Naufraga baleárica
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Naufraga baleárica: Género monoespecífico que consta de poblaciones fragmentadas sometidas a los efectos de pastoreo. Sensible a los episodios de estrés hídrico y a la competencia interespecífica con especies cespitosas, y presenta escasa tasa de reclutamiento.
Esta es la única especie del género Naufraga. En 1981, en la costa occidental de Córcega, entre Cargèse y Piana, se descubrió otra población que parecía pertenecer a la misma especie, pero hacia 1983 ésta había desaparecido totalmente.
Características
Esta planta herbácea perenne, miembro de la familia del apio, de pequeñísimo tamaño (mide sólo 2-4 cm. de alto).
Raíz pivotante y con estolones radicantes.
Posee numerosos brotes laterales que en primavera emergen de la base de la planta.
Inflorescencia más bien simple que compuesta, en forma de umbela.
Hojas lúcidas agrupadas en una roseta, dividiéndose en tres a cinco hojuelas ovaladas dispuestas horizontalmente sobre el suelo.
Flores dispuestas en 1-5 umbelas simples por verticilo, sin involucro ni involucelo. Las flores con pétalos blanquecinos o de un rosa pálido son muy pequeñas (alrededor de 2 mm. de diámetro) y se abren entre junio y julio.
Fruto sin carpóforo.
Aunque la planta se puede reproducir a partir de la semilla, también puede dar lugar a nuevos ejemplares vegetativamente a partir de sus brotes laterales, por vía vegetativa.
Se ha observado que las flores son polinizadas por las hormigas, lo que es sumamente raro en el reino vegetal.
La especie es hermafrodita
Distribución y hábitat
Naufraga balearica se halla en el archipiélago de Baleares, habitando sólo en la base de algunos acantilados costeros en el norte de la isla de Mallorca.
Usualmente crece en grietas sombreadas en pequeños taludes donde se ha acumulado un poco de tierra calcárea o arcillosa, y necesita condiciones húmedas.
Crece en taludes situados al pie de paredones calcáreos, en zonas ventosas, con pendientes abruptas y resguardadas de la insolación directa durante buena parte del año.
Habita en suelos básicos y calcáreos, ligeramente salinos como consecuencia de los aerosoles marinos.
La especie crece en comunidades con otros hemicriptófitos cespitosos
Amenazas
Entre las principales amenazas está el cambio climático, a través de la exposición a un clima cada vez más caluroso y seco.
El excesivo pastoreo y pisoteo de herbívoros produce efectos negativos en la especie como consecuencia de las perturbaciones del hábitat (nitrificación y pérdida de suelo), aunque el pastoreo podría ayudar a reducir la competencia que otras especies vegetales ejercen sobre ella.
Las poblaciones de esta especie se hallan en zonas sensibles de padecer incendios provocados y están sometidas a una fuerte presión de herbívoros, que generan alteraciones del hábitat.
La planta ha sufrido una reducción apreciable en sus efectivos como consecuencia de recolección con fines científicos o museísticos y del continuo tránsito de herbívoros (Capra hircus).
Medidas propuestas
Esta especie está incluida en documentos legales que le otorga protección en su hábitat natural.
El material recolectado está siendo cultivado en varios Jardines Botánico y en bancos de germoplasma de distintas instituciones científicas.
Es necesario incrementar la investigación científica, a fin de conocer la biología reproductiva y las limitaciones ambientales que afectan a esta especie.
También deben establecer parcelas permanentes de seguimiento, que permitan analizar en períodos concretos de tiempo tanto la dinámica poblacional de la especie, como el efecto que ejerce sobre ella el cambio climático.
Deben resolverse también cuestiones relativas a gestión y propiedad de los sitios donde crece o alguna vez vivió la especie, a fin de garantizar su supervivencia a largo plazo.
El control de los incendios provocados y la fuerte presión de herbívoros es primordial para la pervivencia de la especie.
