Ígor de Kiev

Ígor de Kiev
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Príncipe de la Rus de Kiev
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Reinado 912-945
Nombre real Ígor
Nacimiento 877, d.c
Kiev, Bandera de Ucrania Ucrania
Fallecimiento 945
Korosten, Bandera de Ucrania Ucrania
Predecesor Oleg de Nóvgorod
Sucesor Olga de Kiev
Dinastía Dinastía Rúrika

Ígor de Kiev. Monarca varego de la Rus de Kiev entre el 912 y el 945.

Síntesis biográfica

De acuerdo con la Crónica de los últimos años, Igor de Kiev era el hijo de Riúrik, un líder variago, y por lo tanto un nórdico. Esta es la base de la llamada "teoría normanista" sobre los orígenes de los estados eslavos en Europa oriental : los estudios de otros historiadores y filólogos (entre ellos, por ejemplo, Aleksej Šachmatov) tienen como objetivo refutar esta teoría. Hasta ahora, sin embargo, los orígenes de Igor siguen siendo un tema de discusión. Igor podría ser el hijo de Riúrik, o uno de los comandantes de Oleg de Nóvgorod, o un descendiente de Askold y Dir, o simplemente el esposo de la Gran Duquesa Olga de Kiev.

Ascenso

Igor asumió el poder en el 912 tras la muerte de Oleg y en el 945 fue sucedido en el trono por su viuda Olga (945-964), quien se convirtió al cristianismo en el 955.

Incursión en el mar Caspio

Bajo el mando de Ígor, los rusos emprendieron su primera expedición a gran escala en el año 913, es relatado por Masudi: “Poco después del año 300 de la Hégira (912-13), una flota rusa compuesta por 500 navíos, con 100 hombres en cada uno de ellos” apareció en la frontera jázara. Cuando sus buques estuvieron cerca de los jázaros, apostados a la entrada del estrecho, enviaron una carta al rey de los jázaros, rogándole que les permitiera pasar por su país y descender por el río y entrar en el mar de los jázaros (el Caspio); a condición de que ellos le entregarían la mitad del botín que tomaran a los pueblos de la costa. Masudi era árabe y no judío, acusó a los jázaros de soborno cuando lo normal es que pasaran a cambio del arancel del 10 %, o con la citada promesa de pagar un 50 % a posteriori con los beneficios obtenidos en los mercados caspianos.

“Se acordó el permiso y bajaron por el río hacia la ciudad de Itil, la atravesaron, y llegaron hasta el estuario del río donde comienza el mar de los jázaros. Desde el estuario hasta la ciudad de Itil, el río es muy ancho y sus aguas son profundas. Los buques de los rusos se diseminaron por todo el mar. Sus razias se dirigieron contra Djilan, Djurdjan (Gurgán), Tabaristán y Abashun, en la costa de Djurdjan, en el país de Nafta (Bakú) y sobre la región del Azerbaidjan. Los rusos hicieron correr la sangre, mataron a mujeres y niños, robaron, pillaron e incendiaron por todas partes.”.

“Cuando hubieron conseguido suficiente botín, cansados ya de sus correrías, se dirigieron de nuevo hacia la desembocadura, informaron al kan de los jázaros y le llevaron un rico botín, de acuerdo con las condiciones que habían sido fijadas con anterioridad. Los arsiyah y otros musulmanes que vivían en Jazaria, se enteraron de la situación, y dijeron al kan de los jázaros: “Dejad que nos ocupemos de esas gentes. Han saqueado la tierra de nuestros hermanos los musulmanes, han derramado su sangre y humillado a mujeres y niños”. Y no les pudo contradecir. Entonces envió un mensaje a los rusos, informándoles de la determinación de combatirlos que habían tomado los musulmanes”. “Los musulmanes de Jazaria se reunieron y avanzaron en búsqueda de los rus, siguiendo el curso del río. Cuando los dos ejércitos se encontraron, los rus desembarcaron y avanzaron en orden de batalla contra los musulmanes, entre los que había numerosos cristianos que vivían en Itil, de manera que eran en total unos 15 000, con sus caballos e impedimenta. El combate duró tres días. Dios acudió en ayuda de los musulmanes. Los rusos fueron pasados a cuchillo o perecieron ahogados. De los que murieron a orillas del mar de los jázaros se contaron alrededor de 30000”. Otros 5000 rus que huyeron, fueron a morir en manos de los burtas”.

Segunda incursión

La segunda campaña a gran escala tuvo lugar en 943, según la Primera Crónica Rusa. Durante la expedición de 943, los rusos subieron por el Río Kurá, en las profundidades del Cáucaso, vencieron a las tropas de Marzuban bin Muhammad y capturaron Barda, la capital de Arran. Los rusos permitieron que los habitantes conservaran su religión a cambio del reconocimiento de su dominio absoluto; existe la posibilidad de que los rusos pretendieran establecerse allí en forma permanente. De acuerdo con lo narrado por ibn Miskawaih, los locales rompieron la paz arrojando piedras contra los rusos, quienes exigieron que abandonaran la ciudad. Ante la respuesta negativa al ultimátum, los rusos comenzaron a matar gente y a exigir rescate por la liberación de varios prisioneros. La matanza se interrumpió al poco tiempo para dar paso a unas negociaciones que no duraron. Los rusos permanecieron en Barda varios meses, utilizándola como base para saquear las zonas cercanas y reunir un cuantioso botín.

La ciudad se vio salvada por una epidemia de disentería, se estalló entre los rus. Ibn Miskawaih señala que los rusos “se alimentaban excesivamente de una fruta de las que crecen en gran número aquí. Esto produjo una epidemia entre ellos y sus fuerzas comenzaron a menguar”. Alentados por la epidemia que asolaba a los rusos, los musulmanes marcharon hacia la ciudad. Los rusos, con su jefe montado en un burro, realizó una salida que fracasó estrepitosamente y donde perdió a 700 guerreros, pero evitó que lo rodearan y retrocedió hasta la fortaleza de Barda, donde fue asediado por los musulmanes. Extenuados a causa de la enfermedad y el asedio, los rusos abandonaron en medio de la noche la fortaleza donde habían establecido sus cuarteles, cargando sobre sus espaldas todo el tesoro que pudieron, gemas y vestimentas finas; así como también a jóvenes esclavos, y se dirigieron al río Kurá, donde los barcos que los habían traído desde sus hogares estaban preparados con sus tripulaciones y 300 rusos a quienes habían estado sustentando con partes del botín. Luego, los musulmanes exhumaron las tumbas de los rusos para apropiarse de las armas que habían sido enterradas junto a los guerreros.

George Vernadsky sugiere que el jefe de los rusos que atacó Barda a lomo de un burro fue Oleg de Nóvgorod. Vernadsky señala que Oleg sería Helgu, un personaje mencionado en la Carta de Schechter. Según dicho documento, Helgu se dirigió a Persia en un bote y murió allí después del ataque fallido a Constantinopla en 941. Por otro lado, Lev Gumiliov (hijo de Anna Ajmátova), basándose en el nombre del líder de los rusos (tal como fue registrado en textos árabes), supone que este líder sería Sveneld, un jefe varego cuya riqueza se destaca en la Primera Crónica en 945.

Guerra ruso-bizantina

La correspondencia jázara revela que la campaña fue iniciada por los jázaros, que deseaban vengarse de los bizantinos después de las persecuciones de los judíos emprendidas por el emperador Romano I. Los rusos y sus aliados, los pechenegos, reunieron una flota de unos 1000 barcos y desembarcaron en la costa norte de Asia Menor y se hicieron con Bitinia en mayo de 941. Como de costumbre, parece que habían sido bien informados de que la capital imperial estaba desguarnecida y era vulnerable a los ataques: la flota bizantina luchaba contra los árabes en el Mediterráneo, mientras que la mayor parte del ejército imperial se habían estacionado a lo largo de las fronteras orientales. Lecapeno organizó la defensa de Constantinopla retirando un conjunto de quince buques equipados con fuego griego. Igor deseaba de capturar los barcos griegos y sus tripulaciones, pero desconocían los lanzallamas, y su flota fue rodeada. Luego, en un instante, el fuego griego fue arrojado a través de tubos a los rusos y sus aliados. Liutprando de Cremona escribió: «Los rusos, viendo las llamas, saltaron por la borda, prefiriendo el agua al fuego. Algunos se hundieron, abrumados por el peso de sus corazas y cascos, otros se quemaron«. Los prisioneros fueron decapitados.

De esta manera, los bizantinos lograron dispersar la flota rusa, pero no pudieron impedir que los paganos saquearan las afueras de Constantinopla, se aventuraran al sur, a Nicomedia. Muchas atrocidades fueron reportadas: Se dice que «los rusos crucificaron a sus víctimas y que clavaron los clavos en la cabeza«. En septiembre, Juan Tzimisces y Bardas Focas, dos de los mejores generales, regresaron rápidamente a la capital, ansiosos por repeler a los invasores. Los rusos rápidamente trasladaron sus operaciones a Tracia, junto con su flota. Cuando estuvieron a punto de retirarse, cargados de trofeos, la armada bizantina bajo Teófanes cayó sobre ellos. Fuentes griegas informan de que los rusos perdieron la totalidad de la flota en este ataque sorpresa, de modo que solamente un puñado de barcos regresaron a sus bases en Crimea. Los prisioneros capturados fueron trasladados a la capital y decapitados. Las fuentes jázaras añaden que el líder ruso logró escapar al Mar Caspio, donde encontró la muerte luchando contra los árabes.

Estos informes pueden haber sido exagerados, porque Igor fue capaz de montar una nueva campaña naval contra Constantinopla ya en 944/945. Igor reunió a muchos guerreros de diversa procedencia; varegos, rusos, polianos, eslovenos, krivicos, y tivercos, y tomó a pechenegos a sueldo, y tomó rehenes de los suyos, y se dirigió contra los griegos en barco y a caballo, queriendo vengarse de la derrota anterior, se dirigió a Constantinopla. El Quersoneso Taúrico alertó al emperador acerca de la flota de Kiev. El basileo bizantino envió a Ígor a sus mejores nobles rogándole y diciéndole: “No nos ataques, sino toma el tributo que cobraba Oleg, y a este tributo añadiré aún más”. También envió a los pechenegos telas preciosas y mucho oro. Igor les hizo caso, y ordenó a los pechenegos ir a luchar contra la Tierra Búlgara, y él mismo, habiendo cogido de los griegos oro y telas preciosas para todos los guerreros, dio la vuelta y volvió a Kiev, a su casa. Los bizantinos llegaron a la conclusión de un tratado con Kiev. Su texto es citado íntegramente en la Crónica de Néstor

Muerte

Ígor murió cuando estaba cobrando tributos a los drevlianos en 945, al enterarse del regreso del príncipe, el consejo local decidió matarlo junto con sus guerreros. Después de la muerte del príncipe, fue enterrado en Dereveskaia, cerca de Iskorosten. La inesperada noticia de la muerte del príncipe Igor obligó a su esposa Olga a estar a la cabeza del estado hasta que creciera su pequeño hijo Svyatoslav (en el momento de la muerte de su padre, el niño tenía 3 años). Lo primero que hizo la princesa Olga fue vengarse cruelmente de los Drevlyan por la muerte de su esposo. Habiendo emprendido una campaña contra los Drevlyans en 946, la gobernante mató a varios miles de sus enemigos. En 955, Olga, según El cuento de los años pasados, se convirtió al cristianismo durante una visita a Constantinopla. Otra visita oficial a Bizancio tuvo lugar en 957.

Fuentes