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'''Vicente Antonio de Castro y Bermúdez.''' Insigne patriota espirituano que influyó notablemente en la preparación ideológica de la generación revolucionaria conocida en nuestra historia como “Hombres del 68”, mediante la labor de concientización, oculta y paciente, funda en [[La Habana]] un cuerpo masónico al que denomina Gran Oriente de [[Cuba]] y Las Antillas (GOCA).  
  
 
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Revisión del 13:31 9 jun 2012

Vicente Antonio
Información sobre la plantilla
Vicente Antonio de Castro.jpg
Creador del Cuerpo Masónico en Cuba.
NombreVicente Antonio de Castro y Bermúdez
Nacimiento24 de marzo de 1809
Sancti Spíritus,Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento12 de mayo de 1869
La Habana, Bandera de Cuba
NacionalidadCubana
TítuloDoctor en Medicina
PadresJosé Fernando de Castro, María de la Concepción Bermúdez
FamiliaresPedro Bermúdez. Abuelo materno

Vicente Antonio de Castro y Bermúdez. Insigne patriota espirituano que influyó notablemente en la preparación ideológica de la generación revolucionaria conocida en nuestra historia como “Hombres del 68”, mediante la labor de concientización, oculta y paciente, funda en La Habana un cuerpo masónico al que denomina Gran Oriente de Cuba y Las Antillas (GOCA).

Nacimiento

Ve la luz el viernes 24 de marzo de 1809. Es el primer hijo del matrimonio formado de José Fernando de Castro, natural de Trinidad y María de la Concepción Bermúdez, natural de Matanzas. El nacimiento ocurrió en el hogar de su abuelo materno, Pedro Bermúdez, Teniente Coronel del Ejército y Sargento Mayor del Batallón de Milicias de los Cuatro Lugares. El matrimonio, vecino de Trinidad, se había establecido en la villa por la enfermedad del abuelo. La partida de bautismo del niño está asentada en el Libro 15.

Bautismo de Blancos, folio 70, número de orden 313, de la Iglesia Parroquial Mayor de Sancti Spíritus. El descubrimiento de este documento por el historiador Segundo Marín García y su publicación en los Cuadernos Pérez Luna No. 1, en 1947, permitió dilucidar el problema de la ciudad natal del prócer, por cuanto existían investigadores que lo daban como nacido en Trinidad.

Infancia

De la infancia de Vicente Antonio apenas se tienen datos, solo se sabe que cursó los estudios primarios en Sancti Spíritus –presumiblemente con el Padre José Benito Ortigueira- y ya en 1822 la familia la envía a La Habana, ingresando en el Real Seminario de San Carlos y San Ambrosio, donde estudia filosofía con José Antonio Saco y Manuel González del Valle. En 1824 obtiene el título de Bachiller en Filosofía de la Universidad de La Habana y tres años después el de Bachiller en Medicina.

Estudios

Entre 1825 y 1833 viaja por el extranjero (Francia y Reino Unido), completando sus conocimientos de la ciencia médica y adquiriendo un dominio actualizado de las corrientes de pensamiento que predominan en la vieja Europa. De regreso a Cuba, en 1835, gana por oposición la cátedra de Profesor Auxiliar de Anatomía en la Universidad de La Habana. Sucesivamente ocupó varias cátedras del alto centro de estudios, entre ellas Vísperas, donde impartía la asignatura de Patología. En 1837 le es concedido el título de Licenciado en Medicina y, once días después, el grado de Doctor en Medicina.

Relevancias

Vicente Antonio se distinguió grandemente como profesional de la medicina, gozando de una merecida reputación social. Introdujo en Cuba descubrimientos tan relevantes como la anestesia, a partir del éter, en 1846. Fundó la Academia Filomédica, creó la Clínica Médica de La Habana y la Cátedra de Anatomía Descriptiva en el Hospital. Fue, además fundador de la Academia de Ciencias Médicas e instructor de los servicios médicos internos en hospitales.

Otras profesiones

También sobresalió como periodista y publicista. Colaboró en la “Revista de La Habana”, redactó el “Boletín Científico” y “La Cartera Cubana”, donde aparecieron sus poemas y publicaron las mejores plumas de La Habana de su tiempo. Publicó, además, “Sinopsis Médicas” y numerosos artículos sobre medicina.

Actividades en La Habana

Instalado en La Habana, el Doctor Castro se convierte en un activo participante en la vida política del país; así, en 1842, junto a su hermano Rafael, el doctor Felipe Poey y el erudito Bachiller y Morales, secundó apasionadamente a José de la Luz y Caballero en su viril protesta por la expulsión del comisionado inglés David Turnbull de la Sociedad Económica de Amigos del País, mal visto por las autoridades coloniales y los sectores recalcitrantes de la sociedad habanera por su lucha contra la trata clandestina y a favor de la eliminación de la esclavitud.

En los años inquietos de la primera mitad de la década del 50 se involucró en los movimientos separatistas, aunque su labor en ellos no ha podido ser precisada aún. Sólo es conocido que, en 1853, estuvo altamente comprometido en la conspiración del rico comerciante catalán Ramón Pintó, quien fuera condenado a morir en el garrote. El fiscal presentó una carta, atribuida a Vicente Antonio, donde se asegura que en el ingenio “Buenavista”, del acaudalado propietario Juan G. Cantero, en Trinidad, habían escondidos cuatro cañones útiles y que el activo conspirador espirituano Ignacio de Belén Pérez mandaría la partida de Sancti Spíritus. El tribunal militar que juzgó esta causa lo condenó, en ausencia, a diez años de presidio ultramarino. En vísperas de ser apresado renunció a su cátedra de la Universidad de La Habana y abandonó la Isla con destino a los Estados Unidos.

Exilio

Entre 1854 y 1862 residió en México y los Estados Unidos, manteniéndose en relación con los núcleos de emigrados cubanos revolucionarios en aquellos países.Residiendo en Nueva Orleáns, Estados Unidos, en 1857, se inicia en el cuerpo masónico irregular de James Foulhouse y, al desaparecer ese, se integra al de Albert Pike, Gran Comendador de la Masonería en el sur de los Estados Unidos, y regulariza sus grados.

Desde entonces Vicente Antonio advierte las posibilidades ideológicas y políticas que tenía la doctrina liberal y humanista de la masonería para influir en la concientización del pueblo cubano. Por ello pide al Gran Comendador la autoridad para venir a Cuba y poner orden en la dividida masonería cubana, siendo autorizado a eliminar las irregularidades existentes.

Regreso del exilio

En 1861, amparado por la amnistía otorgada por el gobernador O´Donell, regresa a Cuba con el fin de crear un nuevo cuerpo masónico. Desde entonces adopta el pseudónimo masónico de Viriato de Covadonga. Desde su llegada entra en contacto con sus antiguos amigos y con las instituciones de la masonería para crear las condiciones previas al cumplimiento de sus objetivos.

Masonería en Cuba

Gran Oriente de Cuba y Las Antillas (GOCA)

El 28 de marzo de 1862 funda en La Habana un nuevo cuerpo masónico al que denomina Gran Oriente de Cuba y Las Antillas (GOCA). Pronto comenzó el proceso de creación de las logias, que alcanzaron el número de 20 y se extendieron por los más importantes centros urbanos del país. En poco tiempo comenzaron a ingresar a las nuevas logias gran cantidad de masones provenientes de las otras ya existentes. La juventud, enterada pronto de las características inusuales del GOCA comenzó a engrosar sus filas en grandes cantidades.

Lo que significó para el desarticulado movimiento independentista cubano la creación del GOCA es valorado altamente por el historiador Eduardo Torres Cuevas, quien, al estudiar las génesis del pensamiento maceísta, formado en las liturgias del GOCA, expresó: “Cuando Vicente Antonio de Castro creó el GOCA, aportó dos elementos vitales a las ruptura revolucionaria del 68. El primero de ellos fue una organización secreta que sirvió de nexo a quienes preparaban la insurrección y de medio a la conspiración que desembocó en el estallido revolucionario; el segundo, una propuesta armónicamente estructurada para la transformación de la sociedad colonial en una nueva e independiente (…) En las liturgias del GOCA está concentrado este conjunto teórico-práctico.” La Cuba soñada; la Cuba pensada, la tradición toda del pensamiento de liberación cubano, se sintetizan en el lema enarbolado por el GOCA: Ciencia y Conciencia; Ciencia y Virtud.

La doctrina creada por Viriato en el GOCA constituía para él y sus seguidores la “Masonería Verdadera”, en contraposición con las existentes en Cuba, a saber, la Gran Logia de Colón y el Supremo Consejo de Colón, radicados en Santiago de Cuba. Estos cuerpos comenzaron de inmediato a atacar al GOCA acusándolo, en lo fundamental, de salirse del perfil propio de los cuerpos masónicos y de no estar debidamente autorizada, situación que se tornó más aguda cuando el propio Albert Pike lo repudió y catalogó de “Club Central de Jacobinos”. Por su parte, la Iglesia Católica –como era de esperarse- arremetió contra el nuevo enemigo, acusándolo de corruptor de la juventud y de enemigo de la Iglesia.

Salud resquebrajada

En 1868 la salud del Dr. Castro estaba tan resquebrajada que no podía atender ya a sus deberes frente al GOCA, por lo que las logias que había creado por todo el país llevaban una vida casi autónoma. Radicado en La Habana, su participación en la conspiración que dio origen al Grito de La Demajagua es desconocida, aunque es de presumir que, por su estado de salud y posición política muy comprometida, no estuviera involucrado directamente en aquellos trajines.

Fallecimiento

Este espirituano que influyó notablemente en la preparación ideológica de la generación revolucionaria conocida en nuestra historia como “Hombres del 68”, mediante la labor de concientización, oculta y paciente, murió en La Habana el 12 de mayo de 1869.

Fuente

  • Archivo Histórico Provincial “Mayor General Serafín Sánchez Valdivia” Fondo Biblioteca.
  • Baracaldo Alvarez, Ernesto Jesús. Hombres de 1868. Sancti Spíritus. 2009.
  • Torres-Cuevas, Eduardo. (2006). En busca de la cubanidad. Tomo II. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales. p. 217-239. Fondo Donativos y Remisiones.
  • Valdés Navia; Mario. Vicente Antonio de Castro y la masonería verdadera en los preparativos de la Revolución del 68. Legajo 24. Exp. 618. p.1-9. Fondo Hemeroteca.
  • Marín García, Segundo A. (1947). Publicaciones “Pérez Luna”. Cuaderno Número Uno. P. 40-43.