Cómo surgen las propiedades de ese fluido?

Como ya vimos, el fluido cósmico en su fluencia configura diversas morfologías dinámicas, con pocos patrones básicos. Los esferoides-remolínicos son subesferoides de los esferoides-remolínicos abarcantes, e interfieren fluídicamente en su ámbito con aquellos. Es decir, en el volumen de influencia de un subesferoide se "entremezcla" cinéticamente su movimiento fluyente rotatorio con el movimiento fluyente del esferoide abarcante(1). Este, por ser mucho más grande, se puede considerar que tiene líneas de corriente casi rectas en comparación con las del subesferoide que rota con cierto radio de curvatura según la clase de vibración que posea. Las energías que surgen de estas fluencias cósmicas producen propiedades. Como ya hemos visto, la propiedad depende de ciertos parámetros, entre ellos el sistema de coordenadas y la sensibilidad del observador. Nosotros consideramos como propiedad lo que impresiona nuestra sensibilidad humana en los distintos niveles: físico, emocional, mental.

¿Cómo es el proceso de su precipitación en la materia (manifestación)?

Denominamos manifestación (lo que se puede tocar con la mano) al proceso por el cual el sutil flujo cósmico se densifica, haciéndose tangible en la materia física. Esto se produce merced al arremolinamiento sucesivo en el esferoide planetario, y luego en el atómico. Todo esferoide remolínico sutil planetario es un complejo subarremolinamiento del flujo del gran esferoideremolínico Sistema Solar(2). Cuando un esferoide sutil planetario continúa subarremolinándose hasta configurar un tercer tipo de esferoide sutil (muchísimo más chico), entonces, está a punto de aparecer lo que se denomina átomo. Este aparece merced a subesferoides llamados electrones que crean su "cuerpo". O sea que el tercer tipo de esferoide en su subámbito físico denso, se manifiesta cuando aparece el cuarto tipo de esferoide, el electrón, que es subesferoide del tercero. Todo planeta físico es un dinámico y complejo proceso de pliegue-despliegue o arremolinamiento como el de esta esquemática descripción que acabamos de hacer. Más adelante veremos que hay "planetas" no físicos. La Física afirma que cuando desaparece un rayo gamma con suficiente energía cinética (el cual viene del cosmos) y en condiciones adecuadas, en su lugar aparece una pareja electrón-positrón cuya energía total es igual a la energía de la radiación perdida. Esto es compatible con la explicación remolínica anterior. El concepto de manifestación está asociado al de fenómeno físico. Nuestros sentidos son impresionados por la energía concentrada (o densificada) en tres tipos de estado: sólido, líquido y gaseoso; y por los procesos dinámicos (físicos y químicos) que producen fenómenos físicos (gravedad, electricidad, magnetismo, calor, luz.). En la moderna física se habla de "campos" (gravitatorio, electromagnético. A mediados del siglo XIX se conocían cuatro fenómenos que eran capaces de hacerse notar a través del "vacío". Eran la gravitación, la luz, la atracción y repulsión eléctricas, y la atracción y repulsión magnéticas. Se creía que estos fenómenos eran independientes entre sí, hasta que gracias a Faraday y a Maxwell, se descubrió que tres de ellos, la electricidad, el magnetismo y la luz, son partes de un mismo campo: el electromagnético. El campo gravitatorio siguió siendo independiente. Los físicos, sin embargo, comenzaron a suponer que tendría que haber un solo campo. La "teoría del campo unificado" pasó a ser una quimera. Todo proceso de manifestación tiene que ver con la ley del inverso del cuadrado; o sea la aparición de d2 en el denominador de las fórmulas relativas a los campos gravitatorio, eléctrico, magnético, o de la propagación de la luz, el calor, el sonido, etc. Estos tipos deenergía "surgen de"(3) una fuente que respectivamente es: una masa grande; una carga eléctrica; un imán; un objeto luminoso; algo caliente; o una fuente sonora. La propagación es, en todos los casos, esférica (desde la fuente), así que debemos considerar el área esférica de cada una de las infinitas esferas virtuales que rodean a la fuente. Al estudiar cómo varía el respectivo fenómeno a medida que nos alejamos de la fuente, es como si estuviéramos sobre un globo que se está inflando. Lo importante entonces, es ver qué ocurre, no en la fuente emisora, sino en el entorno espacial. A medida que se infla ese hipotético globo esférico, las balanzas, potenciómetros, magnetómetros, termómetros, nuestra vista u oído, respectivamente, ubicados sobre la superficie de aquél, irán registrando una gradual disminución de intensidad de los respectivos fenómenos, que será proporcional a la inversa del cuadrado del creciente radio de ese globo. ¿A qué se debe esto? Por conservación de la energía, para cada superficie esférica la cantidad de energía debe ser la misma, por lo tanto, a mayor área, menor intensidad por unidad de área. Producida la perturbación en un punto, que en realidad es una pequeña esfera, la misma afecta a todo el entorno. Pero sabemos que el entorno es fluido en permanente y vertiginoso movimiento fluyente. Al principio definimos "línea de flujo" como la trayectoria de una partícula en su seno fluídico. Dijimos que cada punto de un flujo estacionario está asociado con un vector velocidad. Por conservación de la cantidad de movimiento (que es una forma de energía), cuando la distancia entre las líneas de flujo aumenta, la rapidez del fluido disminuye. Por eso las líneas de flujo concentradas indican regiones de gran rapidez, y las líneas de flujo espaciadas regiones de baja rapidez. Dadas dos esferas concéntricas, la externa con un radio doble que la interna, en esta última las líneas de flujo estarán cuatro veces más juntas que en la externa, ya que el área es cuatro veces menor. Entonces la velocidad en la superficie de la esfera interior será cuatro veces mayor; así que habrá una presión desde afuera hacia el centro (centrípeta). Esto significa que la sobreexcitación fluídica en un punto, crea un vórtice, lo que produce un arremolinamiento esferoidal en su entorno (o sobreexcita a su vez a los arremolinamientos vecinos). Recordemos que todo esferoide-remolínico tiene un vórtice de excitación en su centro. El "cuerpo" del arremolinamiento produce el vórtice, o, recíprocamente, el vórtice produce el arremolinamiento. Ambos procesos son sincrónicos. Esto ocurre así por la propia naturaleza fluyente del fluido cósmico. La velocidad del fluido, entonces, aumentará espiraladamente hacia el centro (centrípetamente), y si hacemos un corte radial según un plano arbitrario que pase por el vórtice, veremos que en valores absolutos la componente radial de la velocidad va aumentando en función de 1/d hacia el vórtice central. En otras palabras, hay una aceleración radial centrípeta. En el caso de considerar a un esferoide como la Tierra, cualquier otro pequeño esferoide en sus inmediaciones estará sometido a esa aceleración, que en este caso representará la de la gravedad. Considerando dos fajas infinitesimales adyacentes cualesquiera, la diferencia de velocidades (y por lo tanto de presiones) entre ellas es la misma a una determinada distancia d; pero disminuye al aumentar d en función inversa al cuadrado de d. En esta explicación fluídica cinética y geométrica de la gravedad y la arremolinada materia, reside la razón de la coincidencia entre la masa de inercia y la masa de gravitación; clave que había pasado inadvertida hasta que Einstein recuestionó su aparentemente accidental igualdad. La misma explicación vale para el campo eléctrico, magnético, la propagación de la luz, el calor, el sonido. En definitiva cada uno de dichos fenómenos es un aspecto de la perturbación fluídica del centro a la periferia del virtual e indefinidamente amplio esferoide-remolínico. La base común de todos ellos es la modificación dinámica en el espacio fluídico que rodea a la respectiva "fuente" a partir de la perturbación fluídica en la misma. La dinámica modificación de este espacio fluídico es lo que antes vimos como metamorfosis morfológica del cosmos. Así se produce la manifestación. Sabiendo que el fluido esencial del cosmos se mueve (fluye) permanentemente y por doquier, y que cuando aumenta su velocidad, en cualquier sector, disminuye su área transversal (sección), y a la inversa, podemos conocer cómo va cambiando de forma. Comencemos considerando una superficie de fluido con bajísima viscosidad que fluye hacia abajo en el papel. En cierto sector de la misma la rapidez del flujo es algo mayor. Entonces se produce un remolino ya que esos "tubos de flujo" al acelerarse se estrechan con respecto a los del entorno, entonces estos se acercan cada vez más al centro de ese cilindro acelerado; y por razones de espacio el flujo central tiene que revirarse espiralándose. Hasta ahora tenemos, entonces, un tubo de flujo acelerado cilíndrico que conforma, en su sección, un remolino. Toda la superficie de flujo se mueve hacia abajo pero en el vórtice del remolino la rapidez es suficientemente mayor. Y mientras esa zona de superficie se hunde conformando un pozo dinámico, el sector vortical adquiere tal rotación espiralante, que por razones de espacio, llega un momento en que se enrosca como una cinta de Möebius conformando un pequeño esferoide. Esto es coherente con ciertas observaciones que se han hecho en desagües (se destaca el trabajo de Sibulkin) viéndose que cuando el agua descendió un centímetro, la dirección del vórtice ¡se invierte misteriosamente! Podemos inferir que en un ámbito ingrávido se "invertiría" en todas direcciones conformando una esferita. Tras girar cierta cantidad de veces, la velocidad del flujo se va retardando, las secciones se vuelven a ensanchar y entonces sale del enrulamiento para seguir bajando retardadamente hasta que iguala la rapidez del entorno. Pero, en ese momento "rebota" elásticamente en esa velocidad mínima (como un resorte) y, al rato, o sea un trecho más abajo, vuelve a acelerarse comenzando de nuevo el mismo proceso morfológico anterior. De resultas de esto tenemos que, si miramos todo esto desde "afuera", vemos que en aquel cilindro indefinido original, cada tanto, hay vibrando fluyentemente una seguidilla de esferoides remolínicos, como una estela de vórtices. A propósito de esto último, destaquemos que hay varios ejemplos en la naturaleza de ese mecanismo fluídico regular. Ellos son:

  • en un arroyo, detrás de una roca; o al remar yendo en una canoa, se originan pares de remolinos que giran en sentido opuesto.
  • en un río de curso rápido, detrás de un gran obstáculo (como el estribo de un puente), esos remolinos desaparecen rítmicamente fluyendo corriente abajo, alternativamente desde cada margen.
  • en un flujo de aire a cierta velocidad, se produce un modelo periódico denominado estela de vórtices. Los cables telefónicos, las ramas de los árboles, las flautas, los tubos de órganos, las teteras, etc. producen sonidos por vórtices desprendidos dentro de la gama de frecuencias audibles.
  • fueron vórtices regulares debido a un viento constante de no exagerada intensidad, los que derribaron el puente de Tacoma en 1940.
  • los peces en su natación generan sus propios remolinos sacando provecho de los mis mos por el efecto "cinta transportadora".
  • las aves vuelan en formaciones en V para sacar partido de los remolinos producidos por los distintos individuos de la escuadrilla.

Hasta aquí describimos el proceso morfológico que ocurre en el cilindro originado por la aceleración del flujo en un sector de cierta superficie considerada. Cerca del pozo remolínico se produce una prominencia fluídica. En realidad se conforman muchos "pozos" y "montañas" alternadamente. Esto se observa, por ejemplo, cuando se hierven ciertos caldos o tucos, la superficie del líquido se mete y emerge alternativamente en distintos puntos. Podemos asociar cada pozo con un sumidero, y cada monte con una fuente, ya que fuente es de donde sale cierto volumen de flujo por unidad de tiempo, y sumidero es donde se mete . Los sumideros de las represas son un ejemplo; allí se sume el agua cuando aumenta el nivel del lago artificial para mante nerlo acotado y evitar que desborde el dique. La fuente adyacente a cada sumidero es consecuencia de la conservación del movimiento fluyente. Si un sector se acelera hacia abajo, otro vecino tiene que hacerlo hacia arriba. Acá, teniendo en cuenta que toda la superficie considerada viaja hacia abajo, la aceleración "ascendente" es relativa. La fuente en la misma superficie que antes consideramos el sumidero, origina otro cilindro cuya morfología es simétrica a aquel. El conjunto de cilindros simétricos constituye un global movimiento ondulante alternativo ascendente-descendente como si tuviéramos resortes verticales que se comprimen y descomprimen alternativamente. Simultáneamente todos ellos van descendiendo. La consecuencia de todo esto es una configuración. Podemos claramente visualizar, por ejemplo, la estructura del diamante si en cada ensanchamiento, donde se conforman esferoides, ubicamos un átomo de carbono. Y no sería cúbica, la estructura, porque la distribución más compacta. Podemos comprender que considerando que el Cosmos es flujo fluyendo, según cómo fluya, conformará, en el seno planetario, esferoides atómicos según los cuatro estados de la materia que conocemos (incluyendo el estado de plasma), o simplemente, no constituirá materia (habrá sólo lo que se conoce como campos electromagnéticos). En el caso que conforme esferoides según cilindros como lo que vimos antes, estaremos frente al estado sólido.

El Espacio-Tiempo Esa modificación fluídica dinámica, según cómo se conforme (morfológicamente), determina un ámbito esferoidal, que constituye un específico espacio-tiempo. ¿Pero qué significa esto? Este es un asunto cotidiano y aparentemente muy natural, pero ha tenido siempre intrigados y confusos a científicos y filósofos. Como dijo Charles Lamb: "Nada me produce tanto desconcierto como el tiempo y el espacio, y sin embargo nada me preocupa menos, ya que nunca pienso en ellos." Todos tenemos una noción empírica del pasado, presente y futuro, pero no existe ecuación ni teoría científica que dé una explicación satisfactoria del tiempo. Tenemos la sensación de que el tiempo "fluye", que se "mueve" desde el pasado hacia el futuro. Del tiempo han hablado no solo científicos sino también artistas y religiosos. Para San Agustín, "... es como un río de fuerte corriente formado por las cosas que ocurren; tan pronto surge algo, es arrastrado por las aguas ". Para Thoreau "el tiempo no es sino un arroyo donde voy de pesca ". Para Virgilio "el tiempo vuela, vuela para nunca más volver". Este último expresa además la irreversibilidad del mismo. Todos sabemos que no se puede revertir el pasado; en cambio el futuro está por-venir. No se puede medir el "avance" del tiempo. Los relojes miden los intervalos de tiempo, pero ellos son movimientos de objetos en el espacio (las manecillas sobre el círculo numerado). Con una regla o metro puedo medir distancias (o sea intervalos de espacio); y con un velocímetro puedo medir el avance de un cuerpo a través del espacio. Pero ¿cómo podría medir el avance del tiempo si no sé a través de qué avanza? Antes de la teoría de la relatividad, se suponía que el tiempo era absoluto; pero dicha teoría demostró que es relativo, de modo que el concepto de simultaneidad no tiene significación absoluta. Desde entonces la elasticidad del tiempo es un hecho comprobado. Junto a la relatividad del movimiento (que ya se conocía antes de Einstein), da como resultado que el espacio-tiempo es relativo. Se habla de cuatro dimensiones como equivalente al espacio-tiempo; tres espaciales (largo, ancho y alto), y la dimensión temporal. Pero se tropieza con una dificultad insalvable si se quiere dibujar, siquiera imaginar, la representación esquemática de esa tetradimensión ya que no existen cuatro direcciones perpendiculares entre sí en el espacio. Esto se debe a que el concepto de dimensión está mal encarado, y además es un error homologar la "dimensión" tiempo con las otras tres. La palabra dimensión viene de un término latino que significa "medir completamente", y como vimos antes, no se puede, en rigor, medir el tiempo. Creemos más propio, como más adelante explicaremos, considerar a aquella "tetradimensión" más ciertos "campos" que son el principio activo de los cuerpos, como una sola dimensión: la física. Esto es lo que vimos cuando hablamos de ámbitos. Los científicos dicen que el espaciotiempo puede ser doblado o curvado por un cuerpo con masa, y que también puede ser torcido o estirado como si fuera de goma. Algunos físicos creen incluso que si se tuerce o estira con demasiada violencia el espacio y el tiempo pueden separarse súbitamente (!). Se suele usar una "analogía" (que en rigor no es tal), por la cual el espacio, en lugar de ser tridimensional, se representa mediante una hoja bidimensional o superficie, como la de un globo esférico. La superficie del globo representa el Universo, en que las galaxias son puntos en su superficie. Ni el volumen interior del globo, ni la región externa a él, son parte del Universo; solo la propia membrana. Según este modelo el Universo no tiene centro ni borde; su espacio es finito pero ilimitado. La teoría remolínica utiliza una analogía mejor; en realidad ni siquiera es una analogía, pues es la descripción real del proceso del espaciotiempo.

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