Morfema de tiempo-modo
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Morfema de tiempo-modo. El tiempo y el modo forman una pareja inseparable que se expresa mediante un solo morfema. Este, denominado también característica, determina el característico modo de significar de cada forma verbal al establecer la relación del hablante con el proceso de la acción. Se coloca después de la vocal temática, y en los casos en que la forma verbal carece de esta, después del lexema. Aunque el contenido temporal y modal aparecen fusionados, hacen referencia a categorías diferentes.
El tiempo
El tiempo se refiere al momento en que se produce el proceso indicado por el verbo (la acción verbal).Tiene su punto de referencia en el acto del habla: presente. De la relación que se establezca con este momento, lo expresado por el verbo será pasado o futuro, si la acción se realiza antes o después, respectivamente.
La lengua española posee varias formas de manifestar el tiempo, las cuales se agrupan atendiendo al modo o las diferentes maneras de expresar lo significado por el verbo. Muchos tiempos se expresan con un solo vocablo: escribo, escribía, escribirá; pero otros tienen que ser construidos con dos o más: he escrito, habría escrito, debía de haber escrito. En el primer caso los tiempos se llaman simples o sintéticos; en el segundo, compuestos o perifrásticos.
Oposición temporal
La oposición temporal fundamental existe entre el pasado, el presente y el futuro. Ejemplo:
Además de la oposición temporal fundamental, existen otras relaciones temporales: anterioridad, simultaneidad o coexistencia y posterioridad. Estas relaciones temporales pueden establecerse tanto con formas verbales personales como con las no personales. Ejemplos:
Simultaneidad entre hincha y llena.
Posterioridad de recordó en relación con había dejado.
Anterioridad de ha matado en relación con queda.
El modo
El verbo es el portador de la modalidad: la atención y la actitud mental del hablante, al encarar el proceso que observa objetivamente, al cual se refiere expresando su propia subjetividad. Esto se indica morfológicamente por la marca de modo, condensada en un mismo morfema con la marca de tiempo. El modo es, pues, el exponente de las diferentes maneras en que puede expresarse la significación del verbo: como un hecho seguro o en potencia (modo indicativo); como supuesto, deseado o necesario (modo subjuntivo), o como orden, mandato, ruego o exhortación (modo imperativo). Ejemplos:
- Tú paseas mucho los fines de semana (presente de indicativo)
- Quizás pasee bastante esa semana (presente de subjuntivo)
- ¡Pasea bastante! (presente de imperativo)
Ausencia del morfema
Aunque todos los verbos conjugados indican un tiempo y un modo determinados, no siempre el morfema de tiempo-modo está presente.
Fuentes
- Cueva Iglesias, Otilia de la y otros (2004). El tiempo y el modo. Oposiciones temporales. En: Manual de Gramática española II. La Habana. Editorial Félix Varela, p. 5-8.
- García Pers, Delfina (2003). Morfema de tiempo-modo. En: Gramática del español. La Habana. Editorial Pueblo y Educación, p. 124-126.