Anaconda verde

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Anaconda
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Clasificación Científica
Reino:Animalia
Filo:Chordata
Clase:Sauropsida
Orden:Squamata
Familia:Boidae

Anaconda. La serpiente más grande del mundo. Las hembras pueden superar los 8 metros de largo y alcanzar los 150 Kg. de peso. Es casi imposible encontrarla fuera de los ríos o charcas en los que pasa la mayor parte del tiempo sumergida asomando sólo la cabeza. Caza por lo general animales que se acercan a beber, sujetándolos con sus enormes mandíbulas y aferrándose a ellos para enroscarse alrededor de su cuerpo hasta asfixiarlos.

La anaconda verde o común (Eunectes murinus) es endémica de Sudamérica; habita las cuencas del río Amazonas y del Orinoco También se la puede encontrar en países como Brasil, Bolivia, Colombia, Guyana, Perú, Paraguay, Venezuela y la Isla Trinidad.

Descripción

Tiene un color verde oscuro, con marcas ovales de color negro y dorado a los flancos. Su vientre es más claro, y en la parte final de la cola muestra diseños en amarillo y negro. El cuerpo es ancho y musculoso, adaptado para matar a sus presas por constricción.

En la región caudal, la zona de la cloaca es la única no cubierta por escamas de todo el cuerpo. En las inmediaciones de ésta la anaconda presenta espolones, los restos de las extremidades locomotoras atrofiadas. Rara vez supera los 15 años, aunque se documentan casos de hasta 50 años. La mayor anaconda que se ha registrado oficialmente media 9 metros de largo y pesaba 140 kg, Los machos son significativamente menores, alcanzando los 2 metros y medio.

Hábitat

La anaconda se siente a gusto tanto en los árboles como en el agua; prefiere los estanques de aguas quietas a las corrientes rápidas, por lo que es raro encontrarla a gran altitud.

Pasa la mayor parte del tiempo sumergida, acechando a su presa; la posición superior de las narinas le permite sumergir casi todo el cuerpo a modo de cripsis, y su poderosa musculatura la hace una rápida nadadora.

Comportamiento

Caza por lo general animales que se acercan a beber, sujetándolos con sus mandíbulas y aferrándose a ellos para enroscarse alrededor de su cuerpo y asfixiarlos. El ataque es extremadamente rápido, en algo más de 10 segundos ya han sometido a su presa. Si encuentra la oportunidad de cazar en tierra, normalmente se descuelga desde una rama para sorprender a su presa. Se enroscan a su presa formando anillos con su cuerpo pero, por lo general, no es la fuerza de la constricción lo que mata a la presa, sino que le impide respirar, presionando el tórax para imposibilitar la inhalación, y lo logran por la inmensa fuerza de su cuerpo.

La anaconda no tritura sus presas, su mandíbula se desencaja, permitiéndole tragar la presa entera y utiliza su fila de dientes interior (tienen cuatro filas de dientes, una ordinaria y otra en el paladar) para ir avanzando sobre su alimento e irlo introduciendo en su garganta. La digestión de una presa grande puede demorar varias semanas, durante las cuales la serpiente se encuentra casi inactiva y dormita en una rama o junto al agua.

La anaconda es capaz de comer presas de gran tamaño; el carpincho es una de sus presas más comunes, así como ejemplares jóvenes de tapir, pecarí, ciervo, y caimanes en caso de necesidad. Se alimenta también de huevos, aves, diversos roedores y otros reptiles menores.

Se ha visto anacondas caníbales, la mayoría hembras devorando machos pequeños, posiblemente para asegurar la supervivencia durante la temporada seca, cuando escasean las presas.

Reproducción

Su reproducción es ovovivípara, las crías que pueden llegar a ser más de cincuenta, miden un metro al nacer. El apareamiento de la anaconda se produce entre los meses de abril y mayo; las hembras atraen a los machos mediante una señal olfativa, y éstos se congregan en torno a ellas a lo largo de varias semanas. En la última fase del cortejo, hasta una docena de machos se enrosca en torno a la hembra, luchando por acceder a la cloaca de ésta, formando una bola característica; pueden permanecer enroscados de este modo hasta 15 días, muchas veces en aguas poco profundas, hasta que la hembra más grande y más fuerte escoge al vencedor.

Durante la cópula propiamente dicha, los espolones del macho estimulan la región caudal de la hembra; ambas cloacas entran en contacto, y las colas se enroscan mientras se produce la inseminación.

Conservación

La principal amenaza para su conservación es la destrucción de su hábitat, así como la caza por quienes la consideran un riesgo para el ganado doméstico y los niños, sin tener en cuenta el papel que juega en el control de las plagas de roedores.

La anaconda no tiene particular valor comercial, aunque su piel se usa ocasionalmente en marroquinería.

Fuentes