Arturo Eriberto Gutiérrez Soa

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Arturo Heriberto Gutiérrez Soa.JPG
NombreArturo Heriberto Gutiérrez Soa
Nacimiento22 de agosto de 1938
Los Toros, Yara en Granma Bandera de Cuba Cuba
ResidenciaMunicipio Manatí, Las Tunas
NacionalidadCubano Bandera de Cuba Cuba


Arturo Heriberto Gutiérrez Soa. Destacado combatiente del Ejército Rebelde que integró desde 1957 la guerrilla cuyo jefe fue el Comandante Ernesto Guevara de la Serna, en la Sierra Maestra.

Breve síntesis biográfica

Arturo nació el 22 de agosto de 1938 en un lugar conocido como Los Toros perteneciente al municipio de Yara en la provincia Granma.

Para ayudar con la economía familiar desde muy joven tuvo que trabajar duro en los cortes de caña y la siembra de arroz. Siempre manifestó deseos de rebelarse por las injusticias de su país. Tuvo la oportunidad de unirse a la guerrilla rebelde que se formaba en aquellos años en la Sierra Maestra, integrándose a ella en marzo de 1957 partiendo junto a 9 compañeros más en noviembre, de los cuales sólo lograron regresar al final de la guerra 3.

En el lugar conocido como Las Vegas de Gibacoa a los pocos días de su llegada se encuentra con Ernesto Ché Guevara.Este encuentro le resultaría inolvidable por la impresión que le causó aquel hombre de talla mayor quien no descuidaba en saber ni un solo de cada combatiente que peleaba a su lado y se preocupaba hasta por saber el nivel de escolaridad y procedencia de cada soldado, elementos que aunque para algunos no resultaba interesante para un estratega como lo era el Che sí.

En aquellos días no había armamento suficiente disponible por lo que su grupo fue enviado para el campamento de La Plata en el hacían tareas de construcción. Por causa de su cuerpo flacucho el trabajo en la construcción no le duró mucho tiempo, siendo enviado a la escuelita de Las Minas del frío allí junto a compañeros como Ángel Verdecía, logró superarse poco a poco alcanzando el noveno grado.

Su estatura esbelta fue una cualidad que le permitió siempre escabullirse de las bombas cuando los aviones mercenarios comenzaban su persecución y cumpliría misiones como mensajero llevando a cabo encomiendas para Celia Sánchez entre otras importantes personalidades. Una noche bajó a Las Vegas junto a Tete Puebla y el Ché, con el objetivo de inspeccionar el terreno. A los pocos días dieron captura al último grupo de esbirros que quedaban en ese lugar.

Arturo conoció a Fidel el día en que la Cruz Roja llegó a recoger a los prisioneros que habían echo para llevarlos a las celdas. Recuerda que Fidel se detuvo unos minutos a explicarles a los soldados que los rebeldes no mataban a ningún rehén hasta que estos no fueran llevados a juicio.

Decidieron establecer un campamento en Las Vegas y una vez más recibe la encomienda de llevar un mensaje pero esta vez a Camilo. Cuenta que por el camino en un lugar conocido como la Loma del Mango se encontró una granada y al ver que poseía el sello de seguridad intacto decidió tomarla y llevársela a Camilo, al este ver la granada se exalta y le dice a Arturo que porque la había cogido que le hubiera podido explotar a lo cual este responde - “la granada tenía el sello de seguridad intacto, era imposible que explotara Sr”. Recuerda que Camilo se echó a reír y le dijo que era un hombre muy inteligente para ser un campesino. Una vez entregada la nota que le llevaba tuvo que ayudar con el traslado de los heridos hasta donde se encontraba el Ché. Al culminar la ofensiva en Las Vegas el Che junto a su columna se trasladaron hasta Las Mercedes donde todos los días los aviones mercenarios descargaban su férrea ira. Al ser insostenible esta situación se ven obligados a abandonar el lugar y mudarse para el Jíbaro donde aquí también son descubiertos por los aviones y su campamento destruido

Arturo ayudaba a trasladar pesadas mochilas de medicamentos para apoyar la labor de los doctores Oscar y Laos. En este lugar fue testigo de dos sucesos uno trágico y otro dulce; uno fue su cumpleaños número 20 y el otro fue el desagradable hecho de encontrar el cuerpo de Ermes compañero inseparable del Che, después de ser torturado salvajemente hasta su deceso.

El 31 de agosto del 58 salen para el llano donde hicieron su primer campamento en el lugar conocido como Roca Álvarez a 10 kilómetros del poblado de Yara.

Cuenta que los obstáculos que debían sortear para llegar al Escambray eran disímiles pero que el Che expresó que si uno de los guerrilleros llegaba al Escambray la misión se había cumplido. Lograron entrar en Santa Clara el 16 de octubre, donde hicieron parada en el campamento de Fabio Hechemon. Posteriormente se trasladaron hasta el lugar conocido como El Gavilán, donde además de hacer un campamento instalaron una escuela la cual estaba presidida por el combatiente Jesús Suárez Gayol.

Arturo participó en el combate de Guinea Miranda donde a pesar que cayeron dos pañeros se capturaron un número significativo de armas. Por la valentía demostrada en el transcurso de la lucha, el Che le entregó personalmente su primer fusil. Recuerda que se sentía muy satisfecho porque según dicen que para que el Che entregara un fusil debía ser a un combatiente ejemplar y que demostrara con hechos que lo merecía. A partir de este momento se incorpora al pelotón participando en la ofensiva en Fomento. Diferentes fueron los combates en los cuales participó entre ellos el de Cabaiguan y el de Placetas. Con la noticia de la huida de Batista del país culminó una parte de la lucha armada en la que este combatiente había tenido un papel relevante.

Trayectoria revolucionaria

Una vez que triunfó la Revolución Cubana, se trasladó hasta La Habana y se integró al proceso revolucionario en toda su extensión. Participó en el grupo que escoltó al esbirro Sosa Blanco hasta el lugar del juicio y le agradeció al pueblo de Santa Clara la ayuda prestada a su guerrilla junto al Che en los tiempos de lucha.

El amor lo sorprendió en el municipio norteño de Manatí, Las Tunas y se trasladó a allí a vivir en noviembre de 1974. Y donde reside desde entonces, actualmente es miembro de la Asociación de Combatientes y apoya todas las organizaciones de masas en el territorio. Aun cuando fueron muchas las peripecias desagradables durante el período de lucha a ello le agradece el haber conocido a personalidades de la Revolución como fueron el Che, Camilo, Fidel, Almeida y Celia Sánchez, entre otros.

Siempre se sentirá orgulloso de haber peleado junto a personalidades tan significativas y renombradas de la Revolución Cubana, pero está seguro de que fue el inolvidable Guerrillero Heroico Ernesto Che Guevara quien con su ejemplo y valentía le enseñó a ser un verdadero revolucionario de firmes convicciones y creencias morales y éticas.

Arturo Heriberto Gutiérrez Soa se mantuvo integrando las Fuerzas Armadas Revolucionarias alrededor de 38 años con ejemplar actitud.

Fuente

Entrevista realizada a Arturo Heriberto Gutiérrez Soa