Orión (constelación)
Constelación Orión. Orión, el Cazador o La catedral del Cielo, es probablemente la constelación más imponente del cielo. Sus estrellas brillantes y visibles desde ambos hemisferios en invierno hacen que esta constelación sea conocida en todo el mundo.
Localización
Orión se encuentra cerca de la constelación de Eridanus, junto a sus dos perros de caza, las constelaciones Canis Major y Canis Minor, peleando con la constelación Tauro.
En esta constelación se encuentran varios objetos interesantes y famosos, como la Gran Nebulosa de Orión M42, la Nebulosa de Mairan M43 y la Nebulosa Cabeza de Caballo. Su estrella más brillante es la supergigante azul Rigel y la segunda es la gigante y rojiza Betelgeuse.
¿Cómo la identificamos?
La Constelación de Orión puede identificarse a partir de tres estrellas que conforman el denominado Cinturón de Orión, que a pesar de no ser muy luminosas, atraen la atención por su posición en perfecta línea recta. Estas estrellas son conocidas como las Tres Marías.
Por debajo del Cinturón, se encuentra una alineación de estrellas más pequeña, conocida como la espada de Orión. En la estrella central de la espada de Orión, aparece una mancha difusa de color rojizo, que es la Gran Nebulosa de Orión.
La Nebulosa de Orión es visible a simple vista en las noches nítidas y sin Luna, siempre que se observe desde lugares alejados de las ciudades. Las dimensiones de esta nebulosa son notables, siendo su diámetro de casi 30 años luz.
Mitología
En la mitología griega Orión fue un gigante que, según algunas versiones, nació de los orines de los dioses Zeus, Poseidón y Hermes. Un día los dioses visitaron a un anciano llamado Hirieo que no podía tener hijos pero deseaba tener uno. En agradecimiento por su hospitalidad le concedieron su deseo: orinaron en la piel del buey que se habían comido. Cuando finalizaron le dijeron que enterrara la piel y que dentro de nueve meses tendría a su hijo. Después del plazo mencionado nació un niño que fue llamado Orión en recuerdo de los orines que lo habían engendrado.
Existen diversas versiones del mito de Orión. Una de ellas cuenta que Orión había violado a Mérope, hija de Enopión, quien por ello, lo dejó ciego. Helios le devolvió la vista y a continuación Orión se convirtió en compañero de caza de Artemisa y Leto. Prometió aniquilar todo animal que hubiera sobre la tierra, por lo que Gea se enfadó e hizo nacer un escorpión enorme que picó a Orión y lo mató. En otra versión fue Artemisa la que lanzó el escorpión contra Orión.
Existe otra tradición que sostenía que Artemisa se había enamorado de Orión, lo cual despertó celos en Apolo, hermano gemelo de Artemisa. Un día Apolo, viendo a Orión a lo lejos, hizo una apuesta a su hermana desafiándola a que no podía asestarle una flecha a un animal (o a un punto brillante lejos en el océano, en otra versión) que se movía a lo lejos dentro de un bosque (o en lo lejano del mar). Artemisa lanzó su flecha y dio, como siempre, en el blanco. Cuando fue a ver su presa, se dio cuenta de que había aniquilado a su amado Orión. Fue tan grande su tristeza, sus quejas y sus lamentos que decidió colocar a Orión en el cielo para su consuelo.
Otra leyenda cuenta que Orión acosaba a las Pléyades, hijas del titán Atlas, por lo que Zeus las colocó en el cielo. Todavía parece que, en el cielo, Orión continúa persiguiendo a las Pléyades.
Orión está representado por un guerrero alzando su arco, su espada o garrote y cubriéndose del enemigo con un vellocino o un escudo. A su lado se encuentran sus perros de caza: Canis Maior y Canis Minor.
En la Mitología egipcia la estrella de Orión estaba asociada al dios Osiris y se le llamaba Sah.