José de la Luz y Caballero

Para otros usos de este término, véase José Cipriano de la Luz (desambiguación).


José de la Luz
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Formador de conciencias que engrandeció el sentido de la nacionalidad cubana
NombreJosé Cipriano de la Luz y Caballero
Nacimiento11 de julio de 1800
La Habana, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento22 de junio de 1862 (61 años)
La Habana, Bandera de Cuba Cuba
ResidenciaCubana
NacionalidadCubana
CiudadaníaCubana
EducaciónUniversitario
OcupaciónPedagogo y filósofo
HijosAntonio José María
Manuela Teresa

José Cipriano Pío Joaquín de la Luz y Caballero (La Habana, 11 de julio de 1800 - La Habana, 22 de junio de 1862). Pedagogo y filósofo cubano. Considerado maestro por excelencia y formador de conciencias que engrandeció el sentido de la nacionalidad cubana. Escribió artículos en las publicaciones de su época, libros de texto, realizó traducciones, y compuso discursos. Su obra más sorprendente fue “Aforismos” notas breves que fue escribiendo durante su vida, datos y observaciones relacionados con todo lo que le llamaba la atención, Pensamientos religiosos, patrióticos, científicos y humanos.

Síntesis biográfica

Hijo de Antonio José María, funcionario y oficial del gobierno colonial, y de Manuela Teresa de Jesús. Procedía de un hogar de propietarios criollos, creció en un ambiente dominado por relativas estrecheces económicas y una educación estricta. La familia fue dueña del ingenio San Francisco de Paula y de la hacienda Santa Ana de Aguiar. No obstante, estas propiedades produjeron ciertas preocupaciones a la señora Manuela Teresa al morir su esposo, hasta el punto de que necesitó de la ayuda de un tío, el presbítero José Agustín Caballero, en lo tocante a la educación de sus hijos. Mas, las necesidades no fueron tan perentorias y la familia pudo vivir una vida hasta cierto punto holgada.

Busto de José de la Luz y Caballero en el "Parque de los Cabezones" de la Universidad de La Habana

El joven Pepe fue tutoreado en los estudios por su tío José Agustín el cual, junto al ambiente religioso del hogar, propició que su sobrino adquiriese dotes intelectuales de altura. Así, José de la Luz, ya a los doce años estudiaba latín y filosofía en el convento de San Francisco. En 1817 se titula de bachiller en filosofía en la Real y Pontificia Universidad de San Gerónimo de La Habana. Tiempo después, las inclinaciones personales y los deseos de la madre y el tío hicieron que iniciara una carrera común a muchos de los vástagos de los hogares criollos adinerados de la época, el sacerdocio. Ingresa entonces en el Colegio Seminario de San Carlos y San Ambrosio.

En el Seminario de San Carlos se graduó de bachiller en Leyes. Allí conoció a Félix Varela y Morales, del cual recibió clases así como de su tío José Agustín. Precisamente es en estos años, y a través de sus experiencias en el Seminario y de sus estudios de las doctrinas de aquellos enciclopédicos maestros, que profundiza su proximidad con el espíritu científico renovador del Siglo XVIII europeo, estudia a filósofos europeos como Locke, Condillac, Rousseau, Newton y Descartes. Igualmente se adhiere a las luchas de Varela y Caballero contra la filosofía y los métodos de enseñanza escolásticos entronizados en las asignaturas y en los planes pedagógicos del Seminario y de todos los centros de enseñanza de la capital y, se vincula a los esfuerzos culturales, científicos y cívicos del Obispo Espada.

Monumento a José de la Luz y Caballero en el parque frente al seminario de San Carlos y San Ambrosio

Llega a dominar idiomas como el inglés, francés, italiano, alemán, y en 1821 traduce la obra del conde de Volney. Viaja por Egipto y Siria durante los años 1783-1785.

Sus conocimientos sobre teología y sobre la vida religiosa propiciaron que se pronunciara repetidamente contra el clero español residente en Cuba. Tal vez fueron estas convicciones las que lo alejaron del claustro religioso y ya en 1824 lo encontramos como director de la Cátedra de Filosofía del Seminario de San Carlos, a la cual accede por medio de pruebas de oposición. Anteriormente, tal responsabilidad había caído en manos de José Antonio Saco, condiscípulo y amigo íntimo de Luz, así como en las del maestro Varela, su creador.

Desde el comienzo de su actividad como Director de la Cátedra de Filosofía se empeñó en aplicar a fondo y hasta sus últimas consecuencias los conocimientos e ideas de su maestro, Félix Varela. Se hizo famoso no sólo entre sus admiradores, sino también entre sus detractores, por su fidelidad a la metodología y doctrinas de Varela, al cual, según sus propias palabras, citaba casi diariamente y por cuyos textos se guiaba para impartir las clases.

Utilizó durante su vida varios seudónimos, entre ellos: “Un Habanero”, “El Justiciero”, “Un Amante de la Verdad” y “El Amigo de la Juventud”.

Falleció en La Habana el 22 de junio de 1862. Su muerte produjo consternación general en el país, y hubo manifestaciones de dolor por la desgracia, en toda la isla se cerraron las escuelas durante tres día en señal de luto.

Viajes

Viajó a los Estados Unidos en 1828, y un año después recorrió varios países de Europa: Inglaterra, Escocia, Francia, Dinamarca, Bélgica, Holanda, Suiza, Alemania e Italia.

Estos viajes le permitieron madurar en su formación, establecer contacto con las ideas más avanzadas de entonces y estudiar cómo adecuarlas a la realidad de Cuba. Durante su estancia en el Viejo Continente conoció a intelectuales de gran renombre como Goethe, Humboldt, Michelet y Walter Scott. Recogió allí lo más moderno en materia de Pedagogía y conoció las ideas de Pestaloozi y sus seguidores; combatió, sin embargo, las ideas de Víctor Cousin, con quien sostuvo una intensa polémica en el campo filosófico, entre 1838 y 1840, porque entendió que su doctrina contribuía a justificar y a perpetuar el dominio de España sobre Cuba, a la vez que ponía en peligro los valores nacionales.

Monumento a José de la Luz y Caballero en el Parque La Caridad de Santa Clara

En sus viajes adquirió también aparatos e instrumentos necesarios para el Gabinete de Física y el Laboratorio Químico del Seminario de San Carlos. De regreso a La Habana colaboró en la Revista Bimestre Cubana (1831-1834) y en las Memorias de la Sociedad Patriótica (1838-1841), así como en El Mensajero Semanal, publicado en Nueva York. Por aquellos años se graduó de Abogado en la Academia de Puerto Príncipe (1836), fue Vicedirector (1834) y Director (1838 y 1840) de la Real Sociedad Patriótica de La Habana, y tomó parte en el frustrado proyecto de establecer una Academia Cubana de Literatura.

En 1841 fue elegido como vocal suplente de la Junta de Población. Viajó por Nueva York y París, en 1843, pero al año siguiente se vio obligado a regresar a Cuba para responder en persona a los cargos por su supuesta participación en la denominada Conspiración de la Escalera, cuya causa fue sobreseída. Intervino, asimismo, en otros conflictos políticos famosos durante la Colonia, como la redacción de una misiva dirigida a Tacón con motivo del destierro de José Antonio Saco, en 1834. De igual forma, su actuación logró revocar la expulsión del Cónsul Inglés, David Turnbull, de las filas de la Real Sociedad Patriótica de La Habana por motivo de sus ideas abolicionistas, en 1842.

Labor docente

Como educador, para muchos su actividad más destacada, desempeñó el cargo de Director del Colegio de San Cristóbal, en el cual solicitó licencia para inaugurar una Cátedra de Química, y ofreció un curso de Filosofía, entre 1834 y 1835. Fundó el Colegio del Salvador, en enero de 1848, reconocido en aquellos momentos por la implantación de métodos modernos de enseñanza, en el que puso a disposición de alumnos y profesores su biblioteca particular; allí se impartieron clases especiales de Filosofía, Alemán y Latín a los alumnos más destacados, se procuró incluir lo más avanzado en materia de ciencia con la utilización de métodos modernos de investigación, y se intentó infundir a sus discípulos un sentido de elevación humana.

El deber del Maestro era, para él, habituar a los alumnos a que pensasen por sí mismos. En ambos colegios publicó folletos anuales con los exámenes generales. Presentó, además, un proyecto para la creación de un Instituto cubano, especie de escuela práctica de ciencias que no pudo convertir en realidad. Su concepción pedagógica consideraba que el punto de partida del conocimiento eran la experiencia y la observación, y que el método experimental, además de ser el único productivo, era también el único verdaderamente analítico y que podía denominarse científico.

Pensamiento

Su concepción del pensamiento progresista europeo de los siglos XVII, XVIII y principios del XIX, se relacionaba en lo esencial con pensadores de la talla filosófica de Descartes, Bacon, Newton, Locke, el iluminismo francés, en general, y Condillac, en particular. Varias polémicas filosóficas lo tuvieron como protagonista, frente a figuras de la talla de Domingo del Monte, el Presbítero Francisco Ruiz, Manuel Costales y los hermanos Manuel y José Zacarías González del Valle. Con Pedro Alejandro Auber polemizó también sobre problemas de Matemáticas (1832-1833).

Labor literaria

Durante las décadas de 1840 y 1850 colaboró en diversas publicaciones periódicas como el Faro Industrial de La Habana (1844) y la Revista de La Habana (1853-1854). Fue Socio Correspondiente de la Academia de Buenas Letras de Barcelona, a partir de 1841.

Enlaces externos

  • Librínsula,Imaginarios: José de la Luz y Caballero [1]
  • Librínsula,Tesoros:Un raro libro de texto de un maestro ejemplar: Don José de la Luz y Caballero [2]
  • Librínsula,Nombrar las cosas:José de la Luz y Caballero, entre la inteligencia soberana y el sentimiento excesivo [3]
  • Librínsula,José de la Luz y Caballero y La Biblioteca de la Sociedad Económica [4]
  • Biografías
  • Revista Digital La Jiribilla
  • Diario Trabajadores

Bibliografía activa

  • Informe presentado a la Real Junta de Fomento de Agricultura y Comercio de esta Isla, en sesión de 11 de diciembre de 1833 en el espediente (sic) sobre traslación, reforma y ampliación de la Escuela Náutica establecida en el pueblo de Regla, refundiéndola en un Instituto científico con arreglo a las necesidades del país. Imprenta del Gobierno y Capitanía General por orden de S. M., La Habana, 1834.
  • Artículos varios de filosofía. Imprenta del Gobierno y de la Real Hacienda por orden de S. M., La Habana. 1840.
  • Impugnación a las doctrinas filosóficas de Víctor Cousin. Primera Parte. Imprenta del Gobierno y de la Real Hacienda por S. M., La Habana, 1840.
  • Discursos leídos en los exámenes del Colegio del Salvador el día 16 de diciembre de 1861. Imprenta del Tiempo, La Habana, 1861.
  • Obras de Don José de la Luz y Caballero (Coleccionadas y publicadas por Alfredo Zayas Alfonso). Vols. 1 y 2. La Propaganda Literaria, La Habana, 1890-1891.
  • Aforismos y Apuntaciones (Ordenadas y anotadas por Roberto Agramonte. Retrato de José de la Luz, por José Martí. Prólogo de Rafael García Bárcena). Editorial de la Universidad de La Habana, La Habana, 1945.
  • La polémica filosófica. 5 Tomos. Editorial de la Universidad de La Habana, La Habana, 1946-1948.
  • Elenco y discursos académicos. Editorial de la Universidad de La Habana, La Habana, [[1950].
  • Escritos sociales y científicos. Editorial de la Universidad de La Habana, La Habana, 1955.
  • Escritos educativos. Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 1992.

Bibliografía pasiva

  • Agramonte, Roberto. Prédica y ejemplo de Luz y Caballero. s/e, La Habana, 1950
  • Entralgo, Elías. Dos Arquetipos para una deontología cubana: Don Pepe y el Generalísimo. Editorial de la Universidad de La Habana, La Habana, 1952
  • Esténger, Rafael. Don Pepe, retrato de un maestro de escuela. Editorial Alfa, La Habana, 1940 Figarola-Caneda, Domingo. Bibliografía de Luz y Caballero. Imprenta El Siglo XX, La Habana, 1915
  • González del Valle, Francisco. La Conspiración de la Escalera. I. José de la Luz y Caballero. Imprenta El siglo XX, La Habana, 1925
  • Dos orientadores de la enseñanza: el padre José Agustín Caballero y José de la Luz y Caballero. Imprenta Molina, La Habana, 1935
  • Guerra, Ramiro. José de la Luz y Caballero como político. Universidad Central de las Villas, La Habana. 1957
  • Hart Dávalos, Armando. Perfiles. Editorial Pueblo y Educación. Ciudad de La Habana, 2002. p.23. ISBN 959-13-0983-X
  • Luz y Duarte, Francisco de la. Don José de la Luz y Caballero. Imprenta de Rambla y Bouza, La Habana, 1913
  • Mañach, Jorge. Luz y "El Salvador". Imprenta El Siglo XX, La Habana, 1948
  • Mesa Rodríguez, Manuel I. Tres retratos de Luz y Caballero. Imprenta El Siglo XX, La Habana, 1950
  • Roig de Leuchsenring, Emilio. José de la Luz y Caballero, maestro de una gran Generación. Oficina del Historiador de la Ciudad, La Habana. 1956
  • Páez, Alfonso E. Estudio sobre José de la Luz y Caballero. Imprenta Cubana, La Habana, 1914 Rodríguez, José Ignacio. Vida de Don José de la Luz y Caballero. Imprenta de El Mundo Nuevo - La América Ilustrada, Nueva York, 1874
  • Saíz de la Mora, Jesús. José de la Luz y Caballero; influencia social y política de su labor educativa. El Dante, La Habana, 1929
  • Sanguily, Manuel. José de la Luz y Caballero (Estudio crítico). Estudio Tipográfico O' Reilly 9, La Habana, 1890
  • Soto Paz, Rafael. La falsa cubanidad de Saco, Luz y del Monte. Editorial Alfa, La Habana, 1941 Vitier, Medardo. La filosofía en Cuba. Fondo de Cultura Económica, México, 1948, pp. 80-123.

Fuentes documentales

  • Expediente. En: Archivo del Museo Nacional de Historia de las Ciencias “Carlos J. Finlay” .

Bibliografía

  • Luz Caballero, José de la. En: Cien figuras de la Ciencia en Cuba/ Rolando García Blanco.../et-al/.- La Habana: Editorial Científico-Técnica, 2002.