Río Guatapurí

Río Guatapurí
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País(es) que atraviesaBandera de Colombia Colombia
Longitud85 km
Altitud de la fuente4.400 m
Altitud de la desembocadura124 m
Caudal medio11 m³/s
Superficie de la cuenca836 km²
NacimientoLaguna Curigua
DesembocaduraRío Cesar

Río Guatapurí. Río del departamento del Cesar, en la costa atlántica de Colombia. Nace en la laguna Curigua, en la Sierra Nevada de Santa Marta y desemboca en la margen derecha del río Cesar, cerca de Valledupar. A lo largo de su curso recibe, entre otros, los ríos Donachui, Curiba, Los Mangos y Mamanqueca.

Toponimia

El río Guatapurí debe su nombre a la temperatura de sus aguas, ya que en lenguaje de la etnia Chimila, de Colombia, significa “agua fría”.

Características de su curso

El río Guatapurí tiene su origen a 4.400 metros sobre el nivel del mar, en la laguna de Curigua, que yace silente entre las hermosas montañas de la Sierra Nevada de Santa Marta.

Desde allí discurre aproximadamente unos 85 kilómetros, descendiendo en una pendiente promedio de 20°, hasta llegar al río Cesar, en Valledupar, en el cual desemboca por su lado derecho.

La cuenca del río Guatapurí alcanza una superficie de 836 kilómetros cuadrados, con un caudal medio en sus aguas de 11 metros cúbicos por segundo, desplazándose en una trayectoria torrencial que lo lleva por un cañón de fuerte caída, rodeado por bloques de rocas ígneas y otros minerales.

Durante su recorrido, se encuentra con el río Donachui, el río Curiba, el río Los Mangos y el río Mamanqueca, entre otros afluentes de sus aguas, con las cuales baña después a la ciudad Valledupar en su parte nororiental, y surte al acueducto local, hasta llegar al río Cesar.

Cambios ambientales en el río

La cuenca del río Guatapurí, ha recibido algunas transformaciones con el correr de los tiempos, especialmente en su parte media, la cual, dada su proximidad con la capital del departamento del Cesar, fue llevada a fungir como grandes pastizales para ganadería, administrados primero por terratenientes y luego por los grupos indígenas.

Toda esa intervención humana fue dejando a la Sierra Nevada de Santa Marta, que ya carecía de muchos bosques, aún más despoblada de árboles, así como con riesgos de erosión y deslizamientos eventuales, que se unen a la falta de control hídrico y quemas constantes, para mantener una cierta inestabilidad en las tierras.

En su parte media y baja, bordeando Valledupar, el río Guatapurí, se encuentra poblado, a su derecha, por asentamientos o barrios subnormales, que poco a poco han ido complicando su cuenca, especialmente en relación a temas de contaminación.

Por otra parte, en la zona urbana se llevan a cabo extracciones de minerales sobre el río Guatapurí, alterando sus suelos, erosionando su lecho por la suma de sedimentos al agua y alterando su cauce natural.

Turismo

Valledupar, capital de Cesar, no tiene mar, pero las aguas del río Guatapurí son una fuente de recreación imperdible y sugestiva para quienes visitan este peculiar y acogedor lugar.

Bañarse, caminar entre hermosos parques, aprender de la cultura indígena y compartir cómo se disfruta la música vallenata, son el día a día del turismo inolvidable de esta región colombiana.

En la parte norte de la ciudad se puede encontrar el balneario de Hurtado, que es uno de espacios más buscados para recrearse y divertirse entre aguas refrescantes, comidas típicas y cuentos de caminos andinos. También pueden visitarse el pueblito Vallenato y el parque Lineal.

Leyendas

La exuberante vegetación, rocas espectaculares de variados contornos, formas y colores, así como los enigmáticos paisajes de la región que rodea al río Guatapurí, han sido estimulantes naturales para la imaginación de sus pobladores, que han creado cuentos e historias legendarias en el tiempo.

Un ejemplo infaltable es la Leyenda de La Sirena, cuya figura emblemática se inmortalizó en una estatua dorada que se posa sobre las aguas del río Guatapurí, y que narra las aventuras de una niña que se convirtió en sirena por desobedecer a sus padres bañándose en el río un jueves santo.

Esa leyenda ha dado origen a otra secuencia de cuentos y relatos sobre sus “reapariciones”, dándole al lugar un aspecto mágico e inolvidable, al arrullo del canto que parece escucharse cerca de la figura de la sirena dorada sobre la roca que descansa.

Canción del río Guatapurí

Así como la singular geografía de la Sierra y el río Guatapurí ha inspirado a los hacedores de cuentos, también ha servido de musa para poetas y músicos que componen canciones dedicadas a su querida región.

Este es un río muy importante dentro de la cultura vallenata, porque ha sido testigo de numerosas vivencias y anécdotas de los pobladores cercanos, quienes terminan contando crónicas emotivas en sus canciones.

Distintos compositores aluden a sus aguas, sus piedras y sus paisajes para emular historias románticas, divertidas y de despecho, entre otros cuantos temas preferidos.

Enlaces externos

Fuentes