Osvaldo Rafael Fuentes Díaz
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Osvaldo Rafael Fuentes Díaz. Campesino cubano que perteneció al Movimiento 26 de Julio e ingresó a la guerrilla del Escambray. Muere al asaltar un jeep del ejército enemigo.
Síntesis biográfica
Nació en un hogar humilde de los campos cubanos un 26 de agosto de 1917, en la Finca “El Piñón” del barrio “Guayo’’ en San Juan de los Yeras. Por su humilde origen sólo pudo cursar hasta el 4to. grado en la escuela rural de “La Piedra”, barrio de “Potrerillo”; tuvo que abandonar sus estudios por la necesidad de trabajar y ayudar a su numerosa familia.
Dedicado a las labores agrícolas en la zona de “El Vedero” cerca de Cumanayagua, y a la edad de 25 años, continuó sus interrumpidos estudios primarios, esta vez con un profesor particular, obteniendo el séptimo grado.
Osvaldo trabajaba el agro cubano en unión de nueve hermanos, pero no lograba mucho resultado del esfuerzo, ya que el producto de su trabajo era en gran parte para el dueño de las tierras que ocupaban.
Trayectoria revolucionaria
Ya en estos tiempos había comenzado a vincularse con dirigentes del Partido Ortodoxo, laborando para este organismo político orientado por Eduardo Chibás.
En el año 1955 comenzó sus labores en la clandestinidad mediante la ventas de bonos y otros actos encomendados que necesitaban de un secreto absoluto dada la represión de la tiranía. Osvaldo era de muy pocas palabras y reservado al límite.
Parte el 26 de julio hacia las montañas del Escambray, con un grupo de revolucionarios, integrado entre otros por Julio Muñiz, Pedro J. Muñiz (Cholo) y Masó.
Ya alzado en armas en la cordillera, es trasladado para “Hoyo de Padilla” con el capitán Publio, muchacho joven y de poca experiencia guerrillera. Osvaldo iba como segundo al mando de 18 hombres.
El 10 de noviembre de 1958, salió con el grupo de improvisados guerrilleros hacia Arimao, para capturar un jeep del ejercito de Batista, y tomar las armas que les eran imprescindibles para la lucha.
Serían aproximadamente las seis de la mañana y el mencionado jeep no había cruzado por la carretera según su recorrido habitual, por lo que Fuentes expresó a su jefe que algo debía hacerse para demostrar la presencia guerrillera, antes de regresar a las montañas.
Se decidieron por detener las máquinas que pasarían por el lugar y al tratar de prenderle fuego a la primera capturada, inesperadamente apareció el referido jeep cargado de soldados. Le dieron el alto encañonándolos con unas pobres escopetas atadas con alambres, obligando a los casquitos a desmontarse, no así el jefe que se quedó en el vehículo, entablándose un tiroteo en el que cayó muerto el Sargento Orozco de la tiranía y herido de muerte Osvaldo y otros combatientes en pleno tiroteo
Muerte
El 11 de noviembre de 1958, a un mes y medio de la victoria definitiva, marcaba el final glorioso de quien defendió humildemente la causa de la revolución cubana.
El 12 de noviembre fue trasladado su cadáver al cementerio; el ejercito batistiano quería sepultarles sin ataúd en una fosa común excavada por un BullDog, pero un juez nombrado Pepito Díaz de Villegas, expresó a los esbirros que por ley todo cadáver debía ser sepultado en una caja y que si era necesario, él pondría a disposición los ataúdes.
En dicho lugar se levanta un monumento, que perpetúa su recuerdo.
Fuente
- Documentos del Museo Municipal de Ranchuelo
